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viernes, 29 de marzo de 2024
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Se estrena Che bandoneón, vida y obra de Rubén Exertier

‘Miky’ homenajea en su nueva peli a uno de nuestros grandes.

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La vida y la obra de Ricardo Rubén Exertier, eximio bandoneonista nacido entre nosotros/as, serán puestas en valor por el documental Che bandoneón, crónica de una pasión, escrito y dirigido por Miguel Francisco y que se estrenará en el Avenida el miércoles 7 de junio.

Con testimonios del propio Rubén, de su familia y de colegas músicos que han compartido -y comparten- la ruta con él, como el cantante Fernando Grismado, el cantor y guitarrero Oscar ‘Gringo’ Cardoso, sus primos hermanos los Cañete, el bandoneonista Héctor ‘Tito’ Carretero y el guitarrista Norberto Paolone -tal vez su socio ideal-, la película reconstruye el derrotero de vida de uno de nuestros mejores, rubro por rubro. Con una exquisita fresa de postre: el testimonio del mismísimo Rodolfo Mederos, con quien Exertier tomó clases y que lo invitó a tocar con él en ocasión de su celebrada visita a nuestra ciudad el año pasado, para un concierto en la Rivadavia enmarcado en los sesenta años de la Asociación Musical.

“Se habla también de la historia del tango, a partir de Rubén. Nos adentraremos en su vida, desde su infancia. Es un ejemplo de esfuerzo y dedicación. En la película cuenta que viajaba a la ciudad en sulky a las cuatro de la madrugada, para venir a aprender bandoneón, y regresaba a las diez de la noche. Se la pasó estudiando y tocando toda su vida, y también es digno de un destacado cómo se ha adaptado a las nuevas tecnologías”, lo que le ha permitido grabar ‘a distancia’, con gente de otras ciudades. El que habla es Nico Ruiz, asistente de dirección de ‘Miky’, director de Fotografía y colaborador en la edición de la obra. 

Una de las perlas que quedarán de la historia de este rodaje es el viaje a CABA para registrar el testimonio del célebre Rodolfo Mederos, un largo periplo ida y vuelta para estar ’en ‘la ciudad de la furia’ tan sólo quince minutos, destacó Ruiz con una sonrisa. Claro que quince minutos con Mederos puede resultar, para quien esté atento y abierto, un curso de arte y de vida tan acelerado como sustancioso. “Dice cosas hermosas; su mirada sobre el tango y sobre la sociedad es tan interesante”, completó Nico. Lo mismo con el testimonio de Paolone y con lo expresado por el resto de los participantes, tipos que “son un biblioteca, ya que no se quedan sólo con su instrumento y con tocar, sino que indagan en la historia de la música, en la evolución del tango, en la sociedad y sus costumbres”, enumeró el asistente de dirección.

La pieza es rica en anécdotas, muchas de ellas fraguadas al calor de un tiempo muy distinto, en el que tocar en lugares donde no había luz o cruzar una arroyo en sulky para llegar al concierto -tras viajes siempre largos y no necesariamente plácidos- eran el pan de todos los días, no algo que los que hacían arte vivieran como un sacrificio. Exertier está en la ruta desde sus diez años, con lo cual en materia de peripecias tiene para largo, ya que cada salida a actuar resultaba una aventura en épocas del todo artesanal y tecnología cero. Además, es el clásico músico que tocó con todos (por poco no tocó con Colón, diría Alfredo Casero), lo que ha alimentado su historia y el relato elaborado por Francisco.

Durante el film también hablarán algunos de sus alumnos, ya que dar clases -de bandoneón y también de guitarra- es el otro metier artístico de Rubén, o ‘el Rúben’, como cariñosamente se refieren a él algunos de sus queridos.

Filmaron en casas de familia, campos, reductos donde el artista se presentaba allá lejos y hace tiempo y en Buenos Aires el mencionado reportaje a Rodolfo Mederos.

“Abunda información sobre el tango transmitida por gente que sabe mucho”

Acerca del proceso de laburo, el fotógrafo puso de relieve durante la entrevista con el diario que ”nos hemos entendido muy bien con ‘MIky’, charlamos todo, te diría que llegamos a una suerte de simbiosis, y que de tal modo conseguimos plasmar, junto a todo el equipo y los participantes, un producto súper llevadero e interesante, en el que abunda la información sobre el tango transmitida por gente que sabe muchísimo al respecto”, de todo lo cual “ he aprendido mucho”. Justamente, a través de este trabajo el joven fotógrafo pudo adquirir nociones sobre el derrotero del tango y de la música popular que se han cocido en Bolívar en las últimas seis décadas, así es que se va de Che bandoneón con la mochila cargada y seguramente algún hilván para una nueva idea. 

Uno de los tópicos del documental -consideró Ruiz en otro pasaje de esta charla- es la lucha, la resiliencia, la constancia y la convicción del artista que “se desdobla haciendo otra cosa”, una figura tan común en pueblos como el nuestro, en el que el ‘de qué vas a vivir’ sigue siendo el ácido interrogante que, como una espada de Damocles, pende de un hilo sobre el cuello del que pretende hacer arte sin hincarse a tener que ganarse el pan con un laburo más ‘formal’ o directamente oficinesco. Aunque deban trabajar de otra cosa jamás cuelgan los botines de la creación artística, y ese es uno de los asuntos que el documental viene a revalorizar y, en algún punto, agradecer. (Exertier siempre ha tenido una despensa junto a su mujer e hijos, la clásica despensa familiar, en este caso enclavada en el barrio de Villa Diamante.)

Por otra parte, otro de los ejes de la película es la generosidad del protagonista para compartir sus saberes y sus cosas, una cualidad que parece elemental pero no siempre se encuentra, ni entre artistas ni en la vida en general.  

Dentro del armado pergeñado por ‘MIky’, otro puntal fue Juan Cristian Vicente, encargado de la gráfica de Che bandoneón, crónica de una pasión, una película que, bien mirada, debería leerse como un acto de justicia con uno de nuestros músicos más talentosos y de más bajo perfil, que coloca las notas adecuadas y su proverbial silencio justo allí donde tantes otrxs postean una grandeza que no siempre consiguen sostener en el diario andar.

En sonido y edición contribuyó Franco Exertier, uno de los hijos del Rúben, pero Ruiz enfatizó que toda su familia brindó, de entrada, un decisivo respaldo al proyecto.

Las entradas para la función, por el momento la única prevista, tienen un valor de 500 pesos. Sin embargo todo indica que habrá más proyecciones, lo que siempre está ligado al interés del público.

Mientras, la sociedad Ruiz-Francisco continúa a todo vapor. El próximo fruto será una ficción, Heredarás los sueños, escrita y dirigida por ‘Miky’ y con el aporte de Nico en diversos menesteres, algo en lo que nos detendremos en otra oportunidad.

Chino Castro

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