Debutará el sábado a las 22 Zuma, nueva banda de pop y rock internacional que saldrá al ruedo en Apasionados Bar, con un menú de versiones de temas de fines de los años ochenta y los noventa y una cuidada puesta en escena.
El cuarteto está integrado por Pilar Martínez, en voz; Juan Emilio Junco, en guitarra (y ocasionalmente teclados); Silvio Álvarez, en bajo, y Valentín Baldovino, en batería. Se formaron durante la pandemia, y tocar covers internacionales representa el primer peldaño de su plan, que se continuará con la incorporación de material en castellano y se coronará con la composición de canciones. Por ahora, la energía está puesta en conocerse y afianzarse, y desde esa perspectiva el compromiso del sábado es crucial, ya que será su concierto debut tras varios meses de encierro y ensayos.
“Hacemos varios temas de Cranberries, de Animal Instinct, y algunos más de ahora, como uno de LP y uno de Beyoncé. Más clásicos de los noventa, caso Creep, de Radiohead”, enumeró el violero en charla con el diario.
Caras que dicen cosas
“Soy inquieto, necesito siempre generar cosas, vehiculizar lo que a uno le está pasando. A los chicos los conozco a todos, salvo a Silvio, con quien no tenía vínculo previo a Zuma. Pilar fue alumna mía (en el Instituto Jesús Sacramentado), y a Valentín también lo conocía, él además es dee jay y es increíble cómo se expresa a través de ese vehículo. Por eso se me ocurrió que podía surgir una linda propuesta de este encuentro, ya que además todos tenemos gustos diferentes y edades también muy diversas, y eso creo que es muy piola toda vez que de la mezcla y la combinación puede surgir algo interesante”, evaluó Junco, y abundó en un análisis acaso vinculado con su profesión, la psicología: “Pensando en por qué la banda había quedado conformada así, se me ocurrió algo a partir de mirar las caras de nosotros cuatro en una foto: creo, y en todo caso los demás tendrían que dar su opinión, que nos nuclea algo vinculado con el sufrimiento de cada uno, algo no dicho, no expresado. La música haría una suerte de conexión entre los cuatro, que no la lograríamos de otra manera”, aventuró.
El nombre de la banda surgió de una serie de derivaciones de Cranberries. Si bien los cuatro integrantes tienen su propia personalidad y preferencias que no siempre convergen, escuchando a The Cranberries, la banda de la malograda cantante Dolores O’Riordan, decidieron que querían para el proyecto un nombre vinculado con alguna fruta (como el cranberry, una cereza). Pensaron en principio en la mandarina, porque tiene algunas particularidades que le confieren un sello muy singular, pero no daban con una denominación que les convenciera. Buscaron el nombre en inglés y no había caso, hasta que encontraron la designación de un tipo de mandarina que era similar a zuma, y así llegaron a un puerto que les gustó. Acaso por el maridaje entre acidez y dulzura típico de las frutas cítricas, que también puede ser núcleo de un estilo musical.
El show del sábado lleva por título Inesperado brutal. El director de la puesta es Daniel ‘Tucu’ Nieva, profesor de piano de Junco y podría decirse que un quinto Zuma, si bien por ahora no tocará ningún instrumento dentro de la alineación. “La presentación tiene todo un contenido, nuestra idea es no sólo ir a tocar unos temas, sino comunicar una idea o mensaje”, anticipó el guitarrista.
Las entradas deben reservarse en Apasionados Bar, en calle Avellaneda o por las redes sociales. Se cobrará un derecho de espectáculo (prometen que muy accesible), y la propuesta está englobada dentro del concepto cena-show. La duración del concierto será de unos cincuenta minutos.
En adelante, y aprovechando el oleaje de poptimismo tras la densa atmósfera de un largo año y medio de pandemia, Zuma tocará todo lo que pueda. “Venimos ensayando hace unos meses, nos juntamos por lo general todos los miércoles. Ya preparamos unos temas y los subimos a nuestra página de Instagram”, para que los interesados vayan viendo de qué se trata, completó Junco.
En el rubro planes, también figura filmar cortometrajes con la participación del cuarteto, “mezclar lo nuestro con otro tipo de producciones artísticas”, puntualizó finalmente el instrumentista.
Chino Castro
El psicólogo de las cuerdas
Algunos se van a sorprender al ver al doctor Juan Emilio Junco empuñando una guitarra.
-Y sí, puede ser (se ríe). Que me tengan piedad. Nunca he tocado en ninguna banda, será mi primera vez. Pero siempre me interesó. Estudié algo de guitarra con Eduardo Real, cuando tenía 17 años. Uno a veces siente que la música no es para uno, tiene ideas mal concebidas al respecto, prejuicios. Uno no se anima, pero ahora es otra etapa. Después, un verano vi un piano, que alguien vendía usado. Al tiempo me acordé, fui a verlo, y resultó que había que restaurarlo. Me decidí y lo compré. Así fue que empecé a aprender algo de teclados. Primero solo, y después fui a tomar clases con Daniel Nieva, alguien que me ayuda mucho y que incuso es el director musical de nuestra banda y del espectáculo que presentaremos el sábado. Es bueno incorporar a alguien así, una figura que brinda su mirada desde afuera, sin ser estrictamente parte de la banda en el escenario. Aprendemos mucho de él. Y con Mabel Turani también tomé clases, pero muy poquito. Lo mío es jugar, por decirlo así.
En cuanto a lo nuestro, hay toda una estética, no es que las cosas están tiradas así porque sí. Si nos ven en Instagram lo van a percibir, hay una línea, en cuanto al concepto, a los colores. A esos aspectos nos los está manejando Manuel Ochoa, con su productora y su equipo de trabajo. De a poquito estamos dando los primeros pasos.
