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domingo, 28 de abril de 2024
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Enérgico reclamo pide al intendente soluciones para problemas de vecindad

Enviaron una carta a Marcos Pisano.

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Vecinos de la zona de Castelli y 3 de Febrero han hecho llegar una carta al intendente municipal expresando algunas situaciones irregulares que se detectan en esa barriada desde hace muchos años y que, según dicen, no encuentran solución a pesar de numerosos pedidos al respecto.

La misiva, al tiempo que fue presentada en la Mesa de Entradas del Municipio, fue dada a conocer como carta abierta a la comunidad, motivo por el cual la transcribimos textualmente:

De nuestra mayor consideración:

Hoy los vecinos de las calles Castelli y 3 de Febrero y por extensión las calles linderas a estas, nos manifestamos en relación con lo que nos sucede. Lo hacemos después de 12 años de infinita paciencia, ante el avasallamiento de todas las normas de convivencia vecinales, no sólo necesarias sino indispensables en cualquier tipo de sociedad.

Los problemas en nuestro barrio comenzaron con la transformación, por parte de su propietario, de lo que eran dos hermosas viviendas familiares sitas en Castelli 750 y 795, en unos muy precarios reductos sin ningún tipo de condiciones para ser viviendas, al menos las indispensables para su mediana comodidad. Estas casas, además de estar absolutamente fuera de la ley con respecto a lo edilicio, también lo están con respecto a las conexiones eléctricas y sanitarias.

La situación es muy compleja para las personas que viven hacinadas en esos espacios y sin los medios para poder desarrollar una vida en condiciones dignas. A esto se suma que el único medidor de energía eléctrica originario de cada domicilio abastece ahora a todos estos reductos. Tal es la demanda, que se han provocado incendios más de una vez. Las soluciones a la cuestión han sido precarias reparaciones efectuadas por el propietario de las viviendas.

A estos problemas se suman otros de gran implicancia en el vecindario como es la falta de conexiones cloacales separadas para cada casa, de este modo al existir una sola conexión al sistema cloacal, el desagote no da abasto y tantísimas veces debemos soportar las aguas servidas en la calle.

De todo lo que expresamos tiene conocimiento la Municipalidad de Bolívar y la Cooperativa Eléctrica, y además son testigos de nuestros dichos, ya que en reiteradas oportunidades han tenido que hacerse presentes en el lugar. No obstante, en todos estos años no han hecho nada para encontrar soluciones a estos problemas que afectan a tantas familias.

Durante todo este tiempo los vecinos hemos soportado que, en estos mismos domicilios, existieran bares clandestinos, con todo lo que esto conlleva, desde ruidos molestos todas las noches, disturbios, peleas, presencia de Guardia Urbana, Policía y hasta allanamientos.

El 16 de junio de 2022 se produjo la explosión de una garrafa con la consecuente voladura de techos, oportunidad en la que casi pierde la vida una persona y donde nuevamente se hicieron presentes en el lugar personal de Desarrollo Social de la Municipalidad, de la Cooperativa Eléctrica, y de Bomberos Voluntarios, siendo estos últimos los que dictaminaron que la estructura en general tenía peligro de derrumbe y por ende no estaba en condiciones de habitabilidad. Ante esta situación el Juzgado de Faltas pidió a la Dirección de Planeamiento de la Municipalidad que le solicitara al propietario los planos de obra firmados por un profesional, lo que nunca se llevó a cabo, pero tampoco se procedió a su clausura.

No solamente no se tomó ninguna medida, sino que su propietario apuntaló la construcción de la misma forma precaria en que resuelve todo, y lo que es peor y más peligroso aún: cada vez vive más gente allí.

 Esta situación de precariedad habitacional a que están sometidas estas personas no es a título gratuito. El propietario no está haciendo caridad, está lucrando con la necesidad de la gente ofreciendo lugares indignos para cualquier ser humano.

Grande fue nuestra sorpresa al enterarnos que la Municipalidad de Bolívar asiste económicamente al propietario. Y más grande aun cuando de su propia boca supimos que todas las multas por aguas servidas, acopio de basura en la vía pública, ruidos molestos, etc. las paga con los mismos cheques que recibe del Municipio.

En este hacinamiento no solo viven personas de bajos recursos que necesitan un techo para su familia, sino gente malviviente, ex presidiarios, que fueron condenados por diversos delitos, algunos por robo y otros por violación. Estas situaciones que se describen no tienen sentido despectivo, sino que vienen a agravar la problemática existente. Se transformó la vida de lo que era un barrio de gente de trabajo, en un lugar muy complicado para la vida diaria, donde es permanente el ruido de “motos al corte”, quema de cables, música a volumen excesivo a cualquier hora del día, rotura de vehículos, piedrazos en los techos, gritos, peleas, y algo que es muy preocupante: la falta de cuidado a la que están librados niños de diferentes edades.

Tan complicada es la situación que en los últimos días hasta fuimos testigos de un “piquete” con quema de cubiertas, hecho que, convengamos señor intendente, no es habitual en nuestra ciudad, sino mejor dicho casi inédito. Ante la quema de neumáticos debieron concurrir los Bomberos Voluntarios, como si no tuvieran nada que hacer por estos días.

Todo esto no sólo nos provoca malestar, sino que afecta en forma directa nuestra economía, desvaloriza nuestra propiedades, y opera en desmedro de los negocios habilitados en la zona, donde muchas familias con ese trabajo nos proporcionamos el sustento digno y legal, al que nos habilita el ejercicio de la Constitución Nacional; vecinos trabajadores que pagamos nuestras tasas, impuestos, vivimos dentro del marco de la ley, en convivencia pacífica y acorde a la vida en sociedad, que necesariamente implica respeto a las demás personas.

Pero esto no es todo, a esta situación insostenible tenemos que sumarle que, en la misma cuadra, hace unos 8 años fue habilitada por la Municipalidad una pollería sin ningún tipo de control bromatológico. De allí, emanan olores nauseabundos, moscas, falta absoluta de higiene, cajones de pollo sin la correspondiente la cadena de frío, cargados en la caja de una camioneta o que son bajados de noche en el local, descongelados, perdiendo líquidos en la vereda. Esto también ha sido denunciado y personal de Bromatología de la Municipalidad de Bolívar vino, decomisó mercadería, pero en ningún momento se clausuró el local, persistiendo la conducta antes señalada.

Como si lo todo lo antes dicho no revistiera gravedad suficiente, el propietario de la pollería nos ha dicho que provee pollos al Municipio, puntualmente a nuestro Hospital. Lo que reviste un hecho de extrema gravedad.

Por si todo esto fuera poco, también en la misma cuadra, seguimos hablando de Castelli al 700 esquina 3 de Febrero, de un tiempo a esta parte se sumó un vecino que compra/vende chatarras, las que acopia en la vereda donde, por obvias consecuencias, se hace muy difícil el paso de los vecinos, facilita la presencia de alimañas y en este sentido es importante tener presente que por la Ordenanza Municipal N°1609/2001 está absolutamente prohibido que se establezca una chatarrería.

Seguramente al momento de enumerar lo que nos aqueja, alguna cosa más se nos pase, porque son muchas las irregularidades que nos afectan.

Señor intendente, somos vecinos que trabajamos, pagamos nuestros impuestos, que nos merecemos recuperar el barrio que teníamos, la vida que teníamos, cuando podíamos salir tranquilamente de nuestras casas, cuando estaba ordenado, limpio, cuando no temíamos dejar los autos en la calle, etc. No sólo merecemos, señor intendente, sino que tenemos derecho a ello porque no reclamamos nada que no sea volver a las condiciones de dignidad en las que se desarrollaba nuestra vida.

Por lo antes expuesto le solicitamos que, en forma personal y por medio de las áreas que corresponda, tenga a bien visitar la zona, ver usted mismo esta situación, rever algunas cuestiones que entendemos son indispensable y que a la brevedad se tomen las medidas necesarias. No queremos continuar viviendo así, necesitamos tranquilidad, vivir en paz, poder trabajar; necesitamos que nos demuestre sus dichos: “BOLIVAR ES VIVIR MEJOR”

Esperando pronta respuesta de su parte, lo saludamos Atte.

Vecinos de la calle Castelli al 700, esquina 3 de Febrero.

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