Con Negar todo y Julito, dos cuentos de Roberto Fontanarrosa, englobados en el espectáculo 100% Negro, el teatro vocacional independiente El Mangrullo celebró el miércoles sesenta y cinco años de vida institucional. La nueva propuesta es dirigida por Pablo Villanueva, quien adaptó al formato teatral los textos del célebre autor rosarino, atendiendo a una sugerencia de Enrique Carlos Vázquez, integrante del elenco.
Negar todo es protagonizada por Pablo Villanueva, Myriam Román, Alejandro Lautre y Melitta Gómez (debutante); Julito, por el mencionado Quique’ Vázquez, Diego Domínguez y Marcela Grieco. El sonido está a cargo de José Silva, y la iluminación, de Hernán Hernández.
Negar todo y Julito son dos piezas que apelan al humor en un tono coloquial y directo (en fútbol sería pegarle fuerte y al medio), en las que el autor de esos cuentos vuelve a desplegar una mirada corrosiva que hace eje en la típica hipocresía de la clase media argentina.
La función estreno se llevó a cabo en la sala “Adela ‘Betty’ López”, de Venezuela 536, propiedad del grupo hoy dirigido por Pablo Javier Villanueva. La respuesta de público resultó excelente, la comunidad acompañó en gran forma al convite del grupo a celebrar su cumple viendo (en su caso, haciendo) teatro.
No hay nada confirmado, pero la intención de los mangrulleros es ofrecer más funciones de 100% Negro.
Después, dirigió un mensaje ‘Betty’ López, ya una institución dentro de la institución, y prácticamente una de las fundadoras del grupo. En algunos pasajes a un tris de estallar en llanto, ‘Betty’ pasó revista al largo y por momentos arduo derrotero de seis décadas y media, avatares post Cromañón incluidos. Todo un recorrido en el que ella siempre tuvo mucho protagonismo, tanto arriba como debajo de las tablas, y finalmente un periplo feliz a pesar de los golpes, inevitables como en la vida misma si se vive tanto. ‘Betty’ lamentó, con lágrimas en los ojos, que ninguno de los fundadores, de cuya mano ella ingresó al grupo, pudiera estar presente acompañándola y siendo parte, y tuvo palabras de especial gratitud hacia Omar Pérez, el director que le enseñó a caminar el escenario, en sus propias palabras. También celebró la llegada de gente nueva, savia fresca para El Mangrullo en particular, la ‘vitamina’ que garantiza que el grupo tiene futuro, y para la cultura lugareña en general.
Así es que El Mangrullo celebró los sesenta y cinco haciendo teatro, o, haciendo teatro El Mangrullo celebró los sesenta y cinco.
Chino Castro.
