7 de septiembre de 2025
por
Dr. Felipe Martínez Pérez
Y como sucede de forma habitual se cosecha lo que se siembra y así es, desde el diluvio, día más día menos. Y a esta altura sin Noé. De manera que siembras vientos y cosechas tempestades; pero sucede que en Argentina la tierra es buena y sin duda es de la mejor y en consecuencia es ilógico que ocurran cosas tan extrañas, y grandes, aunque al rato cabo se nota que es todo consecuencia de malos pasos. Y lo peor no lo quiero decir para no herir susceptibilidades pues ha ocurrido lo que tenía que ocurrir. Y mal no estaría terminar este ciclo de forma pacífica; y mejor estaría que ante semejante tamaño de la catástrofe, entre o suba la vicepresidenta y a bailar con un derecha en serio. Porque para empezar ya cuando entra a caminar la ley puede suceder que los días se ven como noche o al revés. Que es muy interesante como lo que era blanco se convierte en negro. Y además la gente se lo cree. Y por otra parte no creo hayan leído a Sartre, pero eso sí, la frase la saben muy bien. Aquello de que el infierno son los otros.
O sea, lo de siempre, yo no he sido. Y sin embargo, en esto no hay duda, es decir que la noticia la han comenzado y desparramado, los que conocen bien al que ahora quiere zafar. O sea, que como dijo el famoso español, Cabanillas, me parece, "cuerpo a tierra que vienen los nuestros". Pero la verdad verdadera es que llevamos dos años sin crecer todos, y sin comer, muchos. Y es algo que a esta altura no puede suceder, ni el pueblo argentino se lo merece. Porque en definitiva son tan pequeñajos que como nada han hecho que sirva a todos, pues andan en la ruta de romper lo único que ha hecho bien. O sea el dólar y volver a las viejas andadas. Siempre el dólar. Y el dólar a la larga o la corta; y con unos y con otros, y al cabo con todos. Y ni las gracias de aquellos que lo mueven. Vivaracho el verde. No deja de llamar la atención que desde hace más de un siglo de lo único que se habla en Argentina es del dólar.
No hay otra cosa. Y vaya uno a saber cuántos gobiernos pasarán con él a cuestas; y a cuantos se llevará cuesta abajo; e incluso, hasta con rodada. A los que pasan por la Rosada haciendo su rosadita y dejando rosados y en la calle a los que trabajan. Que desde tiempo inmemorial son los que caen, y mientras no caen hacen la patria y cuando caen, por necesidad política, al parecer, nadie los llama o les implora o les pide perdón. O sea, que arriba en los que mandan y desmandan está la masa de la que hablaba un tal Ortega y Gasset, hace más de un siglo. O sea cerebros masa. Y así nos va y no hay más que mirarlos; y lo que da pena no son ellos sino Argentina. Y ahora han llegado a tal extremo lo cual dice mucho que han sido capaces de tapar las bocas por decreto. Es decir que tengo entendido que eso de la censura es de las dictaduras.
Pero a estas alturas lo que sucede es que a lo nombrado se suma el cierre de los bolsillos y en consecuencia, montones de argentinos no tiene para vivir como se debe, y están transitando ya para tres años por lo que no se debe y eso, que si algo tiene Argentina es campo, que da la totalidad de los alimentos para los de aquí y para los de por ahí. Y en consecuencia no deja de ser llamativo y curioso que por aquí nada sazona; ni con los buenos ni con los malos. Y ahora con los teléfonos que se ponen a jugar pues al parecer han quedado pocos buenos y al parecer no estaban en los teléfonos. Y parece mentira pero cada gobierno se convierte en desgobierno y es raro que el gobierno en que varios de los que desmandan no salgan en los diarios para sustentar el premio de la cárcel; pero al cabo, es posible ver y sin gafas, que entre dimes y diretes, no es para tanto. Y todo queda en agua de borrajas. Que esta verdura abunda bastante por todo el país. Y así le va al país que unas veces anda como un disco rayado, y otras que es siempre, adicto a la misma película.
Y viendo todo lo que se ha visto en los últimos meses y últimos días, entre los unos y los otros, no cabe duda, que no es solo, que los políticos sin políticas ni credo ni ideología sirvan para poco; sino que lo primordial pasa por el meridiano de la moral y la ética y necesitan un revulsivo que los haga marchar con la cabeza alta y sin esconderla al pueblo. Que de alguna manera es como dejar a un costado de la ruta todo lo que quema; y marchar de una vez por todas por el camino que levante la nación y no solo sus bolsillos; porque en definitiva es su nación. Que en múltiples oportunidades no tienen conciencia de para quien trabajan y poco saben de sí mismos, metidos en el trance que les piden. Ya sé que es muy difícil, pero sin duda es mucho más difícil hacer las cosas mal; aunque, claro, al parecer, buena parte delos artífices de la política del planeta entero, se inclinan al mal hacer, porque sin duda reditúa más que una política limpia. Lo cual no deja de ser muy triste. Como el asunto de la discapacidad al igual que con las jubilaciones y todo lo que hace más o menos a la vida diaria de un jubilado o un discapacitado se llega a la tremenda conclusión, que uno, a esta altura ya no sabe cómo puede torcer el país, el dinero de los unos y de los otros, que son monedas y menguantes.
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El procedimiento se llevó a cabo en un domicilio ubicado en calle Zapiola al 355, tras el cumplimiento de una orden de allanamiento dispuesta por la Justicia.