Con la participación protagónica de vecinos del barrio, lo que incluye a padres, abuelos y los propios pibes y pibas contenidos por la institución, el DIAT filmará el antes y el después de Vivanco con el parteaguas que significó este núcleo de inclusión social fundado por el kirchnerismo y sostenido estos tres años por el municipio.
Ariel Dadante, que es proyectorista del Cine Avenida y tiene formación en artes audiovisuales, rodará desde estos días una película que tendrá epicentro en un barrio que ha cambiado notoriamente desde que el estado junto y la SEDRONAR hicieron base con el Dispositivo Integral de Abordaje Territorial, según entienden las autoridades del órgano.
El proyecto fue anunciado el viernes en declaraciones a este diario por Yamile González, vicedirectora del DIAT, que en estos días sí había dado a conocer su grilla de actividades para el verano 2020 (ver diario de ayer). “En temporada estival cambia la lógica del dispositivo, proponemos propuestas nuevas y en esa dirección surgió la idea de hacer con Ariel este documental, que protagonizarán los propios usuarios y usarías del Dispositivo y los vecinos y vecinas del barrio. Nosotros que estamos allí podemos afirmar que el lugar ha variado muchísimo, y me refiero fundamentalmente a la subjetividad de las personas y a sus proyectos de vida”, ya sean niños, adolescentes o adultos, la familia en su conjunto, destacó González. “Es bien distinta la realidad de un barrio cuando el estado se hace presente. Lo podemos ver en Bolívar, por ejemplo en Diamante con la murga que coordina Martín Berreterreix, o en los barrios aledaños a Vivanco a partir del DIAT”, agregó la trabajadora social.
La película de Dadante se rodará durante enero y febrero, con estreno previsto para marzo, seguramente en el Cine Avenida.
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Por lo demás, en estas semanas el Dispositivo ofrecerá talleres de boxeo, taekwondo, música, canto colectivo y algunos más -hay propuestas que se desarrollan en el parque acuático municipal-, a lo que debemos sumar la intensa labor de la radio comunitaria que funciona en el lugar, que es empleada por los involucrados en la actividad del núcleo que la contiene pero también por instituciones de la ciudad de Bolívar y vecinos que desean expresarse radialmente.
Mientras tanto, por la mañana el DIAT continúa brindando contención y asistencia a personas que sufren vulneración de derechos (casos de violencia, consumos problemáticos, etc.), por parte de un equipo técnico conformado por profesionales de la salud bajo la coordinación de la propia González, y que articula con todas las dependencias de salud y sociales que funcionan en Bolívar bajo órbita municipal. Concurren doscientas ocho personas “con historia clínica (el DIAT es un dispositivo de salud primaria)”, el usuario más joven tiene 7 años, el mayor, 28.
También transitan quienes están completando sus estudios secundarios a través del FINES, y hombres y mujeres de la ciudad en base a la articulación que el Dispositivo lleva a cabo con otras instituciones del partido, como el CEA de Ibarra, con el que realizó el año pasado talleres de panificación y panadería. Tras el curso, “se conformó una feria de mujeres desempleadas, que coordina nuestra compañera Estefanía Flores, con una perspectiva feminista”, puntualizó la vicedirectora
El DIAT trabajará en verano de 9 a 13 y de 17 a 21 horas.
Chino Castro
“El municipio bancó todo, sin eso no hubiésemos podido seguir”
¿Tenés expectativas en poder trabajar mejor a partir del cambio de rumbo político a niveles nacional y provincial?
González: -Sí. Y siempre recalcamos que sin la decisión política del municipio, de ‘Bali’ y de Pisano, de seguir, no hubiéramos podido hacer nada. En otros municipios los DIAT se cerraron, los gobiernos no mandaron recursos, salvo el pago de algunos sueldos de profesionales de los equipos técnicos. En la SEDRONAR aún no han designado a alguien al frente, porque hay otras emergencias que atender. Hay una transición, pero creemos que será para mejor. Estos tres años el municipio bancó todo, desde los contratos de los talleristas hasta el abono de los servicios, pasando por los materiales para el desarrollo de los talleres e incluso ítems absolutamente domésticos como la yerba para el mate. Todo lo hizo el municipio, y a eso hay que valorarlo y hacerlo saber, porque en otras municipalidades no fue así.
Para el gobierno de Macri “no fue prioridad esta política pública de prevención en consumos problemáticos y de inclusión”, enfatizó González. Sin embargo, lo que hicieron fue abandonar al DIAT vaciándolo de recursos económicos, más que hacerse cargo para imponer políticas con otro rumbo, diferenció González. Esto en algún sentido fue positivo (o el mal menor, si se prefiere verlo así), porque dio lugar a la intervención municipal para continuar con los lineamientos que había trazado el kirchnerismo.
El Dispositivo fue fundado, con el nombre de CEPLA, en agosto de 2016. Figuradamente, ingresó a la ciudad por la ventana, cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner dejaba el poder. Lo inauguró el macrismo, pero le habían dejado todo listo. De no haber sido así no existiría, porque el elenco que acaba de dejar el poder en la nación y la provincia no lo hubiese creado, analizó finalmente la trabajadora social.
