20 de diciembre de 2025
De lunes a viernes, por la tarde.
por
Chino Castro
Por cuarto año consecutivo, la colonia de arte y juegos que funciona los veranos en la Biblioteca Cabrera recibirá a pibes de entre 3 y 8 años, de lunes a viernes de 14 a 16 en Falucho 780, donde tiene sede la casa cultural.
De hecho, el espacio abrió formalmente el miércoles, a cargo de Marisol Inda como en todas sus ediciones anteriores, y permanecerá en actividad hasta mediados de febrero.
"Aquí sociabilizan con otros chicos, juegan, comparten, pasan sus vacaciones de una manera divertida y linda", y sin abusar de los dispositivos tecnológicos -al menos durante dos horas todos los días- que constituyen ya un problema entre las infancias, dijo a este diario ayer Marisol Inda.
¿Qué actividades realizan, qué proponés?
- De todo. Juegos de mesa de todo tipo, por ejemplo con cartas o clásicos como el Juego de la Oca, el Ludo. Juegos con masas. Juego libre, que a ellos les gusta mucho, porque quizá no quieren sentarse a esperar que les indiquemos qué hacer, y está bueno eso dado que tenemos buen espacio en la biblioteca. Yo les dejo un momento para que hagan sus historias, proponiendo una guía temática. Y a partir de la semana que viene tendremos ya libre el escenario, que a ellos les encanta usarlo para tramar sus relatos ahí. Si a alguien le gusta bailar ponemos música y bailamos. También disponemos de un rincón literario muy amplio, que usamos con mucho gusto e interés. El promedio de nenes que están viniendo es de 6 años. Algunos están enganchados con la escuela y por ejemplo yo les busco un libro especial para que lean, y les gusta. Es también una manera de usar la biblioteca y de darle impulso a la lectura entre los niños y niñas.
Los interesados deben inscribirse en el lugar, la cuota mensual es de 100 mil pesos, pero hay precios diferenciales para quienes no concurran todos los días durante esos dos meses de acción, de hecho hay un par de pibes que sólo lo harán durante las dos semanas de las Fiestas, puntualizó Inda.
La respuesta de chicas y chicos todos estos años ha sido muy buena. Tal vez no tanto el año pasado, por una razón sencilla: este espacio trabajó en horario matutino, lo mismo que todas las colonias de vacaciones de las piletas de los clubes, explicó Marisol. "Pero esta vez, al abrir a la tarde sumamos muchos chicos; de hecho casi tenemos los cupos completos", destacó la encargada, si bien "unos pocos lugares quedan".
"La venimos 'remando', la economía está muy difícil para estas instituciones"
Naturalmente, la colonia es una vía más para contribuir con recursos económicos con la Biblioteca Cabrera...
- Sí, claro. Venimos de un año difícil, como todas las instituciones, no tenemos tanto apoyo del Estado, más allá de algún subsidio municipal o de provincia, pero nos fueron cortados a este tipo de entidades casi todos los respaldos económicos. Así que la venimos 'remando', entre el grupo de teatro (Vamos de Nuevo, con sede en el lugar), que aporta lo suyo, y la biblioteca con sus iniciativas, como puede ser las rifas, seguimos adelante. Ahora estamos incentivando a los socios con el sorteo de libros nuevos, para los que tienen la cuota al día. Pero bueno, hay que luchar, porque la economía está muy difícil, y más para este tipo de instituciones. En ese sentido, que haya niños circulando por aquí y haciendo cosas, está muy bueno.
De paso, a través de la colonia seguramente alguna gente conocerá la Biblioteca, y quizá algunas de esas personas se asocien, o se vinculen con las actividades que llevan a cabo...
- Claro, también. Los propios chicos, los papás que los llevan. Esta semana se hizo la recreativa de un Jardín. Los nenes de ese Jardín habían visitado en invierno la biblioteca, y se les ocurrió hacer la recreativa de fin de año aquí, y muchos de ellos, que fueron y les gustó, ahora están viniendo a la colonia de verano. O sea que sí, hay una retroalimentación. Quizá, por qué no, esas familias se asocien a la biblioteca, o se incorporen a algunas de las actividades que se llevan a cabo en el lugar.
O sus chicos se sumen a algunos de los talleres de teatro que se dictan allí...
- También, por supuesto. Se iría dando una suerte de retroalimentación. Me pasa con mis alumnos del taller, los jóvenes, que chusmean libros mientras sus compañeros llegan, 'leíste este, qué te pareció; yo estoy leyendo este otro', y así. Se nota que hay un interés, no es cierto que nadie lee. Y de este modo, se propende a una retroalimentación y a, entre todos, ir armando comunidad.
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