Sofía Díaz es una bolivarense que se encuentra en Tailandia, hacia donde fue de vacaciones a principios de marzo y desde donde intenta volver hasta ahora sin mayores resultados positivos. Hija de Susana Domínguez y de Marcelo Díaz Pueyrredón, trata de calmar a sus padres a través de la comunicación que mantienen de manera permanente; pero ve que las chances que tiene de regresar se van modificando cada día y la embajada argentina en ese país asiático no les dio ninguna respuesta.
“Tenemos una diferencia de 10 horas con Argentina”, cuenta Sofía del otro lado del mundo, cuando recién se levanta, mientras acá empezamos a irnos a dormir. Y después comenzó a contar su historia: “El 6 de marzo volamos a Tailandia, para ese entonces el virus no estaba declarado pandemia y nadie se imaginaba tal magnitud”.
Después fue tiempo de que contara las peripecias con las posibilidades de volver: “Teníamos el vuelo de regreso a Buenos Aires para el 29 de marzo, por la empresa Emirates. Éste fue cancelado, y ahí comenzó nuestra odisea, los aeropuertos empezaban a cerrar, cancelaban los vuelos por no poder llegar a destino, y nadie te avisaba. Logramos reprogramar el vuelo para el 27 a San Pablo (Brasil), sin opción de nada”.
La joven detalló con qué se encontraban ante cada reclamo: “Nos decían que no era su culpa (de la empresa), que no volaran más a Buenos Aires. Empezamos a pensar en acercarnos lo más posible, para que algún vuelo de Aerolíneas Argentinas pueda repatriarnos, ya que los vuelos de repatriación acá (a Tailandia) no llegan. Parecía la única ruta viable, más allá de que sabíamos que ahí se estaban amontonando argentinos esperando lo mismo. Y con el virus avanzando, quedaríamos muy expuestas; pero no teníamos alternativas”.
Pero lo que era una esperanza, se volvió a transformar en decepción: “Nuevamente nos cancelaron el vuelo, ya ni a San Pablo podíamos llegar, y Emirates no nos reconocía la ruta original a Buenos Aires, cerraron sus oficinas y dijeron que hasta el 25 no volaban más, básicamente nos estafó”.
Y las puertas que se iban cerrando una tras otra, empezaron a causar desesperación: “Sin vuelos, con la amenaza del virus avanzando, con las noticias de que a partir del 31 no hay más vuelos, como mínimo por un mes, nos desesperamos. Sacamos un vuelo de la única aerolínea que aún seguía con normalidad por un convenio que hizo con ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil Argentina), pagamos una fortuna para poder volver, tenemos vuelo para el 27 de marzo a Buenos Aires, con escala en Ethiopía y parada técnica en San Pablo”.
De todas formas el regreso aún no lo tienen garantizado: “Esto es día a día, recién nos acabamos de desayunar con que ANAC le quito la licencia de vuelo a Ethiopian y van a ir autorizando los vuelos en el mismo día”, relató la joven varada en Tailandia.
