Finalizó el año de trabajo para Matías Ortiz, el entrenador bolivarense de pádel que retornó al país hace algunas horas, luego de un 2023 marcado por el comienzo de una nueva etapa profesional en España. Este año le dio un giro a su carrera; se separó de alguna manera del ritmo vertiginoso de torneos profesionales para volver a sus raíces: la formación de jugadores menores. Para ello, se incorporó a la Academia Aurial, lo que le significó un cambio de ciudad y le marcó el inicio de un ciclo diferente, pero siempre en el ámbito de un deporte y una tarea que lo apasionan. Desde el aeropuerto, en contacto con La Mañana, minutos antes de emprender el viaje de regreso habló sobre lo que le dejó este año y también hizo mención al Master que acaba de lograr un “hermano de la vida” suyo, el olavarriense Federico Chingotto.
– “El año ha sido bastante bueno porque comenzamos un proyecto nuevo en la academia y lo hicimos desde cero. Y cuando digo “cero”, es cero… En la primera semana, si no recuerdo mal, tuvimos un alumno. Empezamos con la idea de apuntar a una escuela de menores, a la formación, algo que yo ya había hecho en Argentina, y cerramos el trimestre la semana pasada en dos clubes con más de sesenta chicos. Así que es me pone contento, feliz”.
– “Dentro de la parte de profesional tuve una actividad que no se vio demasiado. Entrené a Tony Bueno, el primer jugador profesional que se instaló en la Academia, y considero que ha tenido un buen año. Ha progresado a nivel técnico y sobre todo en cuanto a proyección, como para encarar bien el próximo año.
Y no me olvido de que a comienzo de año hice algunos entrenamientos con Marta Marrero… Cuando tenés a cargo a jugadores profesionales debés estudiar y ver bien cuál es el trabajo que hay que hacerse. Hay que analizar bien cómo se encuentra ese jugador, si quiere seguir compitiendo… Marta había dejado el pádel por el mejor regalo que le dio la vida: tuvo un hijo, y por lo tanto había estado totalmente inactiva. Así que estuvimos “peloteando” durante algunos meses, entrenando, moviendo algunas cosas técnicas, algunos desplazamientos físicos, y se ha quedado con esa “espinita” de la inactividad, pero por algo muy lindo. Hace pocos días me confesó que para el año que viene tiene previsto volver a competir, así que es algo motivante para mí. Preparar a una jugadora que llegó a ser Nº 1 y hoy quiere volver a la actividad, es todo un desafío; aún no tenemos fecha, pero es seguro que quiere volver, así que trabajaremos a tiempo para que ‘vuelva a meterse ahí arriba’. Tiene el ranking protegido y puede ubicarse dentro de las primeras veinte parejas. Por supuesto que los objetivos al comienzo no serán exigentes sino todo lo contrario, volver a meterse en el ritmo y volver a entrenar junto con todo lo que conlleva ser madre”.
“Estoy terminando un año muy lindo”
– “Estoy terminando un año muy lindo. Cambié de ciudad: pasé de Madrid a Barcelona; no sabía mucho con qué me iba a encontrar en cuanto a pádel, pero el nivel de Catalunia es muy bueno. Hay escuelas ya instaladas desde hace mucho tiempo y nosotros nos sumamos al trabajo en la formación de menores para que el día de mañana puedan llegar a ser profesionales”.
– “Hemos armado un gran equipo con Maximiliano Cerrudo, un profe también argentino que se dedica al entrenamiento de menores; con Cristian Martín, un vecino de la ciudad de Daireaux que también trabaja en el mismo club; con Marc Balmes, un español que se dedica a la parte física; también estamos atentos a la parte de nutrición, así que es un buen grupo.
Tuvimos la experiencia de trabajar, por ejemplo, con chicos de Eslovaquia, de Francia, hace poco estuvo entrenando con nosotros antes del Mundial un chico de Estados Unidos… Todo va a futuro, todo va en carriles. Tengo que agradecerle mucho a Nico Garrido, a Daniel Osés, a Jon Grau, quienes se ocupan de toda la estructura y son los que ‘no se ven’ pero son parte fundamental de la Academia.
Para el futuro tenemos previsto armar una sede con dormis para que los chicos puedan entrenar y en el caso, por ejemplo, de un argentino, darle la posibilidad de quedarse tres meses”.
La felicidad de Fede, alegría de Matías
– “Hoy (domingo) terminó una temporada de diez años de World Padel Tour, el circuito no existirá más, sólo continuará la Premier, y al último Master del año lo ganaron Paco Navarro y Federico Chingotto. ‘Fede’ es alguien que, al final, cumple el sueño de varios. Se me vienen muchos momentos a la cabeza, de mucha gente, porque desde sus 11 a los 18 años prácticamente se pasó su vida en El Corralón, entrenando con nosotros. Tiene muchos sparring y amigos ahí. Aquella fue una época dura del pádel, cuando lo mirábamos por televisión y soñábamos con estar algún día ahí. Hoy es un hecho, una realidad, ‘Fede’ ganó un Master y sigue siendo un ícono en el pádel mundial, así que estoy muy contento por eso también”.
