CULTURA. Franco Campo presentó su libro Prisioneros de la ciencia

En el marco de un encuentro que hizo lugar a la música, la poesía y otras expresiones, el docente, artista (escritor, compositor, instrumentista y guionista cinematográfico) e investigador Franco R. Campo presentó su libro Prisioneros de la ciencia, que en rigor ya había dado a conocer durante los años de la pandemia vía Zoom, pero nunca de modo presencial.

Ocurrió en el auditorio de la Biblioteca Rivadavia el miércoles, en un encuentro vigorizado por el colectivo Mujer Originaria, que está cumpliendo trece años de labor en Bolívar y que, como Campo, milita la causa de los indios (así los llamó el autor del libro, aclarando que hay otras denominaciones para los antiguos dueños de estas tierras pero que es la que él elegía, al menos en esa ocasión).

En la presentación, Ana Karina Martínez aclaró que la postura del colectivo que integra es que el 12 de octubre "no hay nada que festejar y no es el Día de la Raza", sino que lo que debe en rigor conmemorarse es el Día por la Diversidad Cultural, con lo cual fijó el 'kilómetro cero' de la juntada poniendo blanco sobre negro el cariz ideológico que comparten los protagonistas de un acto de presentación que incluyó un poema de Santos Vega (leído por su nieta), referente indigenista vernáculo (algunos familiares suyos estuvieron allí), y la evocación permanente de Olga Garay, descendiente de mapuches y emblema de la militancia por los originarios local. A propósito suyo: una gran wiphala ubicada a la vista de todos, en la pared principal del auditorio, "fue dejada como legado por la familia de Olga; esa wiphala que es símbolo de resistencia, de hermandad y de unión entre los pueblos", como dijo en las palabras de apertura Ana Karina Martínez.

También hubo música, segmento en poder de Félix Lamancha en charango, acompañado en percusión por Flavio Lezama, uno de nuestros músicos más pibes. Asimismo, en el auditorio se dispusieron algunas artesanías y obviamente una mesa con ejemplares del libro que se presentaba.

Luego se dirigió a los presentes el autor, de vasta trayectoria en los campos arriba mencionados, para contar la experiencia de elaborar este libro, el proceso de trabajo, sus motivaciones y diversos aspectos sobre su contenido.

Durante la reunión, Adri Corbera, del colectivo promotor, leyó un texto de Eduardo Galeano, alusivo al tópico aglutinante.

El elocuente subtítulo del volumen es Narrativas invisibilizadas de los pueblos originarios. Un abordaje pedagógico. Editó el volumen Clara Beter, que en su sitio web señala que "Prisioneros de la ciencia es un libro de relatos breves que nos interpela a preguntarnos, que nos da la clave para poder comenzar a entender por qué nuestros compatriotas los Pueblos Originarios siguieron manteniendo viva su cosmovisión a lo largo de la historia, y hoy, luego de 500 años de silencio y oscurantismo, quieren contarla al mundo, compartirla con nosotros.

"Las narraciones son un excelente recurso para alumnos y docentes de todos los niveles, ya que son de lectura sencilla y amena. Mientras el acto de leer sucede y vamos ingresando en el mundo del relato que nos propone Franco Campo, también vamos adentrándonos en la historia de nuestro país, con datos puntuales y precisos que hicieron a la construcción del estado nacional.

"Prisioneros de la ciencia es un libro con valiosos y poco conocidos aportes sobre los Pueblos Originarios, dando así a la pedagogía o al lector curioso una herramienta clave que estimula y despierta las ganas de saber más.

"Sobre el final, se proponen disparadores para reforzar e incentivar la búsqueda, la investigación y la continuidad con otras lecturas, o simplemente para la reflexión y el debate en el hogar".

Cabe destacar, finalmente, que este encuentro ocurrió en el día en el que la entidad anfitriona, la Biblioteca Popular "Bernardino Rivadavia", estaba cumpliendo ciento catorce años.