Paleontólogos y arqueólogos del INCUAPA, que funciona en la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría, comenzarán hoy con la tarea.
Días atrás un trabajador rural, Juan de Dios Sota, mientras arriaba animales a la vera del arroyo Vallimanca, se topó con restos fósiles de importante tamaño. Casi sin poder explicar aquello que había hallado, se puso en contacto tanto con autoridades municipales como con medios periodísticos. Así se inició un camino que por estas horas se encuentra en pleno tránsito y que proyecta, entre otra serie de aristas, actividades tanto culturales como educativas, todas con la paleontología y la preservación de fósiles y de la historia como epicentro.
“Son hallazgos bastante comunes, que se dan en gran parte de la provincia de Buenos Aires, sobre todo en cursos de ríos y canteras”, narró a Infoeme Pablo Messineo, docente de la Facultad de Ciencias Sociales e Investigador del INCUAPA, Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano, una unidad ejecutora de Conicet con sede precisamente en la casa de altos estudios olavarriense. Forma parte del equipo de profesionales que desde hace ya algunos días se encuentra trabajando en Bolívar bajo las directivas de los paleontólogos José Luis Prado y Ricardo Bonini.
“La particularidad que tienen estos restos, que serían de dos gliptodontes, es que están en posición de vida. Muchos de los hallazgos de gliptodontes que se dan en la provincia están las caparazones invertidas, eso es una característica interesante para analizar”, continuó Messineo, quien estimó que los restos tendrían una data aproximada de entre 10 mil y 50 mil años, en el “Pleistoceno final” explicó. No obstante, aclaró que “todavía casi no hemos excavado”, por lo que las precisiones llegarán con el avance en las tareas.
Tal es así que añadió que “no sabemos qué grado de completitud pueden tener, pensamos que al estar en estado de vida posiblemente debajo del caparazón puedan estar todo lo que es el resto del esqueleto. Pero eso, hasta que no excavemos el lugar que va a ser a partir del lunes, no vamos a poder tener esas certezas”. Basándose en las apreciaciones del doctor Bonini, Messineo precisó que se trataría de “la especie `Glyptodontidae´, que es una especie de gran tamaño que se encontraba en los pastizales pampeanos”, precisó a medida que daba cuenta que los ejemplares tienen aproximadamente un metro y medio de largo y pesarían alrededor de 800 kilogramos.
“Dar a conocer lo que es la paleontología”
“A partir del lunes (hoy) vamos a estar yendo al campo”, anticipó el investigador del Conicet quien añadió que otros colegas se van a sumar a la tarea que llevará, según estima y el tiempo acompaña, alrededor de 4 días. “Esos fósiles quedan en Bolívar, no los vamos a traer (a Olavarría)”, narró en algo que sirvió de preámbulo a un interesante proyecto educativo que se desarrollará en esta ciudad.
“Durante la conservación, la preparación de esos fósiles para la exhibición es nuestra idea y también con la municipalidad generar algún vínculo con los colegios para que vayan los estudiantes y vean cómo es el proceso de estudio y limpieza de estos fósiles, dar a conocer lo que es la paleontología, el estudio de estos animales y también las investigaciones arqueológicas que estamos desarrollando en Bolívar”, enfatizó.
No obstante nada de ello interrumpirá el estudio de esos restos al punto que también proyectan “obtener alguna datación de Carbono 14”, “quizás a futuro podamos obtener alguna cronología de cuándo murieron estos gliptodontes en ese lugar”, completó. Para ello será clave las tareas que realicen en Olavarría, más precisamente en el laboratorio de isótopos que cuenta el INCUAPA en la Facultad de Ciencias Sociales.
Messineo explicó que a partir de las muestras de colágeno que puedan extraer de esos restos no sólo podrán lograr la data de los mismos, sino que también entre los objetivos diagramados se encuentra la intención de “llegar a aproximarse sobre qué tipo de recursos de animales y vegetales estaban consumiendo”. “Es muy importante para nosotros tener este laboratorio acá. Por un lado, nosotros no tenemos que mandar el hueso a laboratorios en el extranjero, sino que lo procesamos acá, sabemos entonces que lo que estamos mandando es buen colágeno extraído, abaratamos los costos y nos permite hacer mayor cantidad de muestras”, concluyó.
Fuente:
www.infoeme.com.ar
