CAPACITACIÓN. Mary Busquet incorporó dos nuevos talleres de peluquería

El Gigante Azul, establecimiento que se ocupa de la contención de adolescentes con consumos problemáticos, y la localidad de Hale, son los dos nuevos lugares donde Mary Busquet, con varios años como capacitadora en la materia en diversos ámbitos municipales, dicta sus talleres de peluquería.

Estos espacios se sumaron este año a una plantilla que también incluye clases de capacitación en el Centro Integral Comunitario (CIC) y en el barrio Jardín, donde Busquet ofrece sus conocimientos desde hace algunos años. De hecho, comenzó con sus cursos de formación en peluquería en 2012, convocada por el gobierno municipal para desempeñarse en diferentes lugares del Partido.

En Hale, las clases son en el nuevo salón de usos múltiples, los viernes de 14 a 16, abiertas a todos los interesados, hombres y mujeres de la localidad que deseen aprender los rudimentos del oficio de modo de poder comenzar a desarrollarse laboralmente por su cuenta, que esa es una de las bondades de estos talleres: una rápida inserción en el campo del trabajo.

En El Gigante Azul (ex CePLA, actual Dispositivo Territorial Comunitario), edificio del barrio Vivanco, Mary desembarca todos los martes, de cuatro a seis de la tarde. Las clases son abiertas a interesados en general, pero mayormente concurre aquí la población que constituye el núcleo de acción del lugar, es decir los adolescentes y jóvenes desde los doce años.

A propósito: estos cursos son de participación libre y gratuita para todo el mundo. En el caso del que se realiza en el DTC, cuenta con el auspicio de la SEDRONAR, con injerencia en el financiamiento de algunas áreas relativas al trabajo que allí se desarrolla.

En el CAI (Centro de Atención Integral) de barrio Jardín las juntadas son los jueves de dos a cuatro de la tarde y en el CIC los martes, de 14 a 16 horas.

"Lo más simple", que es también lo indispensable Busquet enseña "lo más simple", que es al mismo tiempo lo indispensable, en materia de peluquería: "Cortes, tintura, alisados, shocks de keratina, reflejos; y cortes también para hombres, por supuesto", enumeró la formadora.

Es, por otra parte, el de peluquero/a un oficio que no requiere una gran inversión, ya que alguien con una valija de herramientas en la que una tijera y un peine jamás pueden faltar, ya está en condiciones de comenzar a desplegarse laboralmente, sin necesidad de abrir un local comercial.

En otro orden, "más allá del proceso de enseñanza y aprendizaje propiamente dicho, en cada sitio donde doy clases se gesta una amistad con quienes concurren y finalmente termina constituyéndose como una gran familia, mediante relaciones signadas por la empatía, la escucha y la solidaridad", puso de relieve Busquet, que este año tiene a cargo en total en sus talleres a unas treinta y cinco personas, mayormente mujeres adultas.

A través de los años, Mary ha visto a varias de las personas que pasaron por sus aulas trabajando como peluqueras, lo que le provoca orgullo y la satisfacción de comprobar que se trata de una propuesta que rinde frutos en la comunidad.

Los talleres, que otorgan un certificado a quienes completan la cursada, continuarán en estas cuatro postas hasta noviembre inclusive, y Busquet y la municipalidad no descartan llevar a cabo un curso de verano -eso hicieron este año-, en enero y febrero próximos. Mientras, la inscripción permanece abierta en las cuatro sedes. A propósito: en el marco de este reportaje la formadora solicitó modelos, vale decir gente que concurra a cortarse el pelo a los sitios señalados, para que los participantes puedan practicar tutelados naturalmente por la profesora.

Esta propuesta de capacitación es instrumentada por la Dirección municipal de Desarrollo Humano y Social.