El caracterizado vecino Néstor González, bombero de reserva y hombre que aún se dedica a realizar el 99,9 por ciento de las placas que se colocan en el cementerio local, es de colaborar con el vecindario de la Avenida Calfucurá.
No hace mucho lo vimos en redes sociales colocando flores en la vereda de enfrente de su local, la vereda de un macizo de tierra que en algunos años será un nuevo barrio, para darle un poco de color a esa despoblada vereda. Ahora también en redes sociales lo vemos quejarse y con razón del estado en el que se encuentra parte de la vereda que atraviesa al medio la rotonda de la ruta 226 y que necesariamente deben utilizar quienes la atraviensa de a pie, en bicicleta y algunos intrépidos motociclistas.
Redactó Néstor en su cuenta de Facebook: “Los vecinos de la zona (Av. Calfucurá camino al cementerio) tenemos un problema que se sostiene en el tiempo y a pesar, de las advertencias y pedidos no se soluciona”.
González describió con conocimiento de causa que “la rotonda de la ruta 226 tiene un paso peatonal que es la continuación natural de la avenida Calfucurá, sumamente deficiente. Su construcción de pedregullo suelto posee un bajo a nivel que acumula el agua de lluvia, que cuanto más hace falta, menos se puede usar, obligando a los peatones y ciclistas a transitar por caminos alternativos”. Y agregó que “esos caminos pueden apreciarse, en la fotografía adjunta”. Con buen tino y alejado de culaquier bandería, Néstor relfexionó: “Pido que con buena voluntad y pensando en los vecinos, se resuelva esta situación”.
Es de esperar que el secretario de Obras Públicas, Lucas Ezcurra, tome nota del reclamo y lo solucione con sus operarios.
Angel Pesce.
