La Escuela de Educación Agraria, coloquial y afectivamente conocida como ‘la Agrícola’, celebró el martes setenta y cinco años con un acto que mancomunó a su comunidad educativa -docentes, directivos, alumnos, padres, miembros de la cooperadora, ex de todos esos ítems- con escuelas amigas y la comunidad toda, representada por autoridades políticas y referentes de instituciones intermedias.
Ocurrió al mediodía, en el amplio predio escolar. Se hicieron presentes el intendente Pisano; el senador provincial Luján Eduardo Bucca; el inspector distrital de Educación, Luciano Teodoro Villarreal; inspectores de distintas modalidades; funcionarios municipales; el presidente del Consejo Escolar, Mauro Rubén Pérez; consejeros escolares, etcétera.
También se dieron cita alumnos de la Escuela de Educación Técnica Nº 1 y representantes de Bomberos Voluntarios, portando las banderas de ceremonia.
Ex estudiantes y profesores izaron la insignia argentina y la bonaerense en el mástil emplazado en el sector de ingreso del establecimiento, con lo que se dio formal inicio a un acto que continuó con la entonación de nuestro Himno Nacional.
Uno de los segmentos más emotivos fue el descubrimiento de dos placas alusivas al aniversario -una donada por la Sociedad Rural-, frente al pabellón del área administrativa. La ceremonia estuvo a cargo, en un caso, de inspectores educativos, directivos, miembros de la asociación cooperadora, ex estudiantes y ex docentes de la Agraria; en el otro, de algún referente de la escuela junto a representantes de la Rural y el intendente Pisano, cuya mamá trabajó en este colegio.
Dirigieron más tarde palabras alusivas la profesora Elena Trejo (ver aparte); el profesor Mariano Iturriaga; Graciela ‘Bachi’ Waks, una histórica de la escuela, y el director actual, ‘Chelo’ Álvarez, entre otros/as.
La bendición de la institución y su gente estuvo a cargo del padre Francisco Molfesa.
El extenso programa incluyó, además, la participación de alumnos de primer año, que interpretaron una canción junto al profesor Javier Chávez, acompañados por el multiinstrumentista Raúl Chillón.
Por otra parte, fue enterrada la ‘cápsula del tiempo’ al pie del mástil. La unidad incuba información y elementos propios de esta época depositados por alumnos de quinto año, y será reabierta recién dentro de dos décadas y media, para el centenario del establecimiento educativo.
Finalmente, los presentes compartieron un chocolate con torta, la típica (y necesaria) nota de dulzura en el marco de esa charla que siempre motiva este tipo de encuentro, en la que entre la emoción y la alegría brotan las entrañables anécdotas que se transmiten de generación en generación, y que cuentan la historia.
La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo’, fue una suerte de lema que presidió esta ceremonia, desde una gran bandera ubicada frente al público. Todo culminará el sábado al mediodía, en el comedor de la escuela, con un almuerzo para completar los festejos por el cumpleaños, el último punto del ‘programa aniversario’, del que dimos cuenta en nuestra edición del lunes.
Chino Castro.
