COLUMNISTA. De esto y aquello

Al parecer a Milei y aunque parezca mentira, se le ha metido en la cabeza todo en plan visceral, y pareciera que quiere perder en la primera votación que se le ponga por delante, que ya han habido pequeños conatos; y no entiende que los votantes, a esta altura de los acontecimientos no lo van a perdonar, por más que griten las fuerzas de choque. Hace unos meses por no decir un año que la gente ya no cree en salir del pozo con él. Porque aunque si es cierto que buena parte del sideral todo ha mejorado, o no se ha caído, que no es lo mismo; pero se desangra. Y sin embargo, hay una gran mayoría que hasta pasa hambre o no puede comer lo que comía o come menos, tanto los grandes como los pequeños. Y eso en el país de los alimentos, SE NOTA. Y es de políticos perversos o desorientados. Y no hay vuelta de hoja, que va para un siglo aunque con algunas islas, que no quiero escribir cuando sucedieron para que algunos no suelten colmillos.

Y sucede que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe; y si no se rompe por estas pampas, es porque gusta demasiado lo que hay en el cántaro. Pero esta ya visto que tarde o temprano, y se vio temprano, aunque no lo quieran reconocer porque está en juego no el futuro de la patria sino el futuro de los Hunos y de los otros. Sin embargo, entre los Hunos y los otros que serán casi todos van a terminar tumbándolo y a estas alturas poco le interesa al grueso del país, y si, a los que pensaban ver el nuevo día de la mano de Milei. Ya se ha escrito varias veces en esta página que hay que tener mucha hambre si aceptas el mendrugo y el insulto Y así nos va.

Pero lo más llamativo es que Milei si queda sin la ayuda de los otros queda solo y no tiene nada; porque a decir verdad lo que tiene es que casi el setenta por ciento se lo han prestado, y por otra parte, no se puede estar toda la vida votando al que no se quiere, para que no gane el que menos se quiere; y aunque parezca mentira o totalmente raro, viene de lejos, tan de lejos, que personalmente siempre he tenido que votar a ese que no me gusta para que no suba aquel que me gusta menos. Y es así, de tal manera, que Argentina no puede crecer ni encontrar un camino político, y este ha sido el momento esperado; pero no está de más recordar que la derecha, o es seria o no sirve para nada. Y no hay que olvidar la mayoría de los partidos, o sea los de siempre, porque se les ha metido en la cabeza de votar al que los insulta, que ya he hablado en varias oportunidades del famosos síndrome de Estocolmo, que a no dudarlo, su meridiano pasa por Buenos Aires.

Pero no hay que olvidar que al votar de esa manera, se rompen los partidos, y tampoco se va adelante con el destructor. En una palabra que la encrucijada de Argentina es tremenda y desde mi punto de vista depende que el radicalismo que está gracias a Milei dejado de lado, pues tome conciencia que es su turno y que ese turno no lo tiene ningún otro partidos pues todos lo han perdido en idas y vueltas sin resultado alguno. Y sin duda, con buenas consignas pueden ir a los votantes en horas, dada su infraestructura nacional. Pero, también es cierto, que para ello hay que sacarse de encima al presidente peronista que se votaron, democráticamente, faltaba más. En una palabra que están aislados. No les tiran ni un hueso y las bases, por decirlo de alguna manera ayudan a Milei. Pues esa ayuda que todos han hecho, ha llevado a que no haya partidos, y para más inri el apoyado tiene la costumbre de insultar a quien le ayuda. O sea, algo nunca visto. Y en consecuencia el radicalismo tiene que sentarse; sacarse de encima al peor peronista que tiene de presidente; y a correr y cara al viento.

Por otra parte, Milei y los mileyes siempre están al borde del precipicio y buscando a quien dirigir sus dardos al punto extraordinariamente triste de hacer contra la vicepresidenta, que con solo observarla un poco le da quinientas vueltas y sin insultar. Por eso no se le puede ocurrir a nadie con cierta estura política o sin llegar a tanto, y hasta con pocas luces, enojarse de por vida con quien preside y puede mandar a su antojo el Senado. Que guste o disguste es donde se cuecen las habas que, y en consecuencia se las van a servir pasadas o duras, crudas o recocidas ;y lo hace porque nada rompe y porque quiere y porque se lo merece, en la actualidad. La vicepresidenta es la única con la cual se puede hablar, y la única que sabe lo que tiene entre manos y en la cabeza; y puede decir lo que se le antoje ya serio o ya con el prurito de la ironía, sin que se le mueva un pelo; y tiene bastante.

Y el otro día con toda la porquería que le tiraron en la prensa y supongo que por las cloacas de internet lo único que han conseguido es que les salga el tiro por la culata y ensalzarla de manera indirecta; a la vez que ellos se caían estrepitosamente. Porque, por otra parte, dejando a un lado si te gusta o te disgusta y mañana hubiera elecciones, gana ella. Aunque las elecciones, siempre se hacen cuando ganan los otros. Pero sin ir tan lejos resulta que él y ella ahora si han ido demasiado lejos. En una palabra que todo se desordena y cada vez se distorsiona más como si el gobierno no supiera que la nación argentina tiene habitantes que, entre otras cosas votan pero también comen.