El último jueves de este mes, el 29, sería el turno de La Destilada Evolution en Cultura bajo las Estrellas, el ciclo musical que lleva adelante la Dirección municipal de Cultura desde enero en el patio del Club Buenos Aires, donde tiene sede.
Durante el período, se presentaron (en ese orden) Bola 1, Alto Guiso! y Misterio Swing, mientras que Maro González, con turno asignado para el jueves pasado, por razones climáticas deberá esperar al jueves que viene, el 15, para salir al ruedo al frente de su banda con canciones de sus dos discos y adelantos de Atlántida, su inminente tercer opus. (A propósito: en nota con este diario días atrás el artista se explayó sobre el contenido, motivaciones y el proceso de grabación del trabajo, que verá la luz en marzo un mes antes de su presentación oficial en El Mangrullo.)
Justamente la postergación de Maro quizá implique una readecuación del calendario original de shows, algo sobre lo que aún no se ha informado oficialmente. Como sea, La Destilada tendría un lugar allí, habrá que ver si su participación se concreta el último jueves de febrero.
Cultura bajo las Estrellas se ha erigido en un ciclo necesario, y que ha tomado otro cariz en el marco de la resistencia que el arte en general del país y en particular el de los hacedores vernáculos viene ejerciendo contra las medidas que impulsa el gobierno nacional y que golpean directamente contra el sector, fundamentalmente ciertos artículos del DNU y la ‘ley ómnibus’.
Claro que la iniciativa de la Comuna no ha estado encuadrada en un plan de lucha, pero los recitales terminan tomando ese cariz dado el contexto general, y sin que sean necesarios fuertes pronunciamientos de los artistas ya que la ‘protesta’ está en el aire. En el lugar no hay servicio de cantina, es una cómodo patio en el que se incorporan mesas y sillas para favorecer la juntada, y para que cada quien pueda degustar cómodamente lo que lleve para tomar y comer.
En todos estos jueves la asistencia de público ha sido excelente: parejas, alguna familia y fundamentalmente bandas de amigos han dado vida a un ciclo necesario, que durante años se le pidió a la cartera que conduce Jorge Fernández y que por fin se ha puesto a rodar.
Quizá la realización, ya confirmada oficialmente, del Me Encanta Bolívar 2024 le pondrá un punto final a Cultura bajo las Estrellas, aunque si en marzo continúan las altas temperaturas tranquilamente podría prolongarse algunos jueves más, músicos hay ‘de sobra’ en la ciudad como para seguir marcando el ritmo, y público se ha visto que también.
Más aún en un verano casi sin patios, la alternativa donde la movida musical se había refugiado en las últimas temporadas estivales. Sin Fede ni Lomada, bienvenida la iniciativa de Cultura, que sin embargo siempre debería estar, máxime tomando en cuenta que el ámbito en cuestión, al aire libre, sólo puede ser utilizada en verano.
