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De esto y aquello

Nota 1605 - (5ª Época)

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Por el Dr. Felipe Martínez Pérez.

No es que el mamotreto sea inabarcable en el tiempo o que necesite meses de tiempo. El problema no es el tiempo sino que no pase el tiempo. El problema es que entre los Hunos y parte de los otros, existe el parecer de no avanzar nada o avanzar en demasía. Faltaría que solo nos quedemos con el sueldo. Una es esa y la otra que acostumbrados a dos o tres veces al año reuniones, ahora no están acostumbrados a trabajar, y por otra parte ni siquiera les altera la bilis el hecho de trabajar por la patria. O sea, que ni los Hunos ni los otros se atreven a decirle a Milei que no es necesario trabajar a destajo. Y el asunto es que con un millón de pesos por mes es muy distinto a vivir con cerca de doscientos mil o con la limosna. Y el problema, vuelve al mismo sitio de siempre, que los que llevamos al hombro el país no podemos esperar a que cuatro representantes de nosotros queden sentaditos en sus casas viendo y soñando con que todo se caiga; y pase nada o poco. Y aparezca como el fracaso del siglo. Los que trabajan de verdad con el cerebro o con las manos no pueden esperar a los otros, los que trabajan con ambas pero con fines poco éticos o directamente malsanos.

Aquí cuando se quiere se gobierna por decreto y es ampliamente conocido que militares y no militares, han creado a diestra y siniestra los decretos que les venían bien al caso. Pues estas cámaras se van a poner las pilas cuando algún decreto salga de ejecutivo y se ponga a trabajar. Que por esos caminos no se puede esperar ni dormir;  ni se puede andar de manera equivocada por las fieras que viven a la vera del camino y sobre todo porque el señor Milei ha dicho que “dos tercios de las mejoras de su plan económico se van a ver en los próximos 15años”. Que parece mentira que lo que se arregla en quince días se lo lleve a cifras mentirosas. Es de suponer que no estaremos ante el diluvio universal o alguna de las pestes de las que se hace eco la Biblia, porque si falta tanto tiempo para estar mejor como dice el señor presidente pues que de un paso al costado porque no ayuda el miedo, sino que ayuda la certidumbre de que en tres mes amanecerá, pero si saben hacer bien las cosas. Porque la Argentina se arregla con un dólar solo  no unos cuantos, porque son unos cuantos menos que antes, pero también son varios y es hora de que de verdad veamos amanecer.

Estoy harto de escuchar o malos augurios o que vamos a estar bien dentro de un cuarto de siglo pues señor presidente en ese caso no lo ha de ver un tercio de la población. Y yo como no se economía ni tengo amigos economistas ni amigos a los que les deba favores pues sé, que con un dólar solo -UNO- ya marcha la Argentina. Y es hora, también, de ver como los amiguetes que no son estatales, se ponen a crear fuentes de trabajo, porque o no entiendo por que yo trabajo con las claves no muy claras ,y ellos, los amiguetes, o no, que se van a quedar con la totalidad del país no empiezan ya. O sea, con ellos las cosas bien claras y con  nosotros siempre con niebla. Al cabo una manera artera y ridícula de defenestrar capas sociales.

Y ya que se meten a romper todo para que todo sea nuevo, pues le he decir al señor presidente, que la Medicina no se arregla con los medicamentos genéricos pues, estamos acostumbrados a la droga junto al nombre de fantasía, y no hace falta que caigamos en tal asunto. Y por si faltare ya se hacen las recetas electrónicas, que sirven solo para dos cosas; para perder el tiempo  y para que las muchachas de las farmacias entiendan la letra. Lo demás señor presidente es todo al divino botón y en eso va un siglo. Sí, hay que arreglar precios, pues no puede ser que haya medicamentos que valen un tercio o un cuarto de la jubilación o aunque parezca mentira muchísimo más que una jubilación. Y como dijo Ortega “argentinos a las cosas” y no al miedo y al palabrerío, que agrego yo. Y recordar todos los días, mientras el señor presidente trabaja, que en principio no lo hemos VOTADO a él, sino que hemos BOTADO a los que estaban. Había muchos  para botar y uno solo para votar. Y era uno, para no tener hunos. A mí lo que no me entra en la cabeza es para qué llevar a las Cámaras, lo que no quieren escuchar los de las Cámaras, y que en infinidad de oportunidades lo han hecho por decreto; y que tengamos que esperar según ellos que se caiga el presidente, y que éste, insista, en ponerlos entre la espada y la pared cuando la lógica sería empezar por sacar algunas cosas de importancia por decreto. Porque de otro modo nos vamos asfixiar esperando y la espera la salvaría como es habitual la soja y no la utilidad de los políticos. Pero a los que trabajamos no nos salvaría ninguno, porque los políticos gastan más tiempo en ver como pagan lo que gastan ellos y los anteriores, que, el tiempo que gastan en cuidar de cada uno de los que curiosamente los han votado. Y no faltan los de siempre que prefieren algún militar y que por supuesto sería otro fracaso; y no por los militares. Pero sería otro fracaso, eso sí, de la Casta. En la cual moranlos presentes y los ausentes. Y por supuesto, lo ya tradicional, de la traición a la patria y a cada uno de los patriotas; que dicho sea de paso, a ver lector, cuánto hace que no escucha el Himno Nacional.

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