Opinión. De esto y aquello: Nota 1587 (4ª Época)

Yo nunca he entendido el asunto ese de sacar dólares a la calle para que la gente no se lleve los dólares y siempre me ha parecido que es una gauchada que se hacen algunos políticos para ser más pudientes. Porque es como apagar un fuego con gasolina. Traer dólares en aviones y mostrar los camiones en procesión para que no se desborde o sea, que tengo que pagar los dólares del otro día que alguien se lo ha de llevar y por si no bastare los dólares a montones que algunos se los llevan no bien llegan al lugar ideal. Hace veinticinco años que llegan dólares y se los reparten entre ellos, pues ni un metro de vías o carreteras. O sea, que para que yo no compre dólares hay que traer dólares de su lugar de nacimiento. Extraño asunto; y más extraño si no lo entiendo,aunque si entiendo, que los dólares corren con más prisa que los pesos.

Parece mentira que se junten en la plaza para aplaudir lo malo; y que además se las den o esperen que esa matufia me lo crea como algo totalmente lógico. O sea, hacer del malo un prócer.  Y al punto que no son cuatro, y por si no bastare son gobierno, En este caso  desgobierno. Eso  sí, son más de cuatro. De todas maneras, da la impresión que son muchos para desgobernar. Por lo demás se las dan de valientes cuando nadie hay enfrente, como han mostrado las cámaras. Los quieren ver enfrentados a un ejército. Romper calles es fácil, pero también saben que es fácil que te rompan la cabeza.

En un día que debería se r de fiesta como era antes según me han contado estaban todos en sus casas y llegaban a hacerse cargo de las mesas pasados muchos minutos que sumaban hasta más de media hora;  y saludaban como si fuera lo oficial. Y así fue, porque nada empezó a horario y por si no bastare en la capital ni siquiera funcionaban las máquinas; y resulta que nada ha funcionado,  porque todo ha sido barrenado desde el vamos. Porque hay gente, y mucha, que no les interesa que haya elecciones. Es tristísimo que el país hecho pomada y los ciudadanos  no cumpliendo con sus funciones que eran dos por encima de todo. Primero ir a votar y segundo votar a horario. Y en la capital uno se pregunta, que hacen las máquinas, en un país donde los políticos no han aprendido a darle de comer a la mitad de la población. Que se dice pronto.

Y pronto se dice que al final se ha dado lo que se esperaba. O sea, que no ha ido a votar a la mitad de la población y eso mismo ya de por si no da para aplaudir a la que ha ganado. O sea, que la gente está asqueada algo que ya se veía venir y a la que todos le tenían miedo. Con una gran diferencia que los perdedores  se van cubiertos de vergüenza y dineros; y los ganadores pues falta verlos  a diario, a ver si de verdad, cambian el país, para que las caras de sus habitantes ganen. Porque es de suponer que los políticos saben que la gente está harta, porque ellos, en general, se han dado el lujo de romper la patria y de llenarse los bolsillos. Que es de esperar empiecen los juicios; porque de otra manera tienen razón en no votar.

Y por si fuera poco lo que hay que aguantar, las maquinitas de buenos aires no andaban; y las colas se hicieron kilométricas al punto que mucha gente desistía. Y uno se pregunta en momentos en que Argentina se cae, era tan importante innovar con tecnología  de avanzada que al cabo quedó rezagada. Como al parecer parece que también los políticos  de siempre, se han quedado medio atrás frente al nuevo  desaforado. Un tal Milei. Me hace recordar a un famoso alemán que así empezó su carrera hacia la muerte. De los otros.Ahora bien,Milei les ha dicho que no han servido para nada durante un cuarto de siglo. Y que se habían olvidado uno por cuenta propia y otros por quedados que los que llegan no pueden vivir conlo que hay, y los que se van, no han vivido lo que les correspondía.

Y los que no son ni los que se van ni los que llegan pues se habrán dado cuenta que han estado dando vueltas como un molino cascado sin llegar a nada. Un cuarto de siglo, viendo los buenos como los malos hundían la patria; y algunos de ellos, por no  decir muchos, viviendo con los que rompían todo cuando tocaban. Y cuando por  fin aparece una mujer que quiere hacer las cosas como se debe pues aparece un señor, que por supuesto,decrecerá en sus ansias y lleva a repartir poder. Por otra parte nadie está descollado pues las diferencias no son grandes y en consecuencia habrá sosiego; pero poco avance.

Y como el salvador de la patria perdió pues automáticamente, ya lo tenía preparado, devaluó. Adrede. Como gustan manejarse. Y lo que nos espera con esta gente y las vías que se abren de infinita inconsistencia. Es de esperar que la bronca se termine en el pecado de ir contra ellos mismos, y contra los hijos de esta patria, a pesar que muchos de los peligrosos votantes son hijos. De todas maneras tampoco echarle la culpa a los culpables de llevar la sinrazón a la Rosada, que buena parte de la culpa, por no decir toda, la tienen todos los políticos sin importar  para donde patean, pues durante un cuarto de siglo han pateado la patria, al no hacer nada, más allá de mirar lo que hacían los que nada hicieron, mientras los oficiales se llenaban los bolsillos; y Patricia a la larga o a la corta será presidenta y debe saber que las cárceles son imprescindibles.