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domingo, 05 de mayo de 2024
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De esto y aquello

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Por el Dr. Felipe Martínez Pérez

Ya ni causa asombro tomar conciencia que desde hace veinte años andamos marcha atrás en todo. En cuestiones económicas y en cuestiones humanas. Desde hace veinte años las cosas que hay que hacer se las hace al revés. Y para peor desde hace veinte años, año más año menos, parece que romper patria y patriotas es de un orgullo tal, quemerecen sus henchidos pechos condecoraciones varias; y parece que en cualquier momento se patenta, pues la oposición nada dice, nada hace. Y yo que he escrito montones de veces que el futuro de Argentina, incluidos los camporitas, pasa por los radicales. Y resulta que se han evaporado. De manera que nacen o subsisten ciertas políticas,  que al parecer, solo les convienen a ciertos bolsillos que, en ningún momento  se corresponden con el trabajo. Eso sí, surgen por doquier debido a los medios modernos de producción a su alcance  tandas y más tandas de contraventores y enfrentadores. 

Y las cosas como son, salen buenos. Parece buena la matriz. Que se siga hablando de las chorradas de si los runners si, o los runners no, es apocalíptico.Que si se sale a la calle o se quedan en casa, que antes que la economías está la salud, ya parece joda, puesto que como es sabido por no hacer las cosas bien y a su debido tiempo, hace tres meses, deben cerrar otra vez miles y miles de comercios. Es patético y descorazonador para los dueños y para el país, pues ya se imagina usted lector como van a ser las ayudas convertidas en dádivas. Porque hay que repetir por enésima vez que el aumento de casos, son los casos que no quisieron ver hace tres meses porque lo que gusta es la cuarentena, más que tratar la pandemia. Ni pruebas, ni rastreos de contacto; y los barbijos no los usan ni los gobernantes.

     Basta ver el primer y enésimo día de cuarentena con las colas kilométricas. Menos mal que esta vez no eran jubilados y estaban en los autos. Y todo porque el gobernador olvidó interesarse por lo que le cabe. Al nuestro, que  se le ha metido en la cabeza no dar una hora y media más, porque se le canta, parece que estar en aperturas varias. Es que da lo mismo las seis que las ocho o que las once.  Una hora, para quienes deben y quieren  trabajar es no caer en manos de los que no trabajan; que curiosamente son los que mandan y exigen qué hay que hacer. Que es contra natura pero da igual. Para empezar y sin entrar en menudencias cobran sin trabajar  Las pérdidas son impresionantes y alarmantes cada día que pasa y que en vez de arreglar con trabajo lo hacen metiendo adrede y a empujones a todos en casa. Y el verso maléfico de echarles la culpa a los viejos. Será por eso que les bajan por enésima vez los dinerillos que no les permiten ni alojarse en el geriátrico más barato.  A estos presuntuosos  habría que  bajarles los humos.

Por otra parte los problemas no son del otro sino de ellos también, y el infierno a poco que se mire es de ellos solamente, y al parecer prefieren abrasarse. Y la gente no cierra sus comercios en la capital, sino en el país entero. Y en Bolívar. Aquí mismo a cuarenta metros acaba de cerrar la semana pasada un negocio floreciente y limpio. Y en cada manzana local podríamos entresacar negocios o personas que han sufrido desde el primer día la atmósfera agobiante de no saber qué va a pasar y acertar con el paso del tiempo. Que ellos no aciertan nunca y como escribía hace tres meses en esta página el virus se los va a llevarpuestos. Y ya es hora que alguien empezando por los virólogos, respondan por la mala praxis y por las órdenes desubicadas de todo este gobierno de científicos, según dicen,  por lo mal hecho adrede y lo no hecho, también adrede. Que se trata de muertos y ni se sabe el número. Y ahora claro asustados y altaneros, que los desubica mucho más. Pues ahora tres meses tarde salen los virus en las pruebas siempre escasas pero que declaman lo no hecho. Y eso no tiene premio, tiene cárcel si es necesario.

Porque al cabo y después de noventa días casi nadie cree en lo que se dice. Van tres meses largos y todavía no visten a los sanitarios como es debido. Y  por si algo faltare sabido es que en los momentos límites se ven los hombres y las mujeres, claro, y a pesar de estar casi el veinte por ciento de los sanitarios contagiados hay casos de no contagiados y del mismo palo que colaboran con el desmadre o no oponen peros, como por ejemplo vestimenta acorde. Tampoco se puede estar todo el día tirando al aire la cantidad de casos. Siempre hablando de números a secas. Claro que uno solo ya pesa pues tiene su sitio en la sociedad,Al testear en la calle, aunque pocos todavía, hay que hablar de porcentajes. Que son los de hace tres meses más los contagiados por no buscarlos, de manera que la cuarentena cunda.

Y no dar la tabarra que esparza el miedo; y permita a los tunantes  postergar y postergar y postergar para después de rodillas ir a pedir el mendrugo de pan; y no ha venido el camión como respuesta, pero mire usted está estacionado en la vereda, pero para los del palo. En una palabra que el oficialismo está nervioso, con cierta razón, por apostar a la sinrazón,y ahora no saben cómo sigue el problema.Pero saben que han hecho todo mal y que mientras la gente miraba asustada todo andaba bien.En consecuencia se asustan los asustadores y los asustadizos. Al punto que se la creían, y mientras la gente en casa, el lobo de fechoría. O sea, sabenque bastan dos o tres de la oposición, con las ideas bien puestas, arriba y bajo, quealgo les puede caer por mala praxis.

 

 

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