POLÍTICA. "La obligación de crear futuros que incluyan un sistema público con universidades y hospitales"

El miércoles, Bolívar también fue parte de la Marcha Federal de la Salud y la Educación, a través de centenas de vecinos y vecinas que se dieron cita frente a nuestro Centro Regional Universitario para expresar su rechazo a los vetos del presidente Milei a las leyes Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario.

Como ya informamos , hicieron uso de la palabra el locutor y presentador del acto, Kevin Sánchez; Silvana Alcaraz, referente del SUTEBA, uno de los gremios que se dieron cita junto a otros actores sociales y público en general, y Luciana Romano, en representación del gobierno municipal, que aportó a la juntada unos cuantos funcionarios y concejalas/ les -incluyendo a la intendenta interina, Laura Rodríguez, y a Eduardo Bucca, quien será nuestro jefe comunal desde el 10 de diciembre en reemplazo de Marcos Emilio Pisano.

Publicamos a continuación el elocuente discurso de Kevin Sánchez, con el que se dio inicio a la jornada. De algún modo, sintetiza el pensar y el sentir de quienes estuvieron allí:

"Otra vez acá, otra vez de tener que ponernos a explicar que lamentablemente los bolsillos llenos de pocos vacían las esperanzas de muchos.

Otra vez de tener que explicar que la educación pública en Argentina es una de las formas que posibilitó y que materializó caminos a la justicia social, la justicia de la vida que pedimos a los gritos cuando matan a una piba o a un pibe, justicia que no sale de un Juzgado, sino que se gesta en un aula, como todos nosotros, que alguna vez y sin distinción de cuánta plata tenían nuestros padres tuvimos que ponernos el mismo guardapolvo blanco.

Tenemos que seguir explicando que la educación conlleva a la representación de sueños para que los sectores populares podamos progresar, acceder a bienes materiales y simbólicos que eleven nuestras condiciones de vida.

Tenemos que seguir explicando que la educación pública contribuye también a poner en palabras situaciones de injusticia e iniquidad para poder denunciarlas.

Que frecuentemente la educación cumplió el rol de lo que la pedagoga social Violeta Núñez llama antidestino, es decir, frente a los destinos asignados socialmente la educación presentó batallas, se rebeló y dio lugar a otros rumbos evidentemente más progresivos y autónomos de los sujetos sociales.

Y la tenemos que cuidar, hay que defender la educación pública de quienes militan la estupidez, que parecen ponerse contentos ejerciendo su ignorancia en redes. Que no saben, que no pueden, que no entienden, que envidian.

Defenderla de esta especie de venganza inexplicable, imbécil, atolondrada, suicida.

Defenderla de la obediencia autodestructiva al Fondo Monetario Internacional, de esta lógica puramente económica tan de moda, de los proyectos meramente individuales.

De los terraplanistas, cipayos, ajustadores, de su hermana, de las coimas, de las ventas de influencias.

Defenderla de quienes creen que no nos toca lo que sucede a 400 kilómetros o viceversa.

De los que niegan ser casta pero no sus privilegios, de los que diseñan planes económicos inflacionarios, recesión, imposibles, desquiciantes.

Defenderla de la sobrepolitización pero también de la despolitización, de la frivolidad, de la salida laboral como única variable a la hora de elegir carrera, de los extremos, y de quienes creen que su mundo es el mundo entero.

De quienes explican todo diciendo neoliberalismo y ultraderecha como si todos supieran qué significa.

Del exceso de internacionalismo, de las modas de afuera, de la descontextualización.

Defenderla de quienes llenan las redes de autorreferencia y educación pública pero no mandan a sus hijos a la escuela secundaria de su barrio o peor, quienes no pisan un centro de educación complementaria más que para votar.

Pero también de lo políticamente correcto, de lo sobrenarrado, de los discursos con formato repetido que pocos escuchan y del periodismo rentado y extorsivo.

Defenderla de las movilizaciones sin menores de 25 en sus filas.

Y defenderla de nosotros mismos, que tenemos que sacar la cabeza de la grieta y entender que esta es una cuestión absolutamente transversal a cualquier proyecto de país, al igual que los jubilados y las personas con discapacidad.

Nos reunimos hoy porque así se escribe el futuro, elijamos bien de qué lado nos ubicamos, y a quiénes perdonamos por votar leyes, decretos u ordenanzas que perjudican a las Pymes y a la clase media y baja.

Muchas gracias a quienes sí vinieron y a quienes hacen el esfuerzo energético para dimensionar esta realidad con sensibilidad y empatía, pero sobre todo con el odio y la violencia como antípodas.

A menos que hayamos perdido todo rango de humanidad, todo lazo comunitario y el orgullo por nuestra patria tenemos la obligación de crear futuros que incluyan (de mínima) un sistema público con universidades nacionales y hospitales públicos de alta complejidad".