23 de noviembre de 2025
Por el Borde estrena su obra esta noche.
por
Chino Castro
Por el Borde se mete en La cantante calva con el teatro del absurdo, un género poco explorado acá pero que al grupo le representa un desafío artístico, una suerte de 'salir de la zona de confort'. También al público lo provocará, ya que en esta obra verá personajes con los que no va a identificarse (sí con momentos del devenir de esas criaturas), a contramano del típico gancho del teatro y también del cine que consiste en convocar a los espectadores a ver personajes similares a ellos envueltos en sucesos que cualquiera podría protagonizar.
La cantante calva se estrenará este domingo, y en adelante las funciones serán el siguiente domingo, es decir el 30, el sábado 6 y el lunes 8 de diciembre, siempre a las 21, en la Biblioteca 'María Alcira Cabrera' y con entradas anticipadas a 10 mil pesos y a 12 mil en puerta.
La pieza, de Eugéne Ionesco, es protagonizada por Carla Gentile, Leandro Galaz, Anneris Escalada Aranas, Diego Junco, Santiago Santos y Ana Laura Maringer, con dirección de Gabriel Silva y gráfica y escenografía de Agostina Sosa.
¿Qué es La cantante calva?
Carla Gentile: - Una obra del absurdo, que la tomamos con muchísimo respeto. No tiene una trama, hay una mezcla de situaciones, con un poco de sátira, de humor.
Leandro Galaz: - Es una parodia de la realidad. De la cotidianeidad en la que todos estamos enfrascados, sobre todo en la sociedad burguesa, si aún se le puede llamar a esto en lo que estamos metidos sociedad burguesa. A partir del absurdo se retrata la repetición de situaciones que una y otra vez suceden. Son dos matrimonios que se juntan en una charla que también es cotidiana, y en la que se busca que las apariencias permanezcan, pero se ve que todo lo que parece sólido se desvanece, por esto de la repetición, de la incomunicación, de no reconocer ni ver al otro, en esa cotidianeidad que abruma y que los disuelve.
¿Por qué la eligieron?
- 'Gaby' (Silva, el director) la propuso al grupo. Hicimos una primera lectura y estábamos más o menos convencidos, hicimos otra y todos concordamos en que sí. La elegimos porque los temas que plantea, al ser universales, son actuales, tienen mucho de esta actualidad, de esta incomunicación hoy día marcada por las redes sociales. Porque estamos todos allí pero seguimos como en compartimientos estancos, cada uno sin poder comunicarse con el otro. Estamos conectados, cada vez más, pero más incomunicados también.
Preguntaba también porque este tipo de obra no es común en el teatro local.
- Otro elemento para elegirla fue el atrevernos, el proponernos hacer algo diferente, algo que todos no habíamos hecho, el absurdo. Yo vi una escenas sueltas, sobre todo de Becket, de Esperando a Godot, cuando estudiaba en Tandil, pero nunca había participado en una obra del género. Sí en obras donde había elementos del absurdo, pero que no eran íntegramente del absurdo. Por eso acá se nos planteó el desafío de hacer algo diferente en relación a lo que hemos venido haciendo todos estos años en nuestras respectivas trayectorias.
Salir de la zona de confort se llama eso. Complicarse un poco la vida, que es lo que se supone que todo artista tiene que hacer.
-Sí, claro, es así (responden ambos).
Gentile personifica a la señora Smith. "Una mujer de la burguesía, que trata de aparentar". Alguien con compartimientos erráticos, en esta pieza teatral sus protagonistas no actúan en base a lo que podríamos llamar un patrón lógico, por lo que no nos identificaremos fácilmente con ellos.
Galaz: - Creo que sí el espectador podrá identificar se con momentos de los personajes, o con algunas situaciones. Porque también uno de los elementos del absurdo, además de la repetición, del contrasentido, es la exageración, el desborde de situaciones cotidianas que por momentos están relatadas y accionadas como terribles y al revés, situaciones terribles en las que parece que estuviéramos hablando sobre cómo te salió el arroz con pollo.
Leandro Galaz compone al señor Smith. "Un hombre un tanto efusivo. Por momentos intenso. Pero en los dos matrimonios lo que sucede es que llevan adelante conversaciones vacías, sin escuchar al otro, o escuchándolo pero contestándole otra cosa que la que está planteando, gente que está en frecuencias distintas, que están ahí porque están, por haberse acostumbrado a eso, pero se desconocen. Llenan el tiempo con conversaciones que no tienen mucho sentido, o que al sentido se lo da el sinsentido", explicó el actor.
Con lo que quedó plasmado, y que veremos desde esta noche, están conformes, pero sobre todo se sienten satisfechos "con el proceso de trabajo", que fue de poco menos de un año y medio, una período de ensayos inusualmente largo para los promedios del teatro vernáculo. Allende esa cantidad de tiempo, "creo que el crecimiento en relación a lo que hemos ido buscando y encontrando es lo que nos deja satisfechos", remarcó el concepto el actor. "A nosotros nos encanta, es como estar jugando", definió Gentile. El caso es que se pusieron a ensayar con la premisa de estrenar cuando consideraran que el producto estuviera listo. Y entonces pasó un año y medio, casi: "Hasta este momento, nunca consideramos grupalmente que el trabajo estaba listo. De hecho, habíamos logrado algo pero decidimos desarmar la 'caja' y armarla otra vez, desde otras perspectivas y otros lugares", contaron los protagonistas de la obra.
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