16 de mayo de 2025
En el marco del Segundo Congreso de Bioconstrucción y Cambio Climático.
Escuchar artículoEl jueves y viernes pasados se llevó a cabo en la ciudad de La Plata el Segundo Congreso de Bioconstrucción y Cambio Climático, organizado por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA).
En el marco de esta convocatoria, se inauguró en la Casa Curutchet una muestra de obras de arquitectas y arquitectos artistas plásticos pertenecientes a los Distritos 7 y 8 del CAPBA, consolidando el cruce entre arte y arquitectura en un espacio emblemático.
Entre las obras expuestas, se presentó una serie de croquis del arquitecto bolivarense Justo Robledo -integrante del Distrito 7- que representan edificios y lugares icónicos de la ciudad de Bolívar. Estos dibujos fueron realizados mediante la técnica del dibujo urbano o urban sketching, que consiste en representar lo que se ve directamente del natural a través de un boceto rápido y a mano alzada, ofreciendo una mirada artística y sensible sobre el patrimonio urbano local.
"En manos de alguien que sabe mirar, un lápiz aún tiene la capacidad de emocionarnos"
A propósito de las obras de Robledo, antes de la muestra su colega arquitecto Raúl Sotelo envió las siguientes líneas a Casa Curutchet:
"Cada croquis de Justo es mucho más que un simple trazo en papel: es un viaje profundo hacia los recuerdos, una invitación a ugar con la memoria patrimonial y a reencontrarnos con los espacios que han dado forma a nuestra identidad. A través de su mirada sensible, Justo rescata fragmentos de la ciudad, rincones olvidados, escenas cotidianas que, al ser plasmadas a través de sus simples trazos, cobran nueva vida y significado.
"Sus obras no solo apelan a la estética, sino que despiertan en el observador una conexión emocional con los lugares representados. Nos invitan a detenernos, a observar con otros ojos aquello que creíamos conocer, a redescubrir lo nuestro. En tiempos en los que lo digital domina casi todos los ámbitos, sus croquis se alzan como un recordatorio poderoso del valor de lo hecho a mano, de lo auténtico, de lo humano.
"Es también un testimonio del oficio del arquitecto como narrador visual, como intérprete del espacio y del tiempo. Un lápiz, en manos de alguien que sabe mirar, aún tiene la capacidad de emocionarnos, de contarnos historias y de seguir construyendo memoria colectiva".
Este texto fue gentilmente compartido para su publicación aquí por el propio autor y la también arquitecta Roxana Carretero, que a requerimiento nuestro nos brindó la información necesaria para dar a conocer esta noticia.
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