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viernes, 03 de mayo de 2024
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Flojo remedio para un gran mal

Panorama político rumbo a las PASO – Una mirada.

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La calidad de nuestra democracia ha ido degradándose, como una leche que alimentaba y ahora sabe ácida. Una muestra es que no se habla de ideas sino de nombres, tipo mesa de café. Cuando se discute algo que no sea baldearse con eslóganes infectos de coucheo. La ‘rosca’ de estos meses ha sido pavorosa. Aún cuando ‘rosca’ es sinónimo de política. No se habla de fútbol, sólo de futbolistas, algunes peligrosamente afectos a meterla con la mano. O a pegarle con las dos y tirarla afuera, a diferencia del insólito Palermo. Fijate que Massa es candidato y no puede con la inflación. Si quisiéramos ser malos, diríamos que va de aspirante un tipo que fracasó. Pero dejalo ahí. Del ‘juego’, que vendría a ser un proyecto, ni noticias. ¿Quién habla de la ley de Entidades Financieras; de la ley de Medios, que era la madre de todas las batallas y ahora parece la hija de un gran fiasco, asordinado porque nadie la recuerda; de investigar el obsceno préstamo que el Fondo le otorgó a Macri para que lo fugara; de cómo atacar el cáncer de la inseguridad, es decir que cualquiera pueda ser explotado por empleadores que hacen la de todos y encima hay que agradecerles porque apuestan al país, o que vía un laburo estándar nadie llega a alquilar sin dejar la piel, ni hablar de pagarse el crédito de una casa? O de con qué ‘pan’ piensan a saciar la precariedad nutricional, algo más intrincado que el crimen de sufrir hambre ya que conecta con soberanía alimentaria, ambientalismo y ecologismo (recomiendo la nota El derecho a alimentarse bien, por Laura Vásquez Roa para Rolling Stone). ¿Quién habla de algo urgente que coincide con lo importante: democratizar la Justicia, involucrando y embanderando al pueblo? O de persistir con el impuesto a las grandes fortunas, casi lo único novedoso que se atrevió a implementar el gobierno de lxs Fernández junto con el gasoducto NK. O de la nimiedad de meter alguna suma fija en el caquéxico bolsillo del laburante, o de si prefiere a los franceses o a los bolivianos, y así. ¿Intervendrían Jujuy? ¿Indultarían a Milagro? El culto por la imagen, el marketing y la ‘sopa instantánea’ ha engendrado un vaciamiento intelectual del que será arduo emerger. Lo superfluo secuestró a la sutileza, que no sabe gritar y entonces no aparece un Maratea que arme una colecta para rescatarla. Me dicen que Ángel Cappa se larga como ‘arbolito’ en Córdoba y Florida, porque ya nadie quiere escuchar su remera.

Engorda la ‘rosca’ la carencia de ‘cráneos’ entregados a un diseño de país, provincia o meramente de ciudad, valiente muy por encima de los trazos elementales que cualquiera dibujaría, pero que no surjan conductores indubitados, salvo la ‘proscripta’ Cris y alguno más, ponele Kicillof, también denuncia la pauperización del sistema.

Vayan a continuación cuatro virus de nuestra democracia moderna que revelan su debilidad. Y aclaro que si alguien cree/quiere que estoy a favor de algún otro dispositivo de organización social, puede ya mismo mover el dial o invertir un rato de su apasionante jornada en ladrarle a la luna, por cierto una actividad poética aunque moleste a los vecinos más que los perros del amor que pululan por nuestras calles excitando la pulsión solidaria de nuestra buena gente.

SALTIMBANQUITIS: Que algunos de los aspirantes en pugna contengan en su foja de servicios más saltos que el ya nombrado Palermo buscando el centro del mellizo Guillermo, a nadie parece perturbar. No se factura flacidez ideológica, de otro modo no estarían plantados en primera línea, onda Verstappen y Alonso, nuestros ‘Bali’ Bucca y Salamanco. Buscca (¡up!) se las tomó a la primera de cambio hacia un espacio no kirchnerista o acaso solapadamente anti, bien que sin abandonar jamás el movimiento (cuak), ese peronismo que nos envuelve (bien digo, envuelve) a todes, como decía el propio Perón: “Ah, no, peronistas somos todos”, le espetó a Solanas y Gettino en aquélla siempre recomendable película documental de fines de los sesenta. Se erigió por goleada en nuestro mejor intendente contemporáneo montado sobre su demoledora capacidad de gestión pero de la mano de Cris, a la que nombra menos que Morán a un tal Zamudio. Salamancho en 2007 fue candidato a intendente pegado a CFK, y ahora va con Pat Bullrich, pero está todo bien, para una mayoría sigue peinado como el primer día, el jopo es una cuestión de actitud y de ángulo de mirada. A Juan Carlos Morán tampoco le ‘cobra’ nada ni su propia ‘familia’: se fue, denunció, compró enlatados en el súper, denunció, se cortó el pelo a cepillo, denunció, dobló por Boer, pruebas no presentó, miró el partido de Boca justo una noche que Medina la rompió, pero se olvidó, concurrió a la inauguración de un nuevo restorán a ver si había rabas, denunció, se fascinó con una canción de la ‘Flaca’ Tiani, pero no cantó, ahora se abraza a Bullrich y todo liso, siempre con ese amor al pueblo que hasta podría meter miedo. Parece que para la ortodoxia ucerreísta hoy sería más radical que el tironeado Alfonsín, mirá vos. Incluso resultó goleado en 2019, pero para la estructura partidaria capaz que ganó y lo garcó el VAR, lo mismo que al lírico Lomachenko.

Aguante la diferencia de matices, justamente porque el blanco y el negro son y serán otra cosa. No se puede (bah, sí se puede, ¡sí se puede!) ir del brazo de un garantista y al toque de alguien que prohíja a represores y garantiza palos y quizá ‘gayola’.

Si cerrar la grieta es confundir, o incluso mezclar, izquierda y derecha, y que hoy nos veamos compelides a elegir entre el azul claro y el celeste oscuro, en palabras de Horacio Verbitsky, vendría a avisar que ya no estamos ni en el horno, sino servidos en una bandeja, de plata (y para otres).

Extreme close up of a pile of colorful pills rotating

TESTIMONIALITIS: Que alguien se inscriba a, sabiendo que de ser electo no asumirá, o que sí pero sólo un ratín, tampoco es castigado por el electorado. Hay ejemplos, ya los conocés. Acaso esté volviendo a suceder entre las listas locales. No importa, no es grave, siempre habrá gente dispuesta a dar una mano. Todo pasa, dijo el politólogo Julio Grondona, la memoria es el lujo de los intelectuales. Incluso este año se incurrió en la novedad de lanzar ‘fórmulas fantasmas’ para forzar al adversario a jugar en consecuencia, y después arrojar sobre la mesa el naipe pesado. Mucha gente comenzó a comerse sapos antes de que se anunciaran las fórmulas definitivas, pero no calienta, una Hepatalgina te ayuda a dormir mejor y mañana a otra cosa, que es siempre la misma cosa. Total, ya sabemos que no hay nada tan placentero como la repetición, dirían los Babasónicos…

Así fue que hubo repentinos wadistas (?) de la primera hora que terminaron con reflujo, aguante el omeprazol.

Aunque peor que chocarse siempre la misma piedra, lo que implica que hay otras, es estrellarse cada vez contra la única roca, pero la ‘tuneamos’ un poco y seguimos…

PERSONALITIS: Se vota a un jefe, el que encabeza. Es Salamanco vs Morán vs Nico vs Pacho vs Alomar. A quién llevan en su lista sólo interesa a la familia de cada quien. El sistema democrático es colectivista, gobierna un grupo, un equipo (el pueblo, dicen algunos románticos), pero las fuerzas políticas (hablar de partidos ya es demasiado) escogen, cada día con más fruición, el personalismo. Como si fuera a gobernar una persona sola, con maquetas alrededor. O capaz ya es así, si me permitís exagerar, y en el caso de que los gobiernos aún gobernaran. Nuestra democracia se ha vuelto tan delegativa, que ya casi no es.

Hijo del mismo virus es el afán de tantes por incursionar en la política, “meterse a solucionar cosas desde adentro” con la misma preparación que quien esto escribe para la plomería. Verdaderas hordas de nuevas figuras aparecen rebalsando boletas en cada elección, una gran mayoría de las cuales muerde el polvo y abandona. Como quien prueba con el pádel, lo planchan en el primer partido y regresa a las planicies del ping pong. Que vaya cualquiera en principio es saludable, pero mejor mirado es como si a una carrera estuviera en condiciones de ganarla cualquiera de los treinta autos. Más que fortaleza, trasluce fragilidad.

POSIBILITIS: Peor que nunca, lo que ves es lo que hay. Charly avisaba que “la entrada es gratis, la salida vemos”. Y había que animarse a subir a su legendario depto de Santa Fe y Coronel Díaz. En el caníbal aquí y ahora de nuestro mundo, la entrada es paga, y la salida imposible. Si hasta nuestros héroes y heroínas nos reclaman que seamos posibilistas, porque correrse de la huella equivaldría a provocar un cataclismo… Guarda que hay algo peor, te alarman. Lo dicen hace años y siempre viene siendo más jodido, bien que con un impasse que no supimos/quisimos/pudimos honrar. Lidiamos con un tiburón que afila sus dientes a cada mordisco, pero ojo que si se desata el mar… ¿Y si ya se desató y estamos defendiendo el dolor de ya no ser, esa nostalgia que es la peor de todas, como advertía Sabina, la de añorar lo que nunca jamás sucedió, lo que no llegó a fraguar más que un milagroso instante del que ya casi ni vestigios quedan? ¿Si nuestro posibilismo sólo garantizara que nada cambie, salvo el make-up y la danza de antifaces? ¿El kirchnerismo fue posibilista, o movió ejes? Curioso: posibilismo pasó de mala palabra a buena, al cobijo de una atmósfera social en la que, a diferencia del 2001, la desazón y el desinterés priman sobre la bronca.

Yo iría poniendo la mesa: en cualquier momento cae Lennon a decirte que mejor votemos a Massa. Massita y más allá la inundación… Acaso el bueno de John podría actualizar su dicho: de “podré ser un soñador, pero no soy el único”, a “podré ser el único, pero sigo siendo un soñador”.

La sociedad metaboliza todo, parece. Hasta sus sueños: los transforma en carne picada para comidas rápidas, y a menudo crudas, que no hay tiempo para preciosismos, joder.

PLUS: Un virus del radicalismo local, que más que de una fracción política habla de nosotres: arrojar a los pibes por la ventana, en vez de a los viejos. Nadie pide tirar a nadie, pero si a una fuerza política le produce psoriasis la aparición de muchachitos con apetencias y no la pretendida perpetuación de los mismos… La UCR debería celebrar el surgimiento de César Pacho y Nico Morán, en el peronismo los últimos pibites fueron ‘Bali’, Pisani y la omnipresente Laurita, menos recambio que el peinado de Angelito. Pero no: raudamente se abroquelaron Juan Carlos Morán y José Gabriel Erreca, hasta ayer enemigos íntimos, como Sabina y Páez (pero sin canciones, je), y les enfriaron la sonrisa. Hasta amontonaron históricos para mandarles una carta poniéndolos en caja, con el Comité a la retranca de cualquier ‘movimiento de renovación y cambio’. Más todavía, se permitieron aconsejarles/ordenarles “subir los escalones de a uno”. Imaginate si, con el dedito admonitorio, el PJ le descerrajaba tal cosa a un tal ‘Bali’ en 2010, cuando salía a caminar mientras (casi) todos se reían. O le exigía que no hiciera tantas casas de golpe, mejor de a tres. En Bolívar es tristemente común, rubro por rubro, sacá tu cuenta: a los nuevos se los combate, se les exige más, peor aún, se aguarda con verdoso entusiasmo su primer tropezón para decir, de mucha boquita torcida, “viste, qué te dije…”. No es la política ni la economía, es la sociedad, un abrazo a Clinton. Así somos, y así nos va, se llamaba un viejo programa de Adrián Ituarte para la tele local. Vos andá apilando tus ejemplos.

Hasta siempre, que siempre es hasta la próxima.

Chino Castro

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