En su tercera vez sobre las tablas, Juan Manuel Cánepa, el hombre al que de chico le gustó hacer sketches, está “conforme” con su performance en Tercer Cuerpo, lo nuevo de Vamos de Nuevo, una obra que le interesó “muchísimo”. Componer a Héctor, una persona “perdida, tratando de encontrarse”, fue una tarea ardua, que sin embargo y aunque admite que le falta “mucha práctica teatral”, pudo plasmar en escena “con cierta soltura”.
Componés a un personaje con cierta complejidad: parece alguien muy simple, pero con el correr del relato empieza a mostrar un conflicto agudo, y va cayendo en una suerte de telaraña, a enmarañarse.
– Sí. En sí, a todos los personajes los une la historia de la soledad, todos estamos solos, si bien compartimos lugares laborales no tenemos integración y cada uno trata de resolver su problema desde una mirada muy egoísta, creo.
Sí, a nadie le interesa el otro.
-Para nada, para nada, cada uno trata de resolver su problema. Y mi personaje, que aparece recién casi a mitad de obra, aunque se lo menciona con anterioridad, está tratando de buscarse, como que no sabe bien qué hacer. Sale de una situación difícil y quiere probar, está buscando cómo evitar esa soledad que siente. De distintas maneras, no parece tener éxito con ninguna pero no deja de buscar.
Tiene algo de adolescente tal vez ese personaje: ha vivido siempre con la madre, y atraviesa una crisis quizá más propia de edades más tempranas.
-Yo creo que quienes han atravesado la soledad por períodos importantes llegan a esas crisis en las que nada les es ajeno. Pueden probar en todos los aspectos, porque esa persona está enojada con sí misma.
Ninguna pregunta es para otro, todas pueden ser para sí.
-Claro. Ese hombre está tratando de encontrarse, es una persona realmente perdida, que busca caminos diferentes.
¿Cómo fue componer a este Héctor?
– Mirá, para mí es lo más difícil identificarse con un personaje y lograr vivirlo desde adentro. Es algo que el director (Carlos Alberto Teijón) nos ha tratado de inculcar siempre, pero a veces la característica del personaje es tan diferente a lo que uno vive, que no logra casi introducirse en el traje suyo. Es una obra que llevó mucha práctica, estuvimos casi un año haciéndola, preparándola, y la verdad es que todo ese esfuerzo que realizamos por lograr el personaje, en algunos casos fructificó.
¿En tu caso estás conforme con tu parte del asunto, y qué opinás de la propuesta general, de lo que seguirán ofreciendo estos días?
-Sinceramente me interesó mucho la obra. La había visto en pandemia por streaming, me la habían recomendado, sin saber que podíamos llegar a hacerla alguna vez. La encontré muy interesante, muy difícil, la tuve que ver un par de veces porque la versión original que hizo Claudio Tolcachir (el autor y quien la estrenó en CABA) tiene un ritmo que te deja afuera de muchas situaciones que se dan, pero reviéndola uno aprecia cosas muy sutiles que suceden allí. Me interesó muchísimo, y sinceramente estoy conforme con mi personaje, yo he hecho un primer papel en Esperando la carroza (hace cuatro años), otro en Milagro en Cortínez, que fue por Zoom, durante la pandemia, y ahora a Héctor. Creo que lo pude interpretar con cierta soltura, si bien admito que me falta mucha práctica de teatro, trato de acompañar los talleres pero me falta experiencia, y eso es fundamental.
Teatro que me hacés bien: “Me ayuda a ser parte de la sociedad y a comunicar cosas”
Me decías fuera de micrófono que el teatro te hace bien, y que te interesa ser parte de Vamos de Nuevo y seguir actuando.
-Creo que el teatro es una buena manera de liberar tensiones, de expresar cosas. Hace bien, indudablemente. Yo que vivo aislado, en un ámbito rural, el teatro me ayuda a ser parte de esta sociedad. Yo creo que hacer teatro ayuda mucho a comunicar cosas.
Y seguramente enseña cosas sobre la sociedad, y sobre uno mismo. Has de aprender metiéndote a construir un personaje, sumergiéndote en los intersticios de su psiquis.
-De por sí, a mí desde muy chico me gustó hacer sketchs de comedia. Y en otras instituciones en que participo me han visto disfrazarme, por ejemplo, pero es muy diferente a cuando uno toma una obra donde debe seguir un libreto, estar en contacto con compañeros que están esperando nuestra respuesta, sostener un diálogo. No es lo mismo que hacer algo que uno escribe, lo vive y lo transmite como puede.
Claro, es un dispositivo del que formás parte, jugás dentro de ese diseño, sos una pieza más, como la aguja de un reloj que está en consonancia con otro montón de elementos, y que hacen que eso funcione o no.
-Sí, el público afecta mucho.
Es parte de ese engranaje, decís vos.
-Sí, es parte. Que yo recién ahora empiezo a notarlo así, porque la sala de Vamos de Nuevo es más chica. En el Coliseo no nos pasaba, ya que si bien las devoluciones del público, las risas durante una función llegaban, era de otra manera: estaban más lejos, resultaban más anónimas. En la sala actual uno hasta reconoce ciertas voces, por ahí de algún amigo o familiar, y eso de alguna manera te afecta. Pero es el juego que propone el teatro, es interesante, y sinceramente lo vivo con gusto.
Con “Tercer Cuerpo” se da algo curioso: el público se ríe mucho, cuando en realidad la obra es un drama, con toques de comedia pero un drama, o en todo caso una comedia dramática.
-Yo no sé si llamarlo comedia, para mí es un drama con algunas situaciones para la risa. Nosotros estamos en contacto con quien escribió la obra y la llevó a escena, Claudio Tolcachir, y nos dice que le ha pasado lo mismo en casi todas las representaciones que ha hecho de “Tercer Cuerpo”, tanto acá como en España, donde estuvo muchos años en cartelera. Ha encontrado ese público que no se sabe si por nervios… Bueno, hay situaciones graciosas que dan para reír, pero hay gente que se ríe de cosas que se plantean allí que son verdaderamente duras, difíciles, dramas para los personajes. Pero es la reacción del público, uno tiene que aceptarla como viene aunque hay veces que, del lado del actor, a uno lo descoloca sentir una carcajada cuando pasa algo que el personaje está sufriendo.
¿Qué devoluciones has tenido, a la obra y a tu performance? Han sido cuatro funciones a sala llena, pero luego esa gente comenta cosas, da su parecer, y algo de esas miradas llega a ustedes.
-Hemos recibido muy buena crítica, creo que para ser una obra de estas características… No todo el público está acostumbrado a un teatro donde se recurre mucho a la imaginación, donde muchas veces los personajes hablan con personas que no están en el escenario, y entonces hay que imaginárselas. Por ahí esto es más para personas que están habituadas a este tipo de teatro, pero la verdad es que hemos recibido muy buenas críticas, desde ya que muchas han sido de familiares, amigos, gente conocida que se ha acercado a ver, pero el caso es que nos han incentivado mucho a seguir trabajando en esto. El derrotero de funciones de “Tercer Cuerpo” continuará el viernes 23 y sábado 24, a las 21.30 horas en Falucho 780.
Chino Castro.
