El martes pasado se cumplieron 150 años de uno de los hechos históricos de gran trascendencia tanto para el devenir histórico de la zona en la que se emplaza San Carlos de Bolívar como para el gobierno nacional de entonces, en plena etapa de ‘reorganización’: la batalla de San Carlos, que se libró en territorio ubicado hoy dentro de los límites de nuestro Partido y en las proximidades del fortín del mismo nombre.
A lo largo del día hubo distintas actividades conmemorativas, dos de ellas organizadas en forma conjunta por el Colectivo Mujer Originaria Bolívar y el Grupo Autoconvocado por los 150 años de la batalla de San Carlos y homenaje al TokiCalfucurá, y con el apoyo de las direcciones municipales de Turismo y Educación.
A primera hora, en el sitio donde se librara la batalla, ubicado sobre ruta 65 a unos 20 kilómetros de Bolívar (en dirección norte), se llevó adelante una ceremonia ancestral de los pueblos originarios, que generosamente compartieron su vivencia con quiénes se hicieron presentes en el lugar. Fue una experiencia movilizadora, intensa, de comunión entre seres y naturaleza, con una profunda espiritualidad, que conmovió a todos de igual manera.
Por la tarde, en el aula magna del Centro Regional Universitario, se desarrolló un por demás interesante conversatorio del que participaron Nilo Cayuqueo (referente del pueblo mapuche Los Toldos), el Dr. Guido Cordero (antropólogo,UNMdP-CONICET), el Dr. Luciano Literas (sociólogo, antropólogo UBA – UAB – CONICET), el Dr. Mariano Nagy, historiador (UBA – CONICET), Valeria Mapelman (documentalista), la Dra. Liana Lenton (antropóloga (UBA-CONICET), la Lic. Mirta Millán (referente del pueblo mapuche provincia de Buenos Aires – UNA), María Angélica GualmesNamuncurá (investigadora, comunidad mapuche), Graciela ‘Bachi’ Waks (docente y escritora). En la oportunidad moderaron Karina Martínez y Mónica González, docentes e integrantes del Colectivo Mujer Originaria Bolívar.
En horas de la mañana también, el Archivo Histórico municipal, el Museo y la Dirección de Turismo, descubrieron una placa en homenaje a Olga Garay, tataranieta del Cacique Andrés Raninqueo, y a los pueblos originarios. Fue en un breve y sencillo acto que tuvo lugar en el paraje ‘Los cuatro vientos’, donde se emplaza el monolito recordatorio de la Batalla y el sitio en el cual fueron esparcidas las cenizas de Olga, a pedido suyo, tras su fallecimiento. Participaron Luis María y Mónica, hijos de Olga, y fueron parte todos los que habían estado momentos antes en la ceremonia, entre ellos, integrantes del Grupo de Estudios de Arqueología Histórica de Frontera (GEAHF) que por estos días se encuentran en la ciudad en una campaña precisamente para estudiar estos hechos y los vestigios que dejaron en el área.
En consonancia con lo que compartió Mónica González en sus redes se puede afirmar que fue “una jornada histórica y simbólica inolvidable”, de profundo aprendizaje y tendiente hacia una sociedad más intercultural y diversa.
V.G.
