El Centro de Producción en Arte y Cultura (CePeAC), está recibiendo la solicitud de interesados en los talleres que ofrecerá este año, como siempre con sede en Fundación Futuro y desde el viernes 1 de marzo. Serán los mismos que el año pasado.
Folclore (Lucas Serantes es el profesor), Fotografía (con Alejo Salgado Girondo), Maquillaje (con Noelia De Marco), Bandas (Clara Tiani), Radio (Adrián Darío Ituarte Antognazza) y Artes Visuales (Paula Danessa), son los espacios abiertos esta vez, la mayoría con un recorrido de varios años en este ámbito educativo y el de Artes Visuales desde mediados del 2024. El de Radio funciona en la Escuela Secundaria Nº 5, en el barrio Obrero, porque tiene esa especialidad en su currícula y cuenta con una radio instalada y lista para operar.
Las propuestas, que se dictan en horarios vespertinos, están abiertas para mayores de 16 años, y la participación es de carácter libre y gratuito. Para inscribirse hay que ir a la sede del CePeAC, en Sarmiento casi esquina Arenales, de 18 a 21, o hacer el trámite a través del formulario que circula por Instagram y Facebook. El Centro forma parte del Estado provincial.
Brindó esta información al diario Claudia Schwab, coordinadora del organismo.
Por su parte Lucas Serantes, que la acompañó durante esta charla periodística en Fundación Futuro hace unos días, dividirá su labor este año en dos grupos o sub asignaturas: Danzas tradicionales contemporáneas, que se desplegará los lunes de 17.30 a 19, y Estilización folclórica, de 19.30 a 20.30. “Buscaremos (en Estilización) investigar el movimiento folclórico, abarcando técnicas como la danza contemporánea. Intentaremos ir un poco más allá en esas danzas del repertorio clásico del folclore”, indicó el olavarriense, que encarará desde marzo su tercera temporada en el CePeAC, desde junio de 2022.
Un recuerdo hermoso Este año bailaste en Cosquín, como integrante del ballet oficial que abre cada una de las nueve lunas del festival. ¿Cómo viviste esa experiencia?
– Uno audiciona a principios de año. Pasás diferentes etapas y tuve la suerte de quedar entre doscientos bailarines que nos presentamos. Por eso camino, finalmente formás parte de este ballet histórico, que abrió Cosquín desde siempre. El festival es algo muy místico, y el ballet tiene esa impronta también. Para el bailarín folclórico es muy lindo pisar ese escenario y vivir durante todo enero semejante experiencia.
Serantes audicionó por primera vez para Cosquín, donde se desarrolla cada enero desde hace mil el festival mayor del folclore argentino. Después, durante largas semanas “el esfuerzo mental y físico fue enorme”, contó. El proceso de ensayos comenzó el viernes 5 de enero, y el último baile aconteció el 29 de ese mes, cuando el festival cerró una nueva edición. “Durante todos esos días, fue bailar nueve horas por día, algo duro, pero después la experiencia resulta hermosa al poder transitar ese escenario, con los conocimientos que uno va adquiriendo. Te llevás para siempre algo magnífico, y querés volver.
Seguramente te resultó gratificante no sólo el intercambio con tus pares, los bailarines y tus compañeros/as del ballet, sino con los músicos, que a Cosquín van los más grandes del folclore argentino, de ayer y de hoy.
– Pude compartir con chicos de todo el país. Tenía compañeros de Salta, Tucumán, Catamarca. Vas sumando aprendizajes, cosas que acá no tenés tan a mano. Mi idea fue tratar de asimilar lo máximo posible. Y luego sí, tuve la suerte de presenciar en acción a los más grandes del folclore, y de bailar en algunos casos durante sus recitales, ya que las bandas y solistas tienen la invitación para incorporar al ballet a su show. Así es que pudimos bailar con artistas como Soledad, Facundo Toro, Lucas Caceres y algunos más. Uno suma muchas experiencias y aprendizaje, es tremendo estar ahí.
¿Con quién disfrutaste bailar, como miembro del ballet?
– Con Facundo Toro fue hermoso. O con Lucas Caceres. Que se pongan a la par tuya en humildad, estaba yo en un momento zapateando en el show de Facundo Toro y cuando miro él estaba zapateando al lado mío… La verdad que esas experiencias de estar arriba del escenario, riendo y disfrutando a la par del artista, son algo muy lindo.
¿Y shows que te hayan gustado, al margen de si bailaste o no?
– Hay un grupo que se llama La Juntada, que son los Coplanacu, Raly Barrionuevo y Peteco Carabajal. La verdad que es muy bonito de ver lo que hacen. Y a mí me gusta mucho Abel Pintos, lo que trata de expresar, el talento que muestra arriba del escenario. Me llega mucho, si bien no es tan folclórico; lo que transmite, su arte; me encanta. Él cerró el festival, es decir que después de bailar pudimos presenciar su recital. Al ser parte como ballet, nosotros tenemos entrada, pase, nos movemos como un artista más del festival. Tuvimos la suerte de ver los números mayores, los que cierran o los más convocantes, pudimos ver todo.
“sí, hay una magia ahí”
Siempre se ha dicho que en esa plaza, mientras se desarrolla el festival, hay una atmósfera especial, cargada de una energía única. ¿Qué te pasó a vos?
– Hay algo difícil de explicar, que uno estando ahí no sabe cómo poner en palabras. Con mis compañeros, antes de salir a bailar, teníamos como una arenga, de tres palabras: sueño, mágico, trascender. Nos dábamos motivación así. Y notábamos algo mágico, uno salía a pisar ese escenario, con las luces y el sonido, que ya es tremendo, y la conexión que se vivía con la gente era increíble, a mí como artista jamás me había pasado. Cada vez que lo recuerdo se me pone la piel de gallina, es terrible. Esa explosión de la plaza y de la gente, y lo que te transmite en el aplauso, me llegaba profundamente, y cada noche quedaba al borde de quebrar. Sí, hay una magia ahí.
Chino Castro.
