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viernes, 29 de marzo de 2024
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Violento impacto entre dos camiones a 10 kilómetros de Bolívar

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Un violento accidente, que por fortuna no originó daños personales, sucedió aproximadamente a las 10.30 horas de la mañana de hoy sobre la ruta 226, a unos 10 kilómetros de la planta urbana de Bolívar, muy cerca del puente del arroyo Vallimanca.

En el siniestro resultaron involucrados dos camiones, ambos de Olavarría, que circulaban en dirección contraria con sus respectivas cargas. Uno de ellos, cargado con bolsas de harina, procedía de Tres Arroyos y retornaba a Olavarría luego de haber descargado algunas bolsas en Bolívar. El otro, una batea con piedra procedente de la ciudad serrana, se dirigía hacia Pergamino.

Si bien hay discordancias de criterios según se escuche la versión de cada uno de los choferes, lo cierto es que el acoplado del transporte de harina golpeó a su cruce fuertemente contra la estructura del otro camión provocándole daños tanto a la cabina como a la propia batea y, producto de ese impacto, el acoplado se desenganchó de la unidad tractora yendo a detener su marcha, también con severos daños, sobre el préstamo derecho de la ruta perdiendo parte de su carga.

El vehículo embistente es un Fiat Iveco dominio NPZ 481, que arrastraba un acoplado dominio MJD 778 conducido por Aníbal Boedo, de 34 años. El otro rodado es un Scania 114 con patente COJ 480 manejado por Mauricio Morales, de 54 años. Precisamente este último, en diálogo con este medio, refirió que -según su criterio y observación- el acoplado que causó el problema “venía flameando por la ruta y se desenganchó producto del impacto”. Aún visiblemente conmovido por el episodio manifestó que “esto es como haber nacido de vuelta dos veces. Primero por el impacto que rompió el espejo y parte de la cabina” y luego también dañó la sólida estructura de la batea. “Y además me salvé por muy poco de caer a la alcantarilla”, dijo en relación a una profunda canalización que corre a esa altura por debajo de la ruta, protegida por un guard rail.

Los rodados quedaron detenidos a unos 300 metros de distancia entre uno y otro y debieron ser socorridos por los Bomberos Voluntarios, que llegaron al lugar con la Unidad Nº 3 a cargo de Franco Rojas y una dotación de seis hombres. Como se dice, no hubo heridos.

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