A veces uno piensa que para andar bien Argentina debería tener elecciones todos los años; y entonces, todo sería nuevo, porque a cada rato se estarían haciendo obras; y en una de esas hasta construyendo el futuro, incluso, por gente que al día de hoy solo conoce el presente; porque, por otra parte, tiene los bolsillos opulentos para no pensar en el mañana. Pero volviendo al principio, aunque todo principio tiene o no futuro; porque en tal caso, todo sería reluciente. Desconozco si tal asunto de tanta envergadura podría darse en todos los países, pero en este no me cabe duda; pues basta que se acerquen comicios para que se haga obra. Tampoco mucho, que nada es a lo grande, y más para la galería, que, al contrario, lo que era grande ahora es chico gracias a las cabezas pequeñas y a los bolsillos grandes; que nunca alcanzan las tallas desde Menem que empezó esta moda.
Pero si no fuera por esto malo, el país estaría siempre reluciente y hasta con múltiples cables de alta tensión. Pues sería asombroso. Una pinturita, Las calles limpias, todavía faltan las flores en los balcones -aunque aquí hay pocos- de agradecimiento, las escuelas todas limpias, y ordenadas sus ventanas al sol; y aire acondicionado. Las calles relucientes. Las plazas pintaditas. Pero como son cada cuatro años pues todo caído empezando por los contendientes. Y ni hablar de los de estos días. Uno forma parte del cuarto de siglo, y con ellos ya está todo dicho. El otro, lo dice él mismo y de corazón, piensa romper todo lo que hay, y no sabe hacer nada nuevo, porque es de la casta personificada y lleva el pedigree de lo nefasto. Al punto que rememora un alemán famoso. Y ella, que es la que tiene que ganar, pues parece que según la casta política y la casta de la prensa en general, es como tontita, como si no diera la talla. Es decir que menos mal que el pueblo piensa distinto en su mayoría porque de lo contrario nos vamos otra vez al garete, La casta, que son todos, y en particular la que viene desde Menem a la cual está adscripto Milei parece que desea otro cuarto de siglo con el pueblo de convidado. Ni Masa ni Milei. Solo Patricia. O sea, lo de siempre, el menos malo que al parecer es buena.
Y hablando de la casta, no deja de ser altamente curioso esto de los dólares que se van a las nubes ante la algarabía de la casta, que los mueven y se los quedan; que suben y suben y no dejan de subir y es como el maná que viene del cielo. Y que curiosamente siempre y desde hace años pero no a matar como ahora, pero lo que asombra es que ni es maná ni cae del cielo, sino que por el contrario es algo que mueven siempre los mismos y ahora, más mismos que otras veces, pues ahora es a matar; a fundir Argentina y a cada uno de los argentinos. Todo lo que hace esta gente es para terminar con Argentina, pues están seguros que esta Argentina, ha de terminar con ellos o con buena parte de ellos en la cárcel. O sea, que lo mueven, los cuatro o cinco que lo pueden mover, para ellos y para la casta reducida, aunque después beban otros.
Que por lo demás lo asumen como sustento varios miles de docenas de elementos humanos que andan por ahí cerca de la fuente; y como es de rigor, ya que está,lo aprovechan y me parece muy bien, todos los que pueden comprar las cantidades que estén a su alcance. O sea, a la vez que algunos se regalan dólares, a los demás que llamaremos pueblo, le regalan billetes nuevos que llegan con el olorcito de la tinta; y lo más llamativo que los números de serie se suceden sin contemplación alguna. ¡Mira, mira, tengo cuatro de mil que se suceden los números!¡Y yo seis, te gané! Mil pesos, ni una propina. Y se presenta a elecciones uno de los maestros de esta danza; y para que todo se venga abajo y ni siquiera se puede importar.
Por otra parte si usted piensa en Argentina y singularmente en los argentinos, desde un princpio ni lo dude. Vote en serio y por Argentina y de los tres solo queda una. Nada para el Massa porque la película está vista durante un cuarto de siglo. Por supuesto no vote a un tal Milei que es el que quieren gane buena parte de los medios y los truhanes de siempre. Y sobre no es necesario votarlo porque no necesitamos a nadie que rompa todo, sino a alguien que arregle todo; y para empezar que surja el trabajo. Hay que trabajar. Argentina se arregla saliendo del dólar y entrando al peso y no rompiendo el peso para jodernos a todos con el dólar; y si usted tiene más o menos o muy bien puestas las ideas, pues no le queda más remedio que la Patricia, por otra parte no hay más, que para empezar es mejor que los otros dos juntos o separados.
Y sería una buena manera de empezar a crecer y a henchir el peso. No hay ningún país que ande bien con el dólar salvo EEUU. Y no es casual. Por lo tanto no está la zorra para bailes que diría un tal La Fontaine, o dicho de otra manera, no es el momento de experimentar y menos con el dólar, pues por el contrario, se trata de salir de él apuntalando el peso y en tal caso, ni Massa ni Milei. Que por otra parte es lo mismo. Y un dólar para todos como ha sido siempre. Por otra parte no está mal cambiar de mujer. Desde hace un cuarto de siglo una está rompiendo el país y por lo tanto se podría probar con otra, que parece más constructiva.
