En la segunda fecha del regreso de La Lomada casa de bandas, el sábado hizo su debut en la cálida vivienda de Prolongación 25 de Mayo y Antonio Díaz Tía Pelusa, el trío de Salvador Agustoni, ‘Lula’ González Livio y Fede Suárez.
Ante escaso público, el combo desplegó su batería de rock sucio y garajero, conformada (en versiones tuneadas) por varios ‘perdigonazos’ que pertenecen al repertorio de las anteriores bandas de Agustoni en la ciudad, es decir Los Salvadores e Interior Profundo (especialmente de la primera), más un puñado de estrenos.
Rock directo, crudo, con dosis de punk, de psicodelia y de dark; de eso se trata lo que Agustoni cocina para su nuevo proyecto, de algún modo su marca de fábrica, en este caso complementada y enriquecida por sus coequipers. El ‘Rojo’, que compartió con Roberto Pettinato un efímero bondi musical del exSumo y Pachuco Cadáver (quedó un disco, Pettinato & The Pessi Mystics), compone desde el bajo, o con el bajo en la cabeza, y eso dice bastante. Es también el cantante del trío.
Azul de otoño, Exhombre, Real, Eternos, Cerca de tu flor, Mil soles, Te sabés esconder y A prueba de dolor, son algunos de los casi quince temas desgranados en poquito más de media hora. Con un solo bis, Incondicional. Hay que tener en cuenta que el proyecto nació en febrero del corriente, que recién está amasando su primera horneada de canciones y que casi no se ha fogueado en vivo. Piezas cortas, de poco más de dos minutos de duración. Como dijimos, fuerte y al medio.
Por lo demás, como siempre en La Lomada se comió rico, un menú simple pero sabroso constituido por las pizzas rellenas (o sándwiches de pizzas) de Freezer Woman, que prepara Romina García, la dueña de casa, y algún vino, cervezas y limonadas.
Ch.C.
