Dirigida por Eduardo Pinto y protagonizada por Luciano Cáceres al frente de un elenco que incluye a varios/as bolivarenses, se realizó el sábado la función pre estreno de la película La educación de los cerdos, que rescata el primer guión del también director Pablo Luján Bucca, escrito a sus diecinueve años (hace veinte).
La obra, un policial ambientado en los noventa, fue rodada el año pasado en Bolívar, Daireaux y 25 de Mayo. Ocurrió en una sala “Chiquita Domeño” del Cine Avenida prácticamente a tope, con la presencia, entre otras figuras, de los hacedores de la obra, es decir Pablo Bucca, Eduardo Pinto y tres de los protagonistas, el mencionado Luciano Cáceres, Pablo Pinto y Sergio ‘Pasta’ Dioguardi, con quien el bolivarense comparte productora y emprendimientos dentro del mundo del séptimo arte (su firma es una de las que produjo esta obra). (Dioguardi, al igual que Eduardo Pinto, son ya viejos conocidos bolivarenses para haber participado, desde diversos roles, de varias de las nueve ediciones de nuestro festival de cine “Leonardo Favio”.)
Entre el público, se dieron cita el intendente Pisano y el senador Eduardo Bucca, quienes muy sonrisales se dejaron ver juntos, en lo que constituye una postal de máxima concordia en días de fuerte incertidumbre política acerca de los caminos que seguirán ambos en la carrera hacia el 2023, en el contorno de un convulsionado escenario nacional. La educación de los cerdos se plasmó con el apoyo de los tres municipios donde fue rodada. Antes de la función, hicieron uso de la palabra Bucca y Pinto.
El bolivarense, a pesar de remarcar cada vez que es menester que le cuesta hablar en público, fue muy claro al expresar que le interesaba rescatar aquel primer y entrañable guión que elaboró a sus 19, del que hizo cuarenta copias sin saber bien para qué, y que allí quedaron apiladas sobre la mesa del depto. porteño en el que entonces también vivía el más tarde intendente ‘Bali’ Bucca.
Señaló que le interesaba que se hiciera algo con calidad con esa historia, y por eso pensó en Eduardo Pinto, una garantía en la materia, más allá de que se trate de una película ’no mainstream’, es decir de bajo presupuesto y que probablemente no recorrerá el circuito comercial de cines porteños aunque sí llegará al mundo, como remarcó su director. Dioguardi no podía faltar, y lo demás fue armándose solo, pieza a pieza tipo una bola de nieve (así es hacer una película, enfatizó Eduardo Pinto), hasta consumar la obra.
El guionista y director de Una mujer sucede agradeció al pueblo de Bolívar, que facilitó locaciones y actores para que el proceso avanzara, durante todo el año pasado y aún en el marco de las restricciones sociales por la pandemia. En el elenco participan varios/varias bolivarenses, casi al torrencial modo ‘Miky’ Francisco, pero quien desempeña un rol relevante es Marcelo Aquiles ‘Chelo’ Barrios, uno de los integrantes de la banda que se referencia en el personaje de Cáceres.
Pero hay otros dos coterráneos en labores vitales: Mariana Ron, directora de Arte, y Ariel Dadante asistente de dirección (es el proyectorista titular del Avenida, desde su reapertura en octubre del ’13). Martín, un joven que pretende ser dibujante, será obligado por su padre a incursionar un mundo desconocido y violento. La llegada de Clara, cajera de un supermercado de la que Martín se enamora, le dará un giro trascendental a su vida. Solo deberá librase de un verdadero mal: el de su propio padre, reza la sinopsis de Límbico Films.
Todo, ambientado en los años noventa, en un pueblo que podría ser Bolívar pero en una atmósfera y una estética que huelen a conurbano. Luciano Cáceres, Tupac Larriera, Pasta Dioguardi, Cumelén Sanz, Paula Rebagliati y Pablo Pinto, cubren los roles centrales del elenco. En la banda de sonido, hacia el final restalla una canción de Estelares, si bien la banda del juninense Manuel Moretti no es la autora de la banda de sonido del largometraje.
Chino Castro
