10 de febrero de 2025
El sábado 1 del corriente, fue una más caminando por las calles de Bolívar, en el marco de la marcha federal antifascista y antirracista.
por
Chino Castro
Camila Esteban tiene 25 años, y es lesbiana. Cursa en el hospital local las prácticas para graduarse como médica general (no es lo mismo que médica clínica; el doctor de las salitas, vendría a ser), título al que accederá, si todo sale bien, en abril. Se formó en la Universidad de Mar del Plata, ciudad en la que nació y a la que regresará para calibrar su destino, que podría ser un pueblo de nuestra zona, no ya del sur como proyectaba.
También es integrante de Patria Grande. El sábado 1 del corriente, fue una más caminando por las calles de Bolívar, en el marco de la marcha federal antifascista y antirracista.
¿Cómo viviste esa tarde?
- Es la segunda movilización a la que asisto en Bolívar, llegué a mediados
de agosto y en marzo me
volveré. A fines de agosto
se hizo el encuentro regional de la mujer, que estuvo súper lindo. Me sorprendió la convocatoria a
la asamblea del miércoles
(previo a la marcha del
sábado). Fue un espacio
súper plural. También la
movilización estuvo buena: yo pregunté si esa
cantidad de gente era
poca, mucha o lo habitual,
y me dijeron que estaba
bien, que ha habido concurrencias mas masivas
pero también menos. Estuvo bueno, fue un momento de encuentro, yo
quizá no esperaba que se
convoque.
¿Y qué te convocó a vos,
por qué marchaste?
- Yo soy lesbiana, tengo
una pareja mujer, siempre tuve parejas mujeres.
Y aparte soy sensible a
la situación que se está
pasando, vemos cómo
los proyectos de vida de
un montón de gente están pendiendo de un hilo.
Cosas que parecían establecidas, saldadas, resulta que de repente viene alguien que desde la
desinformación y desde la
construcción de una post
verdad súper violenta nos
dice que quizá es proyecto de vida no esté bien, no
sea tan válido sino patológico. Y a su vez todo el
desguace que hay de un
montón de instituciones y
programas que respaldan
la lucha con el VIH, la sífilis, la hepatitis B. Es, literalmente, el desguace de
todo lo construido.
Sos parte del ámbito de
la salud, y horas después de la marcha el
presidente Milei resolvió
que la Argentina abandonara la Organización Mundial de la Salud.
- Eso es ridículo, estamos
en unos niveles de ridiculez en los que las decisiones que se toman son
absurdas. Adorni diciendo
que va a modificar la ley de Identidad de Género
para prohibir algo que la
ley ya prohíbe; que viola
el principio del interés superior del niño que está en
los tratados internacionales y tiene carácter constitucional en nuestro país.
O sea es gente que habla desde una ignorancia absurda, pero a la vez triste. Como militante me siento agotada, como profesional de la salud también. Como mujer, como persona que habita este país, yo estoy cansada. No resisto una noticia más. Es desgastante y creo que es también un poco el juego: tenernos tan pendientes de algo que no tiene pies ni cabeza, para que como oposición estemos corriendo atrás de una agenda que nunca podemos imponer, y creo que ese es también un error. Pero bueno, en este caso lo que se dijo tenía un tenor demasiado fuerte, yo no soy tan grande, pero escuchar a un presidente hablar de pedofilia con tanta soltura como ahora... Son cosas increíbles.
En una época se escuchaba mucho -ahora menos-, aquella advertencia de "cómo nos verán en el mundo, la imagen que damos como
argentinos", y había
gente que se horrorizaba. ¿Qué imagen daremos en el mundo con Milei presidente?
- Tal cual. A mí me da una
profunda vergüenza ver
tan validada la ignorancia,
la post verdad y el mentir.
Porque ya ni siquiera es
que hay algo equívoco
y el resto es correcto, es
todo erróneo. Por ejemplo
con esto de la salida de la
OMS: el planteo es defender la soberanía, pero en
contraparte te desmantelan el CONICET, te desguazan las instituciones
de salud pública... ¿Entonces de qué soberanía
me estás hablando? No
es gente que sea nacionalista, que busque el
crecimiento del país. Son
lamebotas de Estados
Unidos, es evidente, cada
vez es más obsceno y lamentable el espectáculo
que dan. Y creo que también es eso, la noción de
espectáculo, espectacularizar toda las noticias es
desgastante para quienes
estamos en estos temas, pero por ahí hay gente
que ni se entera (sonríe,
no con alegría)...
Respecto de la marcha
del sábado: ¿sentiste el
acompañamiento de la
ciudadanía?
- Más o menos. Sí de los
sectores que son habitualmente sensibles a la
vida en comunidad, no
sé, sindicatos, centros de
estudiantes, adultos mayores que han vivido en
otras situaciones, en otras
épocas. Pero yo creo que
no estamos llegando a un
punto de sensibilización.
Porque también la gente
está mal económicamente, hay otras prioridades,
los laburos penden de
hilos medio extraños...
Siento que no estamos
llegando a toda la sociedad civil, y es un problema: la construcción de
comunidad, la noción de
ciudadanía, están muy
lastimadas.
Milei sabe que mucha
gente coincide con las
cosas que dice, no me
lo imagino diciendo algo
sin evaluar qué impacto
va a tener.
- Yo no creo, aunque en
realidad es una expresión de deseo, que el 56
por ciento de la población
piense que los homosexuales somos pedófilos
y no podemos construir
una familia porque eso es
abuso infantil. Pero hay
algo ahí entre sus medidas económicas, el odio
visceral que se construyó
en la población sobre la
oposición y demás, que
provoca que se pasen
por alto estas cosas, que
no sean consideradas tan
importantes.
No interesan lo suficiente estos temas.
- Y sí, me ha pasado con
gente allegada, querida,
que incluso ha militado
para elecciones, que ahora se preguntaba si ir o no.
Unas estaban ocupadas,
entonces no, cosas así.
Puede que no coincidas
con lo que dice Milei,
pero que el tema te interese poco.
- Siento que hay algo ahí
del orden de las heridas
de los lazos comunitarios, como que no importa tanto el otro como para
que se justifique gastar
tiempo en una marcha...
Quizá también hay una
desvalorización de lo que
implican los movimientos
populares en la calle. Ayer
leí un tuit que decía que
en el gobierno de Milei
para mucha gente salir a
marchar no significa nada,
porque al otro día en la
agenda lo único que hay
son noticias peores que
las anteriores. Que en algún punto tiene sentido,
porque en realidad es lo
que pasa, pero a la vez se
evidencia que hay que encontrar una narrativa que
nos permita construir sentido de comunidad nuevamente.
"Abandonar lo digital; gestar una agenda alternativa, y poner el cuerpo"
Justamente: dejemos de
lado a los que coinciden
con Milei: ¿cómo hacer
para comprometer a los
apáticos, a esas amigas
tuyas que se preguntaban si ir y quizá se
alegraban de tener una
ocupación, para 'zafar'
de marchar, o a los que
no participan de estas
movidas porque al otro
día en agenda hay novedades cada vez peores?
- Me encantaría saberlo.
Yo siento que un poco
pasa por abandonar la
lógica de las redes, de la
virtualidad. Creo que en la
oposición la comunicación
está rota, es cansador estar todo el tiempo en espera de un tuit de repudio
a algo. Siento que hay
que romper esa lógica.
Gestar una agenda alternativa.
- Una agenda alternativa
y con el cuerpo. Construir
en el barrio, revalorizar los
espacios colectivos. Con
una unidad básica no en
pleno centro sino en los
barrios, alojando a pibes
cuyos viejos se quedaron
sin laburo, a personas que
estén sufriendo porque no
pueden comprar los medicamentos. Vemos eso todos los días, adultos
mayores que nos dicen
que dejaron de tomar tal
medicamento porque no
pueden comprarlo. Abandonar lo digital y acompañar poniendo el cuerpo,
con todo el dolor que eso
implica, porque también
entraña un costo mental
alto para quien milita y
está ahí, pero creo que
hay que hacerlo porque
evidentemente desde las
dirigencias es muy difícil.
Si seguimos esperando
que alguien lo haga por
nosotros o nos diga cómo
hacerlo, esto sólo va a
empeorar. Yo estoy bastante cansada y enojada,
entonces hablo desde ese
lugar de decir basta, no
puedo esperar un tuit de
repudio más.
"Creo en la democracia, pero no podemos tener los candidatos que tenemos"
Estas cansada, enojada,
casi diría que harta. Y,
desde tus 25 años, ¿podés tener esperanzas?
- Sí, obvio. Me aferro a la
esperanza porque si no,
me tengo que pegar un
tiro (otra vez sonríe, y no
de alegría). Yo creo que
habemos muchas personas trabajando, formándonos, que pensamos en
un futuro distinto. Creo
que hay que ver también
lo que pasa en los otros
países de Latinoamérica
que han sufrido procesos
no quizá tan absurdos
como este pero sí similares: Uruguay, México,
Brasil. Se han recuperado
hacia lógicas más comunitarias, abandonando los
modelos más neoliberales, aunque no del todo,
tal vez. Pero sus pueblos
han vuelto a votar alternativas más de centro izquierda. Si esto es cíclico,
todavía hay esperanzas.
Pero a la esperanza hay
que empujarla.
- Sí, y despertar. Demandarles más a nuestros dirigentes.
¿En la democracia
creés? asta ese valor
está en jaque, hay un
montón de chicos vos
y más jóvenes, para los
que no significa nada.
Tranquilamente te dicen
que qué les importa la
democracia si del '83
no pudo dar respuestas a los grandes temas sociales: el hambre, la
salud, el acceso a la vivienda, el trabajo...
- Creo totalmente en la democracia y que, si miramos bien, a través de los
años ha surtido efectos
positivos. La democracia también nos da paz
social, mejoras en salud
pública. Pero creo que
hay que mejorar cosas,
no podemos tener en las
listas los candidatos que
tenemos.
¿En todos los sectores,
incluso en la oposición?
¿No es que sólo son impresentables los de Milei, sino que no ves casi
nada enfrente?
- En todas partes hay que
mejorar, sí. Y lo que hay,
es bastante viejo. Creo
que hay potencialidades
en nuevas dirigencias,
pero hay que dejarlas
construir, dejarlas crecer,
estar atentos a qué pasa
por fuera de la capital, en
las provincias y barrios. El
recurso militante es muy
grande, pero la dirigencia nos deja acéfalos, de
algún modo. Obviamente
en Patria Grande lo tenemos como referente a
Juan Grabois, creo que
es muy valioso su trabajo
y su lugar, pero en este
momento es un dirigente
satelital, no está ocupando una banca ni nada.
COMPARTE TU OPINION | DEJANOS UN COMENTARIO
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.