13 de julio de 2025
por
Dr. Felipe Martínez Pérez
La luz roja hace ya unos meses que se había encendido; y no deja de ser algo tremendamente llamativo, por lo grave, aunque traten de despistar; porque para decir las cosas como son, ya las lucecitas rojas se fueron encendiendo desde los primeros días y es que la política no se hace a puro insulto, porque en tal caso quienes quedan desmadejados y dejados de lado, son los políticos, aunque no quede otro remedio que aguantarlos. En una palabra que no se puede hacer camino mediante el insulto permanente. Porque, además, llega un momento que los asuntos de importancia saltan por los aires, porque no se puede marchar junto a quien te insulta y no suave, sino al estilo de los viejos carreros, con el respeto que me lleva a aquellos carreros, pero no a los políticos actuales.
Lo cual, y no les entra en la cabeza, echa por tierra cualquier cosa seria, que en una de esas, salga de sus labios. Y lo más inentendible, es que a dos años vistas, no sale nada para el bien y el bienestar; y sí los insultos para el mal Y seguramente se enoja porque en Tucumán le harán el vacío; y se lo hicieron. Y lo tremendo no es que le hagan tamaño desaire, sino que se haya llegado a ello y tome conciencia el día de la patria perdón a todos por escribir patria. Y la patria, gracias a la falta de patriotismo salió desmelenada. Y que no se atreva a ir a Tucumán porque se puede decir cosas irreproducibles. Sin embargo, acostumbrado a maléficos decires en las largas madrugadas, y entre cuatro paredes parece más fácil que lo que puede ocurrir a la vista del público y en horas normales. Y bajo la bandera. Que no es lo mismo que tomando mate; y al cabo reculando el día de la fiesta.
O sea, que el día más importante no lo han celebrado y con ello se asiste a otra más por el estilo. Porque para nadie puede pasar desapercibido, que las fiestas cimeras, o por el estilo, se las camufla con puentes largos, más largos o menos cortos; y con ello se logra, que nadie se acuerde por qué no trabaja o está en algún punto del país. Y que por lo regular no recuerda la patria. Pero justamente de eso se trata de que no haya patriotas. No es la primera vez que sucede, ni ha de ser la última, porque pasan el tiempo en ver como ascienden económicamente y las fiestas patrias que deberían dar la pátina de argentinidad, pues nada, se pierden en el pasado; que por otra parte eso buscan que no exista el pasado. Y sin embargo, ellos, los políticos no salen de sus propis embrollos. En este mismo momento los tunantes no se ponen de acuerdo para hacer las listas y otro tanto ha de ocurrir con los otros, cuando se sienten a ver si vas tú o voy yo. Y por supuesto y al cabo, lo único tangible es el balcón. Que Argentina que va para el siglo que anda a fuerza de balcón y extendiendo los brazos para abrazar al pueblo. Que cosas veredes Sancho; y en consecuencia, no deja de ser curioso que la única que habla es la presa. Que no debería hablar y menos arengar.
Que este es el sino de Argentina. La única que habla, como si estuviera limpia, es justamente la que debe callar. O sea, la Argentina cotidiana del último cuarto de siglo; o por ahí. Y que quiere el hombre, no lo sabemos, aunque mientras tanto se ha peleado con buenos y malos y sin tomar conciencia de que el español es un idioma riquísimo, y como si le faltara el leguaje al hombre, además de los insultos siempre a flor de piel, y con las ratas saltando, que claro, siempre son los otros, como el famoso infierno de Sartre que eran los otros, pero claro, tenía prestancia intelectual para decirlo. También alguna bajura pero bueno. Y por aquí en los lenguajes de los humanos que acompañan al que no se le escapa una y sin embargo, el resumen es contundente, se ha peleado con propios y extraños y no ha creado ni un solo puesto de trabajo Y mientras tanto el verdadero cuadro político, que sin duda es la vicepresidenta, mirando; y todos enojados con ella. Y en definitiva mucho ruido y pocas nueces; o ninguna. Y además olvida, que lo hemos votado todos pero para sacarnos de encima a los otros y por desgracia lo que podía haber sido una gran acción, hasta ahora todo desdibujado. El pescado sin vender y ennegreciendo.
Y Milei ha desgastado a la gente en sus cuerpos y sus mentes y resulta, como era de esperar, después de tanta fanfarria, que el desgastado es él; y por si algo faltare, está resultando que hemos perdido ya, casi dos añitos, que se han de sumar al casi siglo perdido por los argentinos: todos, los unos más los otros menos. Es decir que desde que Sarmiento y Roca -perdón por nombrarlos- y los miles de inmigrantes hasta los primeros años de los cincuenta que hicieron la Argentina. Y después cosa curiosa, ocurre que los otros, es decir los nietos y bisnietos se han dedicado a romper la Argentina, que es la tierra de sus mayores, o al menos la de los grandes sueños; y erigen la hecatombe, que les sale muy bien. Por supuesto que no son todos, pero se nota que son demasiados. Y en lo que respecta a la actualidad, mucha ferretería y pocos tornillos, que no deja de ser una buena frase, y actual. No es que sea para el Nobel, pero les vendría bien a buena parte de los políticos, y en particular al especial, que se está volviendo general como todos. Y avanzando a tientas y a locas y nada de importancia surge para paliar el presente y presentar el porvenir.
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ACCIDENTE
El infraccionado intentó fugarse y chocó a una motociclista que pasaba por el lugar.