ANIVERSARIO. "Elegimos defender este espacio, una herramienta de transformación, un refugio y una trinchera"

Con una buena presencia de hacedores culturales, referentes de instituciones, autoridades municipales y público en general, La Cultural celebró el domingo sus primeros cien años de vida.

Lo hizo en la calle, frente a su histórica sede de San Martín 1065, con música, palabras, teatro, homenajes y por supuesto torta de cumpleaños para compartir, los puntos de un programa alusivo hilvanados por el sentimiento de gratitud y alegría que aunó a todos y todas lo que se dieron cita allí sin que importara el frío.

"Una biblioteca cerrada es una puerta cerrada a la democracia, la memoria y el porvenir"

Para abrir lo programado, pronunció palabras la flamante presidenta de La Cultural, Anneris Noemí Escalada Aranas, quien en el primer párrafo de su intervención definió a la entidad como "un verdadero faro de encuentro comunitario, cultura y conocimiento". "Que el acceso a la cultura y el saber no fuera un privilegio, sino un derecho, fue el ideal claro del grupo de librepensadores, visionarios, que fundaron este espacio. Y desde entonces, esta biblioteca ha abierto sus puertas a lectores y lectoras de todas las edades, a artistas de todas las disciplinas; ha albergado historias que han cambiado vidas y ha resistido las pruebas del tiempo, reafirmando su lugar como corazón cultural de nuestra comunidad", enfatizó quien asumiera al frente de la CD hace apenas dos lunes.

"Asumo sobre una base sólida -puso de relieve la presidenta a continuación-, construida por el esfuerzo colectivo de muchas personas que nunca bajaron los brazos. Este logro es de todas y todos". "Este centenario no sólo es una celebración del pasado, es también un compromiso con el futuro, y hoy, más que nunca, ratificamos nuestra voluntad de de seguir bregando por mantener viva esta biblioteca. En un contexto nacional cruel, frente a los decretos de desfinanciamiento y desmantelamiento de la CONABIP, el Instituto Nacional de Teatro, que además afecta la continuidad de institutos históricos, museos nacionales y espacios culturales, elegimos resistir aquí y ahora. Elegimos defender este espacio como lo que es: un derecho, una herramienta de transformación, un refugio, una trinchera de la cultura, por eso entendemos que debemos acompañar y solidarizarnos con otras luchas que no nos son ajenas, y abrazamos las marchas de los jubilados, las luchas de nuestros docentes universitarios, y apoyamos fraternalmente el conflicto de salud que lleva adelante el personal del Hospital Garrahan", enumeró Escalada.

"No vamos a rendirnos. Seguiremos trabajando, sumando voluntades, creando redes, porque una biblioteca cerrada es una puerta que se le cierra a la democracia, a la memoria, al porvenir, y no lo vamos a permitir", subrayó la presidenta.

"Las bibliotecas no son sólo edificios, son redes de afecto, de memoria y de futuro. Sigamos construyéndolas juntos y juntas, con amor, con libros y con coraje. ¡Felices cien años querida biblioteca!", completó la actriz

El Senado provincial presentó un proyecto de declaración de Interés Legislativo al centenario de La Cultural, a propósito de lo cual Anneris Escalada recibió la distinción de manos de Magalí Tulio, del gobierno municipal.

Por su parte, el Concejo Deliberante declaró de Interés Cultural este aniversario. Entregaron esta distinción a autoridades de La Cultural la edila Laura Rodríguez, del bloque del oficialismo, y Florencio Sáez Caligiuri.

Este pasaje de lo programado se destinó a obsequiar plaquetas de agradecimiento-homenaje a gente que ha tenido mucho que ver con este recorrido de cien años de La Cultural y la Biblioteca Domingo F. Sarmiento, por haber formado parte como presidentes/as de estos espacios en diversos períodos: Walter Raúl D' Aloia, Raúl Chillón, Santos Vega y Carmen 'Menchi' Cipriano. (D'Aloia y Cipriano no pudieron estar presentes).

La entrega de distinciones continuó más tarde, cuando se agrupó para agradecerles a exbibliotecarias de la entidad y a la actual, Gisela Holgado, que además fue una de las presentadoras del acto. Recibieron su reconocimiento la mencionada, Verónica Novillo y Karina Santos (no pudo hacerse presente). (Además, a Holgado le regalaron una obra original de Dalmiro Zantleifer). También les fueron entregadas estatuillas a Abel Zabala y Hernán Greco.

Los segmentos musicales estuvieron a cargo de Maite Salduondo, que es coordinadora de un inci piente coro infantil en el ámbito de La Cultural y en este caso actuó al frente de otro de sus espacios formativos, cual es el coro de mujeres Resonadas; de Maia Acosta, que dirige en la entidad el taller de canto grupal Cantar, y que en la ocasión cantó con sus talleristas y el propio público presente; de La Fábrica del Ritmo, a esta altura un emblema de La Cultural, donde tiene hogar, que se presentó con la dirección de su fundador, director y expresidente de La Cultural, Raúl Chillón, y de actores y actrices de la compañía La Barraca, que ofrecieron una obra teatral breve.

Asimismo, fueron descubiertas dos placas en una pared exterior del amplio inmueble: una donada por el senador Eduardo Bucca, y la otra por la Biblioteca Rivadavia.

Finalmente, con la torta compartida por todos y todas se colocó el dulce broche de oro para una tarde de celebración, y que el frío y los contumaces atropellos del gobierno nacional contra la cultura sigan esperando.