Días pasados estuvimos en diálogo con Julio Zorrilla DT del Club Empleados de Comercio de nuestra ciudad, quien saliera campeón de la Liga Deportiva de Bolívar en el Torneo Oficial, tal como lo había sido en la competencia anterior, el Torneo Preparación. Julio nos contó de esa linda sensación de obtener otro título más en las vitrinas pero también habló de su desvinculación -con todo su cuerpo técnico- del cargo que ocupaban al frente de la Primera división “albirroja”, aunque seguirá ligado con el mismo trabajo en las inferiores “gallegas”.
Se termina un año que fue bastante positivo en lo deportivo para vos…
– Si vamos exclusivamente a lo deportivo, fue muy bueno. Jugamos dos campeonatos y salimos bicampeones, así que estoy muy contento por eso y ahora disfrutando.
Fue una fiesta el Estadio Municipal en el último logro…
– La foto final refleja hoy cómo está el club y lo que estamos viviendo; ver una foto con la camiseta de la entidad, los padres acompañando, simpatizantes, dirigentes… Fue algo muy lindo, no sólo para nosotros, sino que refleja cómo estamos como institución.
Antes de la nota que hicimos ese día del festejo, te gritaban: “Julio no se va, Julio no se va”, pero Julio se fue…
– Sí, era una decision que había tomado a mitad del campeonato. Ya lo había hablado con los directivos: más allá de los resultados que obtuviésemos, iba a dar un paso al costado. Me pidieron que me quedara, pero mi decisión ya estaba tomada; ellos la entendieron, saben que no se debe a que no quiero estar en el club sino que obedece a algo netamente familiar. Estoy en una etapa de mi vida en la que tengo que aprovechar algunas cosas; fui papá, así que voy a descansar un poco. De todos modos seguiré aprendiendo sobre dirección técnica, estudiando, porque es algo que me gusta y quiero hacerlo, así que continuaré preparándo para otras cosas, más adelante…
¿Cuántos años llevás en Empleados, primero como jugador y ahora como DT?
-Toda una vida; primero como jugador y después como DT, y ya que estoy quiero agradecer a la persona que me llevó en mis inicios a dirigir, que fue Edgardo “Pato” Castro. El fue también quien me hizo estudiar para ocupar este cargo; mis mejores palabras de agradecimiento para él, que seguramente desde el cielo estará orgulloso por todo lo que hemos hecho.
Agradezco también a la gente de Empleados que me dio la oportunidad, siendo que yo venía de otro club, de ser jugador y después dirigir inferiores. Son 13 años que llevo con los más chicos… Y sin tener experiencia en el primer equipo, me dieron la confianza para trabajar con tranquilidad; dimos todo y no es casualidad de que Empleados hoy sea bicampeón.
¿Cuáles fueron los momentos ingratos y gratos dentro de los “albirrojos”?
– En el fútbol hay de todo, pero el recuerdo más ingrato que tuve fue el fallecimiento de “Patito” Demasi, por quien también mando un abrazo al cielo. Fue mi compañero siempre.
Y el momento más grato está representado por estos últimos años en el club, a los que he vivido con enorme pasión; todo ha sido muy grato y traté de aprovechar a full.
¿Junto a vos se alejó todo el cuerpo técnico de Primera división?
– Sí; Sebastián Jornefí, que fue el “profe”; Alejandro Cisneros, DT de la Reserva y mi ayudante, y por supuesto yo. Fueron decisiones muy personales; ocurre que estar en Primera e inferiores nos demanda mucho tiempo, los sábados, domingos, los feriados… Con inferiores, trabajamos de lunes a viernes y eso deja un desgaste, por eso dimos un paso al costado.
¿La llegada de un hijo cambia mucho?
– Gracias a Dios estaba en la panza de mi mujer y llegó con el primer campeonato. Después, teniendo 6 meses de vida mi hijo, logramos otro campeonato y lo festejó conmigo, pudo estar ahí, así que ahora a disfrutarlo
Buena suerte, felices Fiestas y seguramente nos encontraremos en alguna cancha…
– Seguro; siempre voy a estar presente, con divisiones inferiores vamos a seguir. Hay que reordenar un poco la estructura que tenemos, organizarla bien, así que trataremos de darle más horas a los chicos.
Quiero agradecerle nuevamente a la Comisión Directiva que confió en mí y en el cuerpo técnico; al Consejo de Fútbol de nuestra entidad; a los hinchas que siempre fueron incondicionales con todo el plantel; a los jugadores, porque los verdaderos bicampeones son ellos; a mi gente, a mi familia: mi mujer, mi hijo, a todos los simpatizantes del “gallego” y a La Mañana que siempre está con el deporte.
A.M.
