COLUMNISTA. De esto y aquello

Quizás lo más importante que ha ocurrido en el anodino discurrir de la política en Argentina, en la que todos y cada uno ha dejado su partido para pasarse al de Milei; que por otra parte es algo nunca visto. O sea, que por el interés baila el mono. Y en consecuencia el arribo del radical joven o relativamente joven elegido para presidente del partido es una buena noticia, pues a pesar de que también es un partido desgajado tiene la ventaja de ser un partido que no se olvida y que necesita seguir en carrera; y para tal trabajo necesita de jóvenes que lo lleven adelante, porque no hay que olvidar que los grandes viejos ya no están; pero si está en la memoria colectiva una manera de hacer política que viene de lejos; y al mirar en derredor no deja de ser importante necesidad.

Por otra parte la irrupción de este joven da alas para soñar con un futuro, entre tanto presente que se ve por los aledaños, aunque al parecer no encuentra el sitio donde aparcar; por la cantidad de tiempo lides sin importancia, que por otra parte, deja sin resuello de tanto esperar sin noticias que de una buena vez se empiece con algo. Algo que sirva a todos. Y que por otra parte son los todos que esperan hace ochocientos días. Que son unos cuantos. Y el pescado sin vender. Como es lo habitual. Por ello reconforta ver que aparentemente un partido añejo se reinventa en un tiempo, en que hoy por hoy, solo lo alimenta la espera. Y en consecuencia no deja de ser bien visto que a esta espera se sume con trabajo y ver de una buena vez, algo positivo.

Porque en definitiva se trata de un partido que carga en sus espaldas una memoria que lo engrandece. Y sobre todo que dada su relativa juventud, se cae de maduro que ha de entrar con fuerza; y hasta podría demostrar que no todo está perdido y no lo digo porque se crea que está perdido lo que en este momento hay. Pero de lo que no cabe duda que estas euforias y esperas se terminan enseguida porque tardan en cuajar. A dos años largos y larguísimos porque nada pasa; y todo lo que entra pasa por encima del hombre común. El trabajador. El hombre o la mujer que alimenta una familia o a si mismo, pero en dos años y con lo que valen las tierras ahora, y no hablo de las estancias, sino de esas raras que dan fiebre a los hombres para conseguirlas, y hasta guerras entre países.

En consecuencia es lógico pensar que en esta presidencia ya han entrado; y no sabemos si dejan algo o mucho o nada. Y por sobre todo a casi tres años y a cinco años de vida política del actual presidente, esperamos algo; y hasta ahora no ha dado un solo puesto de trabajo. Y esto, hay que decir la verdad, es inédito porque todos los anteriores malos o buenos siempre en menos tiempo sabíamos para donde iba. Y hoy no sabemos si quien se sienta en famoso sillón sabe de qué lado viene el viento y eso a pesar que nos tiene maravillados con el futuro; y a lo mejor es cierto. El problema, y grande es que siempre estamos en el presente; y no muy bueno.

Por lo demás y ante la necesidad del radicalismo el señor presidente deberá hacer cosas demasiado importantes como para que en la gente prevalezca esa extraña manera de polarizarse, porque si, porque no hay otro partido; y sobretodo sin ningún asidero político o ideológico. Es decir, que tanto por estas pampas. como por Europa o EEUU, los han vaciado de tal manera que ni piensan, ni tienen certezas, y por si algo faltare, ni tienen partidos políticos que los represente, Buen trabajo el hecho por los de siempre; que tanto te rompen un país como te montan una guerra. Y en consecuencia y volviendo al grano, también el peronismo tiene que estar, sin duda alguna; y se renovará pues no le queda otra. O sea, que no les queda más remedio que presentarse, pero de manera que se parezca al peronismo de allá lejos.

Y aunque buena parte de la sociedad no esté de acuerdo, no cabe duda que si va a estar en desacuerdo con la hinchada de la presidenta encarcelada. Eso no va más pero si todo lo demás puede hacer camino. Y sería la lógica, porque no puede ser que medio país se pase al mileismo sin certezas ni predisposición; y por si no bastare no está demás mirar en derredor y ver que en tres años no ha dado respuesta a la gente que trabaja y sueña y no entiende porqué un país enorme y rico y sin habitantes, la mitad son pobres. Y sin embargo, continúa a la espera de que algo sirva de una buena vez para todos. Porque sin duda, algo raro pasa en la fuerzas políticas; y pasa y mirando en profundidad, que no tienen idea, ni que es la Argentina ni por donde pasa la costumbre para que Argentina, a pesar de lo soñado, donde está la grandeza apetecida y no cabe duda que mucho tiene que ver con un desconocimiento total del pasado.

No tienen idea de los grandes hombres y mujeres de la Generación del Ochenta; y para empezar y contra todo pronóstico odia a los dos personajes que hicieron la Argentina, me refiero y pido perdón por nombrarlos a Sarmiento y Roca sin el sellos no hay país y con los nietos y biznietos de aquellos que vinieron de España e Italia y de toda Europa son justamente los que está rompiendo Argentina; y lo curioso es que a este paso la van a perder inclusive en territorio y espero equivocarme. Pero gracias a estos dos, están todos los que hoy trabajan y sueñan; y quienes la rompen. Que abundan.