FEDERAL A. A la final, con autoridad y fútbol

Ciudad de Bolívar escribió un capítulo importante en la historia del fútbol local con un triunfo sólido en la revancha de semifinales del Torneo Federal A frente a Argentino de Monte Maíz. El conjunto celeste revirtió el 0-1 y la pálida imagen del partido jugado en Córdoba siete días antes, y este domingo en el estadio municipal impuso su juego, su ambición de gol, y construyó una clara victoria por tres a cero.

El Celeste estaba obligado a ganar para ser finalista, por eso no extrañó que intentara volcar el juego sobre terreno adversario desde el primer minuto. Lo que sí llamó la atención fue la actitud del conjunto cordobés, porque puso gente en defensa pero no evitó que los jugadores de Ciudad se le colaran por todos lados y tampoco ofreció nada de mitad de cancha en adelante. El gasto físico, el fútbol, las asociaciones de los mediocampistas, las subidas de los laterales, los aportes de los delanteros y la seguridad de los defensores, todo esto estuvo a cargo del elenco local. La tarde se presentó climáticamente espantosa para jugar y para observar el partido, pero el estadio mostró buen marco de público y el equipo estuvo a la altura de lo que se jugaba. No quedaron dudas de que Ciudad ganó bien y clasificó merecidamente a la final.

Como siempre, el alma del equipo fue Arnaldo "Pitu" González, dueño de la cancha, pero tal fue el nivel de juego del grupo que esta vez fueron varios los que pusieron difícil la tarea de elegir una figura. Es que todos hicieron su aporte en diferentes momentos del juego, mientras el 10 y sus socios del mediocampo buscaron las distintas maneras de mantener el juego en terreno adversario y encontrar los caminos para lastimar a su oponente.

Brian Duarte a los 12 minutos ya tranquilizó la serie porque terminó en gol una linda jugada grupal e igualó el resultado global. Caraballo hizo la diagonal, recibió un gran pase de González y mandó el centro atrás para que el "Mono" hiciera un pase a la red para el primer grito de la tarde.

El paso del tiempo, luego, mostró un resultado corto, pero en el juego fue casi todo de Ciudad, que siguió insistiendo sobre el área rival, a veces siendo profundo en sus avances y sin sufrir ningún sobre salto defensivo. Y cuando la pelota pasó por González, se generaron expectativas. Después de la media hora, el ritmo fue siendo otro, pero las mejores sociedades estuvieron en Ciudad, que fue sumando gente en ataque, volcando incluso a sus laterales en ofensiva y permitiendo ver triangulaciones propias de un equipo seguro.

Luego de otras situaciones de peligro que no terminaron en gol por falta de puntería y algunas intervenciones del arquero Bonet, llegó el dos a cero antes del cierre del primer tiempo. Y con este gol, el estadio municipal ya tenía un ganador y un finalista.

Dos tiros de esquina consecutivos terminaron con el gol de Alex Díaz a los 43 y fue entonces cuando se definió la historia. Argentino, apático durante toda la tarde, no ofrecería nunca una reacción, ni una muestra de amor propio que se le puede imaginar a un equipo que está en una fase tan importante.

Y el arranque del complemento fue una continuidad de lo visto en el primer tiempo. Ciudad dueño de la pelota, pisando el área rival y llegándole al rival por distintos sectores. A los 7, Bonet le tapó un mano a mano clarísimo a Caraballo pero dos minutos después no pudo evitar el tres a cero, cuando Luciano Lepettina, el 3 de Ciudad, llegó hasta debajo del arco como un delantero más para ponerle el moño a una hermosa jugada grupal. Ya por entonces Ciudad se floreaba, ganaba, goleaba y gustaba en una tarde soñada.

Todo lo que se vio después estuvo de más. El equipo de Diego Funes dominó de principio a fin y ganó bien, ante un rival del que se esperaba algo más, otra actitud, otra voluntad, otra ambición.

Y en lo que respecta al arbitraje del tandilense Diego Novelli, que estuvo en la mira por todo lo que se ha comentado de Ciudad en este último tiempo, no influyó para nada en el resultado del encuentro.

Ciudad es finalista de un torneo largo, exigente, parejo, competitivo, que demanda mucha planificación y trabajo para llegar a estas alturas de la temporada en un nivel alto como el que muestra hoy el conjunto representante de Bolívar.

Atlético de Rafaela, un club con historia incluso en Primera división, será su rival. Juntos se encargarán de escribir esta página que es dorada para el fútbol local. Restan 90 minutos para saber cuál de los dos asciende a la Primera Nacional y cuál debe conformarse con apostar a una segunda chance en la Reválida. Desde el domingo que viene, tras el partido en San Nicolás, un equipo de Bolívar podría alcanzar la segunda división del fútbol argentino. (S.M.)