Liliana Morán, Fabiana Garrote, Estela Hernández, Emilce García, Alejandra Mónaco y Franco Cordero son algunos de los integrantes del grupo de vecinos urdampilletenses movilizados en pos de soluciones para el hospital de la localidad, que, según han expuesto en una nota enviada a este diario y otros medios de la ciudad, al Concejo Deliberante, al Ejecutivo municipal y al delegado en el pueblo, Mario Fernández, estaría atravesando una crisis de ribetes alarmantes, representada por un auténtico rosario de problemas que tenderían a profundizarse y propagarse .

De hecho, como publicamos anteayer en base al texto enviado aquí, habían conseguido una audiencia con el intendente Pisano y la secretaria de Salud, Mary Jofré, para el martes 12 de abril (habitualmente los martes el jefe comunal viaja a la localidad), que se cayó por ausencia de los mencionados, quienes no viajaron a la localidad, no enviaron a nadie en su representación y tampoco se excusaron.

“Urdampilleta se cansó de mendigar el derecho a la salud”, braman en el escrito ya publicado en estas páginas, que hizo las veces de introducción a un asunto que continuará proyectando derivaciones.

Horas después de cancelado el cónclave con las autoridades comunales, algunos de los miembros del grupo dialogaron con este diario, con el norte puesto en que la crisis en el nosocomio Juana G. de Míguens, que esencialmente sería económica, comience a desanudarse. “Si no tienen plata, que pongan la cara y lo digan”, descerrajaron, al tiempo que advirtieron que irán “a fondo”.

¿Qué los llevó a solicitar esa audiencia?
- Vecinos que necesitamos el servicio de nuestro hospital, notamos muchas falencias. Son las que expusimos en las notas a los medios, al Concejo (entregaron una copia a cada bloque) y al Ejecutivo. Por ejemplo: falta del aparato de rayos, del ecógrafo, de médicos profesionales, de guardias, de personal de laboratorio, ya que hay una bioquímica de años que sólo atiende a la mañana. Es continuamente llevar gente a Bolívar por todo.

Esta degradación, afirmaron los vecinos, fue produciéndose paulatinamente, pero se precipitó durante la pandemia. “Tenemos un hospital de lujo, pero es como si fuese una salita de primeros auxilios”, enfatizaron.

El grupo surgió hace algunos meses, el año pasado. En principio eran cinco personas, que habían padecido algún inconveniente en punto con la atención que brinda el hospital. Hermanados en el padecimiento decidieron nuclearse, convocar abiertamente a todos los vecinos y salir a buscar una solución. “Somos apolíticos, personas sólo preocupadas por nuestra salud, la de nuestros familiares y por ende la de nuestro pueblo en general”, subrayaron los miembros del incipiente colectivo.

Lo primero que hicieron fue lanzar un petitorio virtual invitando a los urdampilletenses en general a apoyar con su firma el inicio de gestiones y reclamos por la salud pública de la localidad. “Se va sumando cada vez más gente, interesada en contribuir a mejorar la calidad de la salud que se nos brinda, que es un derecho que tenemos todos”.

Tras estos primeros pasos, el núcleo consiguió reunirse dos veces con el intendente Pisano, “pero no se avanzó nada. Nos preguntó si teníamos médicos conocidos; nos ocupamos de hablar con ellos, de convocarlos a trabajar en el hospital. Nos ofrecimos a dar una mano, porque lo que queremos es justamente hacer algo entre todos”, remarcaron. Hasta el momento, no se consiguió nada. El grupo mencionó el caso de un profesional urdampilletense que quería volver a su terruño a trabajar de lo suyo, pero el sueldo que le ofrecieron era tan bajo, aseguraron los entrevistados, que terminó radicándose en San Luis.

El hospital cuenta con una asociación cooperadora, que preside Mirta Chourrut, y con un director, el doctor Marina, que se ha reunido con el grupo y expresado su preocupación, pero que no puede administrar las soluciones requeridas, dijeron los integrantes del grupo.

“A todo el mundo lo cargan y lo llevan a Bolívar”

Mencionaron las guardias. ¿No hay una guardia permanente en el hospital?
- Hay una guardia, pero están acobardados. Alguna gente ha tenido que esperar que el médico volviera, porque no estaba ahí. Te cargan en ambulancia, te llevan, al rato volvés al hospital… Es duro lo que está pasando.

¿Ha vivido un momento así el nosocomio, o este escenario es inédito?
- De la calidad humana de la gente que trabaja allí no podemos hablar, ellos hacen todo lo que pueden. Pero las órdenes vendrán de allá (de Bolívar), desconocemos, por eso queríamos hablar con Jofré. Para qué nos tenemos que ir a Bolívar, a todo el mundo lo cargan y lo llevan para allá, no hay casi internados. La gente tiene que pelear porque la quieren llevar a Bolívar quizá por una simple cosa.

¿Qué proyectan hacer, caída la audiencia con Pisano y Jofré?
- Iremos a fondo. Lo que pasa es que te chocás con la pared… Fuimos a los medios, al Concejo y dejamos la nota en todos los bloques, para que el tema no se politice, no queremos que pase ni tampoco por supuesto que esto se cajonee, como les dijimos a los concejales. Gracias a Dios no ha ocurrido algo más grave, si no, hubiera habido una movida muy grande. Nadie tiene por qué pasar por situaciones traumáticas, estar con un enfermo y que no haya insumos… Es muy triste. Ahora hemos previsto ir algunos de nosotros a la reunión del Concejo, ya les pedimos que nos avisaran. Y seguiremos insistiendo, preguntando. Queremos una solución. Si es que no hay dinero, que pongan la cara y lo digan.

Chino Castro.