LA CULTURAL. Desovillando la historia para sembrar el futuro

Desovillando la historia, el libro de la vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, María Adela Antokoletz, fue presentado por su autora el sábado, en La Cultural, en un encuentro que ofició de marco para reflexionar sobre la defensa de los derechos humanos.

Al modo conversatorio y con la conducción/moderación de la comunicadora social Daniela Roldán, la hija de Adela Gard de Antokoletz, quien fuera de unas las fundadoras de la Asociación Madres de Plaza de Mayo en 1977, y hermana de Daniel Víctor Antokoletz, detenido desaparecido por la dictadura en noviembre de 1976, contó su experiencia familiar en relación a los derechos humanos, el origen y motivaciones de su libro, distintos aspectos de su elaboración y también compartió su mirada sobre los inicios del organismo que su mamá contribuyó a fundar, y que hoy es emblema en el mundo.

La presentación fue organizada y auspiciada por la Dirección municipal de Derechos Humanos y Política de Género, la biblioteca anfitriona y la Federación de Asociaciones Latinoamericanas de Familiares de Detenidos-Desaparecidos, FEDEFAM.

Antokoletz estuvo acompañada en esta incursión bolivarense por Mercedes Mignone, hija del fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS, Emilio Mignone, y el bolivarense Sebastián Marina, miembro de FEDEFAM al igual que las dos mencionadas.

La presentación se llevó a cabo en la sala principal del edificio de La Cultural, donde durante el año se brindan charlas, se dan a conocer libros y también se realizan muestras artísticas. Hacia un costado, fue montado un panel donde fulguraban los jóvenes rostros de nuestros desaparecidos y desaparecidos por la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, junto a la imagen de Daniel Víctor Antokoletz.

Tras las palabras preliminares de Antokoletz y Roldán, se abrió la reunión a las preguntas e intervenciones del público, naturalmente toda gente interpelada por los derechos humanos, y de diversas edades.

Este encuentro se llevó a cabo horas después del fallecimiento de Vera Jarach, miembro de Madres Línea Fundadora, y se constituyó en un homenaje a ella.

Desovillando la historia es un volumen de unas sesenta páginas, con textos y algunas fotografías. En su interior, su autora se refiere a los orígenes de Madres y en particular de Madres Línea Fundadora -una escisión del bloque original, que nació a mediados de los años ochenta-, y de sus luchas y propósitos.

Por la mañana, Antokoletz, que es profesora de Letras por la Universidad Católica Argentina, estuvo de visita en el programa radial Chino Básico, de FM Medium, y durante ese sábado y parte del domingo realizó diversas actividades en esta ciudad, acompañada por Marina, Mignone y las militantes políticas locales Mónica Ochoa y Mariana Coviella.

En la juntada del sábado, también se habló del nacimiento de la FEDEFAM, sus objetivos, su recorrido y desafíos, y de las primeras épocas como tal y las acciones políticas del pequeño núcleo de mujeres que terminó dando forma en el otoño de 1977 a la Asociación Madres de Plaza de Mayo.

Fue una tarde en la que, a partir de la presencia de las visitantes y de la propia obra que se presentaba, se convidó a la reflexión general respecto de la defensa de los derechos humanos, observado desde el presente.

Estuvieron allí -entre otros/as y además de los mencionados/as-, la licenciada Marianela Zanassi, directora municipal de DD.HH. y Políticas de Género; la actriz y docente Anneris Escalada Aranas, presidenta de La Cultural; Soledad Díaz Gerea, a cargo del nodo de Abuelas de Plaza de Mayo con sede en la citada biblioteca, y Miguel Ángel Gargiulo, autor de Policronía, el indispensable libro que reconstruye el delicado mosaico de vida y militante de nuestros desaparecidos y desaparecidas, y que tiene ya varias reediciones/actualizaciones.

"La política es una larga paciencia. Esa larga paciencia influye en decisiones que tienen a veces trascendencia internacional, por eso no hay que desanimarse", enfatizó Antokoletz durante su intervención, en una frase-bengala de futuro que a su modo explica por qué se puso a escribir su libro, al tiempo que invita a incorporarse a la militancia -o a reconocerse y reasumirse en ella- a cualquier persona que sienta como propia toda injusticia, habida cuenta de que, como ella misma también subrayó, los derechos humanos constituyen el núcleo de la 'gran política', por encima de los recortes partidarios.