Causa asombro, que tanto dentro del país como afuera, cuando salen, porque se les antoja o porque son invitados (invitan a Argentina) siempre terminan con frases que ponen en peligro la paz o demuestran que no valen y poco les importa. Pero aquellos ya saben que les sale de adentro y en particular porque andan todavía, mojando la oreja al otro. Al compañero. Tal el caso del presidente en gira que se le ocurre decirle a Biden que “ambos han heredado una economía desquiciada de quienes nos precedieron en el gobierno” y por si no bastare decía por aquí que por eso lo entiende, pero como no lee los diarios no sabe que la economía estaba mejor con el mandatario anterior; y sin guerra. Y en ese derrotero no es casual que desde que están hace ya un cuarto de siglo se dediquen a tergiversar la historia; y siempre, que casualidad, depredando la historia verdadera. La gozan destituyendo lo andado, bien o mal, pero cierto; que es así porque así fue.

Y curiosamente desde las alturas crean el caos en las calles y en los colegios. Algo malsano que ha de costar sacar de los quicios donde moran. En una palabra, han hecho muy bien el mal a este país. Y si por casa sucumben a diario a barbaridades y tiran por la borda la historia  verdadera, ni hablar cuando salen al mundo; pues por un lado desconocen el suelo que pisan y por el otro les sale de adentro el ser portadores de problemas varios y machacar; pues tan pronto hablan mal de un país como a los minutos que todo va bien. Es decir, que no se puede decir una cosa a la mañana y antes de la noche cambiar de opinión, porque además no tienen idea de los países de que hablan. Por otra parte, también cuando algo saben les gusta levantar ampollas. Pero a estas alturas, los diversos gobiernos en cuestión saben que esos argentinos están de paso.

Causa asombro que estas autoridades desde que subieron hace ya alrededor de veinticinco años, y causa pavor, al ver que se puede traducir como un cuarto de siglo que  hincha el tiempo, y pesa todavía más; en ese tiempo, no han parado de fomentar enfrentamientos para escindir la sociedad; algo, que no se puede creer, pero lo han conseguido, y de forma sobresaliente. Y parece mentira que siempre desconociendo la realidad y siempre malversando el futuro, porque el presente roto está, pero ellos tienen lo propio a buen resguardo, y por el momento bien atadito. Y en consecuencia, dependerá de los que vengan y actúen y no traicionen como el que acaba de renunciar; que un acto de importancia sirve, o parece,  para despejar el camino a los buenos; que esto es lo que se espera

Y como no saben historia, o nos lo hacen creer, pues el tema de los indios siempre al día. En contubernio con los indios que no son indios, mientras a los que son y están al norte les rompen las canillas; y por si fuera poco se van al Impenetrable a tener sus hijos. Cuando los españoles llegan a estas pampas los indios se conocen muy poco entre si. Las tolderías  están muy lejos de unos y otros por falta de trasporte e incluso la alimentación no es  excelente, y a pie, por más boleadoras y flechas, cazas un ñandú o un guanaco si tienes suerte. Otra cosa son los animales pequeños que están al lado y se los toma con la mano. Muy distinto es cuando llega el caballo que no solo cambia el paisaje sino a quienes lo crean a diario. Y el indio,  lo roba y lo monta y muy bien  y todo cambia; pues de golpe están cerca los unos y los otros. Y por otra parte desde el caballo se caza mejor.

Y con el caballo también se pueden hacer fechorías como invadir pueblos y estancias, algo que se hará cotidiano después de Mayo; cuando lo que sería Argentina entra en guerra entre propios y extraños y los indios que vendrán al mando de Cafulcurá, y no está de más recordar que ha cruzado el Ande; y para pacificar, Rosas inventa las raciones. Que dicho sea de paso, continuaron los políticos que le suceden. Ración a cambio de paz; mientras poco a poco va deshaciendo a quienes moraban y se desplazaban por estas pampas. Y un día están con el presidente o con tal cacique o con tal general, y otros con otros, y la boleadora en la mano hasta que en la presidencia de Sarmiento a Calfucurá le da por pasarse de vivo invadiendo los pueblos de 9 de Julio y 25 de Mayo, Tapalque, y las tropas al mando del General Rivas le vencerá en San Carlos. Y la pampa será otra; y Roca terminará de construir lo que es Argentina; o quiso ser.

Y si miramos hacia atrás se constata que el gran poema épico La Araucana no transcurre en Mendoza ni siquiera en las pampas, sino en el reino de  Chile  y por estas pampas se los ve a los araucanos que son los mapuches como una invasión  al menos al principio buscando o robando caballos, vacas y lo que a su alcance se ponía, además de vidas humanas y cautivos y cautivas  como se puede ver en mi último libro. “Virreinato del Rio de la Plata. Traslaciones por las pampas. Laguna Cabeza del Buey”. Y si bien mi ensayo termina en 1810, y como sin duda Sarmiento le vio la marca en el orillo al famoso  y lo venció en la Batalla de San Carlos  Lo que da pie para la famosa Campaña del Desierto con Roca al frente, que dará esta Argentina, que hace tiempo debería ser una potencia como lo fue, y que en el último medio siglo parece que los hombres y mujeres no están a la altura del pasado. Y ahora los antiindios, los que aparentan, se enojan porque Mendoza hizo, curiosamente, lo que tenía que hacer.

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