7 de diciembre de 2025
por
Dr. Felipe Martínez Pérez
Desde hace tres años todos los días es el gran momento para hacer lo que siempre se tira para meses adelante, y empezar con que es el momento; pero al momento siempre le falta cuerda y solo se hace por unas semanas y se estanca. Viene de lejos. E incluso, desde siempre grandes momentos a los cuales no se les ve la trama, aunque siempre surgen los cientos en el orillo. Ahora parece que el momento se está acercando y es de esperar que así sea y como no sabe el final pues por las dudas se entretiene pescando de un lado u otro que, curiosamente, poco y nada tienen que ver con las ideologías. Ni siquiera trazas. Pero como es lógico le invade la ansiedad por tener la cantidad necesaria de votos.
Y para dar batalla, espera tener un volumen necesario de votos y no depender de nadie; que aunque parezca mentira y por si no bastare una buena dosis de suerte que le ha permitido romper sin pensarlo, buena parte de los partidos políticos aunque la verdad le ha costado altas cifras, de ansiedad, claro. Buena parte de los políticos, al menos los más andariegos, en este momento casi están por llenar el cupo. Lo cual, en principio, si no se troncha lleva en andas el momento de la verdad; y parece que tiene cuerpo. Por otra parte los cuerpos se tocan y al parecer el estamento acrece el volumen. Es de esperar de una buena vez tal momento, porque al parecer la patria depende de ello. O dicho de otra manera, más sincera, ante tanto barullo, que tres años son demasiada espera.
Y en el largo intermedio se han caído capas medias que estaban al borde pero adentro, porque hace tres años que no hay trabajo y eso se ve en la cantidad de días y días que una vez por fiesta, y otras por estar cerca de la fiesta, pues nada, que se alarga la jarana, lo cual indica, a las claras, que la Argentina no está trabajando. Y siguiendo el plan político de los carísimos trasvases habrá que pasar el verano, en que se han de encontrar los faltantes para los votos, porque no le interesa al presidente hacer tratos y destratos con los otros. De todas maneras salta a la vista aquella famosa cena de antaño, pero con muchos iscariotes. Y por supuesto, y en juego mucho más que las treinta monedas de plata.
Y hasta es seguro, ha de recibir de los que se hartan del balconeo y que atenta contra los que gustan del balcón. Es decir que gracias a la señora que no puede estar sin balcón pues han de pasar muchos más con el señor, que al parecer es un gran pescador; aunque lo interesante sería resaltar que aparece como bueno, pero porque les ha dado a casi todos por ser malos. O sea, como si fuera una epidemia. Y a este señor ganador porque no queda otro remedio, y aunque parezca mentira, solo le interesan los propios y seguros; y hasta asegurados. Necesarios para hacer sin condiciones la Argentina grande.
Será cierto y es que deberá ser cierto, sino construirá un adiós. Y en definitiva la crisis de liderazgo. Por un lado la señora que no cede ni se aparta del balcón que es lo que le queda; y otro tanto sucede con el gobernador pero sin balcón porque está usurpado. Hoy nadie con cabeza se sube a un balcón. Pero es una cuestión de ellos, aunque sucede que la democracia es mejor con todos sus componentes sino se presta a cualquier cosa, incluida la buena, claro. O la dictadura, que en democracia que nada bueno trae. De todas maneras lo que se ve con total identidad es la falta de ideas, desde el que está más arriba hasta el de más abajo. Y los que habían pensado que el radicalismo podía ser la salida, que así debió ser, pues parece ser que están en la entrada. A la pura puerta, claro.
A mí lo que más me llama la atención en la política actual o sus remedos, es que las Cámaras se están convirtiendo en un circo; y ojo no tomen a mal la palabra, porque se basa en lo malo conocido desde Roma; sino que es necesario ver su calidad en lo exquisito de los saltos y malabares de alta complejidad que ahora que se manejan con total simplicidad; y solo son expertos malabaristas y lo son porque saltan de un partido a otro sin problemas, y además y por las dudas con red; y singularmente sin ponerse colorados, lo cual demuestra, no su capacidad de camaleones, sino algo tremendamente peor; y es que todos los que en este momento están dirigiendo el futuro de la patria se manejan al mejor postor. Y toman los pases como lo más natural. O sea, no hay cabeza. Y es de espera que no sea el bolsillo el que mueve el voto.
Y lo curioso es que ninguno de ellos es capaz de izar una bandera a la cual defender, lo cual equivale que en semejante trance y sin bandera partidaria, es muy probable que tampoco tengan bandera nacional, lo cual, por supuesto, es altamente preocupante; porque dentro de unos días cuando el señor presidente sea el solo señor presidente y los demás gente de a pie aunque con buenos sueldos, todos por unanimidad sincera y económica, van a votar lo que el dueño del cotarro quiera, lo cual no es de verdad muy conveniente para la patria. Perdón a todos por traer esta la palabra a colación. Perdón otra vez, se me escapó; y con eso de que algunas cosas se traen desde niño no me di cuenta. Perdón otra vez por traer el vocablo patria con todo lo que significa patria pero que en la actualidad no se recuerda muy bien. Pero bueno, ya que estoy, podría aseverar que si de golpe despertaran Sarmiento y Roca no quedaría sana ninguna posadera.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.
HOY
Hubo una emotiva ceremonia, almuerzo y actividades aeronáuticas. Clima de emoción por el logro que significa una apuesta al futuro.