Durante la conferencia de prensa brindada ayer por el intendente municipal Marcos Pisano, la secretaria de Salud Mary Jofre y la bióloga molecular Rocío Larreche (también estuvo presente el diputado Eduardo Bucca) se confirmó la presencia de la cepa de SARS-CoV-2 conocida como Manaos en el partido de Bolívar.
Se informó que se realizaron estudios sobre muestras tomadas a pacientes jóvenes con mala evolución tras el contagio del virus, que padecieron cuadros graves e incluso fallecieron. Tal como se explicó, esta mutación -presente particularmente en la ciudad cabecera del partido- podría ser la causa del exponencial crecimiento de casos de los últimos días ya que la variante tiene una contagiosidad muy superior a la cepa original y, también, genera cuadros de mayor gravedad, especialmente en segmentos etarios más jóvenes.
La realidad de Bolívar es similar a la que se experimenta en todo el país. La cepa de Manaos, que ha impulsado el avance vertiginoso de la segunda ola de contagios en Argentina, ha sido detectada al menos en unos 36 países, entre los que se encuentran Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, Uruguay y Chile, además del nuestro.
“Esta variante posee 17 mutaciones, entre ellas algunas sobre la proteína S (spike), responsable de unirse a los receptores de células humanas y de este modo facilitar la infección. Estas mutaciones aparentemente favorecen al virus para propagarse más rápido que las versiones anteriores”.
De acuerdo a lo informado por Minutouno.com, “un estudio de investigadores de la Fiocruz Amazonia, la principal unidad del instituto federal brasileño Fundación Oswaldo Cruz, indica que en personas infectadas con esta variante la carga viral en el organismo puede ser hasta 10 veces más alta que la normal por lo que sus efectos pueden presentarse de forma más intensa en el paciente”. Además, esta cepa tiene la capacidad de evadir la inmunidad proporcionada por una infección previa, es decir, es capaz de ‘reinfectar’ a las personas que ya padecieron COVID.
En consonancia, según explicó el sanitarista y asesor del gobierno de Alberto Fernández, Jorge Rachid a Télam Radio a fines de abril pasado, esta variante “ataca, con mayor virulencia, a una franja etaria mucho más numerosa porque es la que va de los 40 a los 65 años”.
Rachid explicó que esta cepa es una variante que va cambiando proteína de su estructura. “Estamos hablando de moléculas, no de seres vivos, de seres que parasitan pero que no pueden sobrevivir por sí ni pueden tener vida propia, salvo la parasitación de huésped, cómo son los seres humanos en este momento”, puntualizó.
Y fue muy gráfico al explicar cómo produce un aumento de la contagiosidad. Indicó que cuantos más contagios hay, “más la célula tiende a modificarse porque en algún momento deja de atacar -parasitar- a los llamados grupos de riesgos, es decir las personas más débiles”.
Usó un ejemplo muy claro: “Es como si un cazador que está detrás de una manada y primero va cazando a los que van quedando rezagados, los más viejos. Después va a tener que aumentar la velocidad para alcanzar a los más jóvenes que quiere cazar”, sostuvo. “La molécula hace lo mismo, va cambiando sus proteínas a los fines de poder parasitar sectores que hasta ese momento no parasitaba con firmeza, para poder actuar sobre mecanismos inmunológicos naturales que tienen las personas jóvenes”, agregó.
El especialista explicó que esa franja etaria, al ser más numerosa, “ocasiona más daño en el impacto de los sistemas sanitarios y también más muertes y esto es lo que está sucediendo cuando ese virus se hace dominante”.
Esta poderosa cepa, variante bautizada P1, surgió en Manaos, capital del estado Amazonas, en noviembre pasado, y es la responsable por el colapso hospitalario que el vecino país padece desde febrero, y que tan graves efectos está causando en el nuestro.
V.G.
