Germán Reguero y Marisol Darretche sean posiblemente las caras de la renovación de la Agrupación “Rofolfo Walsh”.
Si bien no son debutantes en esto de la política, la docente está haciendo sus primeras armas y ya participó en 2017, y el “vidriero” es del grupo de Miki Francisco desde siempre; aunque luego de 20 años volvió a radicarse en Bolívar y es un cuadro formado en el Centro de Estudiantes de la Universidad de La Plata.
Ambos hablaron con LA MAÑANA sobre el año electoral que se viene, las expectativas de la Izquierda y demás.
¿Cómo viene el año para ustedes?
– Estamos militando muy fuerte con el tema de los tarifazos, que nos viene golpeando tan brutalmente a todos, el tema de los despidos locales desde 2015 hasta la fecha con los despidos que hubo en Plásticos Bolívar, en las dos fábricas de zapatos, en la aceitera, el ferrocarril que cerró con un decreto de Vidal. Estamos trabajando todo eso desde hace dos meses en el Centro Cívico, juntando firmas en un primer momento, repartiendo un volante esclarecedor sobre la situación local sobre los trabajadores registrados, porque no hay un registro de trabajos en negro y no se sabe bien cuánto han impactado estas políticas neoliberales del gobierno nacional.
A nivel nacional estamos charlando con gente del Frente de Izquierda para nuestra futura incorporación ahí (Reguero).
– Si bien todos sufrimos los ajustes y la desocupación, queremos visibilizar esto y tratar de hacer algo. Queremos que la gente venga, de acerque, firme un petitorio y no se quede rezongando en su casa y dejando que esto siga sucediendo. Ahora viene un invierno más, que va a ser bravo, que si bien se podrá pagar en cuotas se va a tener que pagar igual (Darretche).
¿Qué se dice de esta cuestión entre los docentes, que es tu ámbito?
– Está complicado, todo está muy apretado. Es una vergüenza que no se haya llamado a paritarias en el momento que se debió llamar y además en las condiciones en las que se está trabajando. Acá no es sólo el salario, que no alcanza para nada, que no va parejo a la inflación, sino el dinero que se asigna al desayuno, las condiciones edilicias y demás (Darretche).
¿Qué les dice la gente de este gobierno de Macri?
– Este gobierno tiene algunas similitudes con el de Menem (1989-1999), sobre todo en el plan económico neo liberal. La gran diferencia que hay que ahora con los ´90 es que en aquel momento se desguazó todo el estado de bienestar y hoy no tenemos nada para vender, lo único que aparece es Vaca Muerta, que ya está concesionada a Chevron. Incluso no se sabe bien qué se firmó.
Vemos que hay muchos bomberos, que van apagando focos para que esto no explote. La CGT es un ejemplo, no ha hecho paros, y vemos que el gobierno les destrabó 32 millones de pesos hace poco. Creemos que juegan para darle gobernabilidad a Macri (Reguero).
¿Cómo ven el año electoral en Bolívar, que todavía casi no arrancó?
– Todavía no está muy decidido nada (Darretche).
La posición de ustedes es participar…
– Sí, por supuesto. Tuvimos una muy buena elección en 2017 y ahora vamos a estar presentes porque creemos que es necesario que estemos. De a poco vamos a lograr el lugar al que queremos llegar (Darretche).
Estuviste muchos años afuera , ¿cómo es la receptividad en la gente que te reencuentra por Bolívar?
– Yo empecé militando acá desde muy pibe, 14 ó 15 años, con chicos de nuestro barrio, La Maquinita, ahí cerca de la Escuela N° 2. Conocidos y amigos de militancia tuve siempre, y siempre contribuí a la agrupación desde afuera, incluso cuando venía. Por cuestiones de trabajo empecé a viajar menos; pero en general la receptividad es buena porque hay mucho enojo con el gobierno, mucha gente decepcionada porque imaginaron un cambio, que lo hubo pero para mal, sobre todo para los trabajadores, que somos los que pagamos los platos rotos del modelo.
Hay cierto respeto hacia nuestra posición y coherencia, hace 20 años que decimos lo mismo, hasta nos pueden chicanear diciéndonos conservadores, porque seguimos diciendo lo mismo dos décadas después (Reguero).
¿Se acercan las mujeres a participar en política?
– Sí, de hecho se creó este partido Matria que creo que es exclusivo de mujeres. Hay una apertura importante, en nuestra Agrupación también hay varias mujeres, y se acercan de una manera natural (Darretche).
¿Ves chicos con intenciones de participar en política como les pasaba a ustedes hace 20 años? ¿O los pibes están en otra cosa?
– Qué respuesta difícil, es complicado, hay una participación más horizontal y no tan estructurada u orgánica, sobre todo en las mujeres, y que es masivo, incluso acá, ha habido una participación que hasta a nosotros nos ha sorprendido. No los vemos integrando ningún partido político (Reguero).
La Izquierda de Bolívar es atípica en la provincia de Buenos Aires…
– Sí, por eso nos llama todo el mundo, cuando se acercan las elecciones hierven los teléfonos. Es atípica también porque es una agrupación de izquierda local, con sus características propias.
Para nosotros en términos económicos hacer frente a una elección es terrible, hay que juntar plata para pagar los spots, para pegar los carteles, para todo. Nosotros no llevamos a nadie a votar, salvo algún familiar. Nuestro mérito es que peleamos con aparatos muy grandes como el peronismo y el radicalismo, que son perfectamente eficientes y que en determinados momentos doblan voluntades. Sabemos cómo se maneja la situación en los barrios, cuadno se apaga la luz se chocan para pagar la luz o el gas de los vecinos, y ahí la democracia esta renga (Reguero).
– No podemos pelear al mismo nivel, ellos tienen dinero para invertir en los medios, la tele está en todas las casas. A pesar de eso rescato lo que ha ascendido la izquierda en las últimas elecciones, con referentes claros (Darretche).
– Nuestro trabajo es muy por abajo y en contacto directo con la gente, con los trabajadores. Hace algunos años había como miedo a la izquierda, y eso se ha perdido, los jóvenes son mucho más desprejuiciados, y es hermoso que suceda (Reguero).
¿Con qué Bolívar te encontraste después de 20 años?
– En términos económicos es exactamente el mismo, preponderancia del campo sobre la ciudad; pero no en cuanto a lo resolutivo, acá la cosa cambia cuando cobran los trabajadores del Estado, ahí se mueve el comercio, el principal empleador sigue siendo el Estado, en los tres niveles. Los pocos núcleos productivos desaparecieron con el avance del neoliberalismo y los pocos que han quedado están sobreviviendo.
Angel Pesce
