Hace 144 años se fundaba San Carlos de Bolívar. 144 años de la aquella gesta que, con todas sus particularidades, nos lleva a este presente. Cada vez que se piensa cómo recordar aquellos días, la caravana fundadora y ‘sus nombres’ es lo primero que viene a la memoria. Davel, Villaraza, Berraondo y Abregó salen a la palestra entonces.
Desde el Archivo Histórico Municipal ‘Florentino Ameghino’ se decidió hacer foco en otro de los integrantes de ese grupo iniciático, a veces el menos nombrado pero no por eso el menos trascendente: Rafael Hernández, el agrimensor que le ‘dio forma’ a nuestra ciudad. A continuación, compartimos la publicación del AHFA.
A 144 años de la fundación de San Carlos de Bolívar Nuestro reconocimiento a Rafael Hernández
144 años atrás la caravana fundadora llegaba finalmente a estas tierras. Había partido el 30 de enero desde 25 de Mayo con la clara misión de crear un nuevo pueblo que ya poseía nombre por ley. El Dr. Adolfo Alsina había ocupado la cartera de Guerra y Marina en el gobierno nacional que encabezaba Nicolás Avellaneda.
Él es quien busca ir fijando poblaciones en la línea de fortines y ve la zona en la que se había emplazado el San Carlos como propicia para ello. Lo expresa en la nota dirigida al gobernador de la Provincia, Carlos Casares, en 1876 donde cita su ubicación así como la del fortín Lavalle del Sur (hoy Salliqueló) y considera que por estar “sobre caminos llamados a tener, con el tiempo, una gran importancia presente, dan como muy fundada la esperanza de que en breve serán cabezas de partidos ricos y florecientes”.
Casares coincidirá con las apreciaciones de su ministro y, estudios mediante que lo corroboran, se redactará el proyecto de ley que creará la ciudad. Su aprobación y promulgación bajo el número de 1136 data del 26 de octubre de 1877. Días después, en el decreto reglamentario ya se declaraba al “pueblo de San Carlos” como cabeza del partido de Bolívar y se nombraba la comisión de vecinos que comenzará a darle vida.
Así, Martín Berraondo, Miguel Villaraza y Marcelino Davel junto al juez de Paz Victoriano Abregó partirán para cumplir el comedido. Y aquí entra a tallar una figura no siempre valorada en la plenitud de su obra, designada por el gobierno bonaerense para ubicar la nueva ciudad, delinearla y amojonar los lotes, chacras y manzanas: el agrimensor público Rafael Hernández. Él será quien descubra que las tierras iniciales en las que estaba previsto el asentamiento ya tenían propietarios y atraído por las aguadas que ofrecían Las Acollaradas orientará hacia ellas, más al sur, la expedición.
El consenso nacido en el seno de la comisión fundadora sobre sus apreciaciones dará el respaldo para que, finalmente, el 2 de marzo de 1878 muy posiblemente él fuese quien pronunciase la frase que el imaginario popular dejó tallada en la historia: ‘Aquí será la plaza’ cuando arribaron a donde hoy se yergue la plaza Alsina. Con tesón, durante 30 días delineó las 120 chacras y “a partir del 15 de abril amojonó el cementerio, las 243 manzanas, 9 plazas y 2916 solares de la planta urbana”.
De su visión nació el trazado, con la orientación que posee y destacándose las amplias avenidas -antes llamadas boulevares- que al día de hoy nos caracterizan. ¿Quién fue este hombre al que le debemos la morfología de la ciudad? No fue sólo agrimensor provincial, fue mucho más. Fue un patriota con todas las letras que junto a su hermano mayor José Hernández -sí, el autor del ‘Martín Fierro’- comenzó por enrolarse en las filas del ejército de la Confederación en las épocas de la secesión de Buenos Aires.
Ambos lucharán contra los secesionistas porteños en las batallas de Cepeda (1859) y Pavón (1861), también estarán en la represión de Cañada de Gómez, donde casi pierden la vida. Rafael también será parte de la heroica defensa de Paysandú, en 1864, en la Banda Oriental. A partir de ese momento, empezará a destacarse en su labor como agrimensor, pero también incursionará en el periodismo y junto a su hermano -su otra mitad- fundan, en 1869, el diario ‘El Río de la Plata’ desde donde adhieren a la figura de Adolfo Alsina. Su labor humanitaria también será destacable.
Cuando se desata la fiebre amarilla en Buenos Aires prestará servicios a la comunidad que le valdrán el reconocimiento por parte del municipio con el otorgamiento de la Cruz de Hierro y la Medalla de Honor. Ya en la década de 1870, bajo la presidencia de su amigo Nicolás Avellaneda, fue nombrado vocal del Departamento de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires y encargado de la sección de Catastro y Geodesia del mismo.
Estando en ese cargo impulsaría valiosos proyectos y realizaría varias mensuras. No sólo fue el artífice del trazado de San Carlos de Bolívar sino también de Coronel Suárez, Tres Arroyos, Pringles, Pehuajó y Colonia Nueva Plata, colonia agrícola fundada por él en terrenos que adquiere en el partido de Pehuajó. También fundará en Misiones las colonias ‘Candelaria’ y ‘Santa Ana’ y tres más en Entre Ríos, donde se destaca la ‘Hernandarias’.
Fue diputado nacional entre 1875 y 1877, y senador bonaerense a partir de 1887. Entre 1880 y 1883 fue intendente del pueblo de Belgrano, donde se destacó “por sus obras de salubridad, pavimentación, plantación de bosques y palmeras, la fundación de un Museo de Ciencias Naturales, reformas policiales, la creación de un nuevo hospital, además de apoyar la instalación de teléfonos, la primera red de desagües -con cañerías fabricadas en el país- y la mensura del municipio”.
Desde su función legislativa presentó el proyecto de creación de una casa de altos estudios en la capital provincial, la que posteriormente será la Universidad de La Plata, que comenzará a funcionar en 1897; solicitó subsidios para las bibliotecas públicas y por su iniciativa, en 1889, se declaró obligatoria en todas las escuelas provinciales la enseñanza del Himno Nacional. Y esto sólo es una parte de su obra. Fue un acérrimo defensor de las ideas nacionales, pugnó por el progreso pensando una propuesta de desarrollo industrial en base a los recursos propios, posicionándose en contra de las empresas de capital extranjero.
Sus biógrafos dirán que “ello explica por qué lo acallaron y lo aislaron, impidiendo que sus ideas y propuestas perturbaran el orden del modelo agroexportador” que se impulsaba por entonces. Su historia personal, la relación con su hermano José y tantas otras cosas serían motivo de otras publicaciones. Rafael Hernández, nuestro artífice como ciudad, murió todavía joven, a los 62 años, en 1903. Desde el Archivo Histórico ‘Florentino Ameghino’ decidimos homenajearlo, dar luz sobre su obra y así reconocer, humildemente desde nuestro lugar, a quien puede ser considerado tal vez como la figura sobresaliente dentro de aquel grupo primigenio en la historia de nuestra ciudad”.
Izamiento del pabellón nacional
El acto oficial por el 144 aniversario de la fundación de San Carlos de Bolívar será sencillo y tendrá lugar esta mañana. Consistirá únicamente en el izamiento del pabellón nacional en el mástil central ubicado en el Centro Cívico, a las 10.30 horas. Se invita a la comunidad a participar.
Fuentes:
- ‘Después de las lanzas se construyó un pueblo. San Carlos de Bolívar’, de Oscar C. Cabreros.
- http://www.labaldrich. com.ar
- https://www.nacio.unlp. edu.ar
- https://academianacionaldeagrimensura.org
- https://historiahoy.com.ar
