Por Ariel Dadante.
En 1984 llegó a los cines una película de bajo presupuesto, solo costó 6.4 millones de dólares, que marcó un antes y un después en el cine de ciencia ficción. Terminator (The Terminator, 1984), la segunda película de un director totalmente desconocido, James Cameron, que venía de realizar Piraña 2 (Piraña 2: los vampiros del mar, 1981), película que avergüenza mucho al director. Terminator nos presentó a un cyborg asesino, interpretado por Arnold Schwarzenegger, que viaja al pasado para eliminar a Sarah Connor, interpretada por Linda Hamilton, madre del futuro líder de la resistencia, John Connor.
Cuando se estrenó el film nadie esperaba que fuera el éxito que fue, ni que generará la franquicia que hasta la fecha sigue vigente, y que fuera parte la cultura pop, con frases y personajes totalmente reconocibles, acá les voy a contar algunas de las anécdotas que están detrás del rodaje de este clásico indiscutible.
La idea le llegó a Cameron en una pesadilla, donde el veía un robot envuelto en llamas, que lo perseguía para matarlo. Al despertarse se puso a dibujar lo que recordaba de su pesadilla, y ese fue a premisa con la que comenzó a trabajar en el guión. El director quería que el film transcurriera en el futuro, pero por problemas de presupuesto a la hora de realizar la ambientación, es donde introdujo los viajes en el tiempo para que la trama se desarrolle en el presente. Una vez terminado el guión, lo vendió por un dólar a la productora Gale Ann Hard, pero le hizo prometer que si se llegaba a filmar él sería el director.
Para el papel del terminator, el estudio quería a J.O. Simpson, que por ese entonces era un famoso jugador de fútbol americano, que luego, varios años después, se hizo famoso por ser encontrado culpable de asesinato. La verdad es que Cameron no estaba convencido de quererlo y tuvo una cena con Arnold, pero, según cuentan, era para desanimarlo y que rechazara el papel. Arnold iba a interpretar el kyle Reese, que quedó en manos de Michael Biehn, el soldado que viajaba del futuro para ayudar a Sarah, pero cuando el actor comenzó a analizar el personaje del cyborg, Cameron se dio cuenta que él era el indicado para interpretarlo, y le dijo: “lo has analizado mejor, de lo que yo lo he escrito”.
Antes de comenzar la filmación, Linda Hamilton, se rompió el tobillo, pero esto no impidió que comenzara el rodaje en las fechas pactadas, por lo que tuvo que rodar muchas de sus escenas con el tobillo vendado.
Volviendo al tema del presupuesto del film, queda claro que era muy bajo cuando en la escena donde el brazo hidráulico del terminator tenía que atravesar un parabrisas, la ensayaron varias veces para que saliera a la primera toma, ya que no tenían dinero para invertir en otro parabrisas, y preferían usar el dinero para otras escenas.
Cuando James Cameron escribió Termiantor, nunca tuvo la intención de realizar una secuela, fue el propio Schwarzenegger el que le insistió al director para realizarla, ya que él estaba muy contento con el personaje. Así es que la secuela se termina estrenando en 1991, con un gran suceso de crítica y taquilla.
La frase “Volveré” (I´ll be back) que inmortalizó el actor, en la escena de la comisaría, figura en el puesto 37 de las mejores 100 frases de películas de todos los tiempos según un listado realizado por el American Film Institute (ahora quiero saber todas las frases, perdón, me dejé llevar).
Es claro que el T-800 es un personaje que todos conocemos y que influenció a muchos realizadores, como así lo hizo Sarah Connor, esa mujer sumisa, que vive huyendo y con el paso de las películas se va convirtiendo en un ícono femenino de la lucha y la resistencia, Terminantor es parte de la cultura pop, esa pequeña película que llegó y cambió el cine de ciencia ficción surgida de una pesadilla y que se convirtió en un sueño para todos los involucrados.
