Reunidos en familia o no, con la madre presente o llorando su ausencia, celebrando a la hija que se hizo madre, recuperando recuerdos que nunca se borran, elevando un plegaria, animándonos a un te quiero que cuesta decir por sobre entendido pero que hace falta, embriagándonos en aromas a comidas inigualables, derramando una lágrima de añoranza o de alegría, celebramos el Día de la Madre.
Para todas ellas, imprescindibles mujeres de nuestro pueblo, el saludo entrañable y agradecido del Diario La Mañana.