El pasado lunes el fútbol de Bolívar afrontó una jornada para olvidar. El cotejo que finalizó 1-1 lo protagonizaron Independiente y Casariego, correspondiente a la fecha 1 de la primera femenina, que había sido postergado. En los papeles, iba a ser un partido ‘picante’, futbolísticamente hablando, pero todo se fue de control, por el actuar de las jugadoras, hinchas y dirigentes.
Todo comenzó en el minuto 19 de la segunda mitad, con el partido 1-1, tuvieron un encontronazo las jugadoras Geraldine Watson, de Independiente, y Daniela Navone, perteneciente a Casariego. La jugadora del Rojo le hace una infracción a Watson, esta responde con una sujeción constante, y ese es el momento donde Navone le pega con el antebrazo en el rostro y seguido de un golpe de puño en la cara, y cuando estaba caída en el césped, la remata con una patada en la cabeza.
Luego de esto, ambas se fueron expulsadas: por conducta violenta la jugadora de Casariego, y por doble amonestación la de Independiente (sujeción constante). Después, el encuentro fue detenido en dos ocasiones, por insultos de ambas tribunas. Hinchas de las dos parcialidades insultando fervientemente a jugadoras y terna arbitral. Jugadoras alimentando desde adentro el odio, haciendo gestos hacia afuera, incentivando a la violencia y haciendo crecer aún más una bomba que estaba a punto de explotar.
Cabe destacar que cuando terminó el encuentro, hinchas locales se quedaron afuera del vestuario de árbitros insultando y amenazando con golpear a la terna arbitral. En ese mismo lapso, cuando se retiraban del recinto el vicepresidente de Casariego, Sergio Reynaldo, su mujer, Evangelina Fuster y Mauricio López, integrante de la comisión, jugadoras de Independiente los interceptaron con agravios. Posteriormente a esto, la jornada finalizó con una pelea entre ambas hinchadas.
En el día de ayer, Casariego sacó un comunicado en sus redes sociales donde la principal implicada, Daniela Navone, pidió disculpas por lo sucedido. “Hola, soy Daniela Navone, jugadora de la primera división femenina del Club Atlético Casariego. El pasado lunes, en el encuentro que disputamos frente al Club Atlético Independiente, tuve la desgracia de no poder contener mi enojo del momento y no actué como debía hacerlo”, comienza el comunicado y sigue diciendo que “me siento muy apenada y dolida por la situación que causé. Quiero pedir disculpas públicamente”, manifestó.
Por su lado, Independiente también sacó un comunicado en sus redes sociales, lo hizo hace poco más de tres horas, recalcando que “desde la institución les contamos que tomaremos medidas, como el derecho de admisión sobre aquellas personas partícipes de dicha violencia”.
Es momento de parar la pelota y de hacer una crítica constructiva puertas adentro, tanto simpatizantes, dirigentes y en este caso, jugadoras. Lo que pasó el lunes es un ejemplo de lo que no tiene que suceder dentro de una cancha.
