El padre Mauricio Scoltore continúa adelante con su proyecto de reparación de la Parroquia San Carlos y esta primera etapa la encaró con fondos propios, como él mismo informó en estas páginas días atrás.
El sacerdote, valiéndose de algunos ahorros que tiene la iglesia local, encaró la compra de los aparatos deshumidificadores en cuotas, los cuales fueron colocados la semana pasada y funcionará por un año, quitando la humedad de la estructura del templo para que luego se puedan encarar las otras obras.
La compra de estos aparatos se hizo a una de las tres que los proveen en el país, en este caso se optó por Water Service International S.R.L., quien además ofreció el servicio de control en un tiempo prudencial para saber cómo avanza la tarea de estos elementos computarizados que ayudarán a recuperar el templo parroquial. Además, cuenta con una importante garantía.
El padre Mauricio le contó a LA MAÑANA que “se colocaron dos aparatos deshumidificadores que funciona con 220, de ellos sale un cable que se coloca en una jabalina que está enterrada. En varios lugares de la Parroquia, aproximadamente a la altura del sócalo, se colocaron unos fierritos que trabajan con el deshumidificador.
Los arquitectos me dijeron que cada aparato cubre 30 metros de diámetro, así que estamos cubiertos en todo lo que tiene que ver con la iglesia e incluso partes exteriores”. Scoltore agregó que “se colocaron 8 testigos, que son en los que vendrán a medir el avance del trabajo de los deshumidificadores, que fueron colocados en el fondo de la iglesia, uno a la derecha y el otro a la izquierda”.
A las pocas horas de que se fueron los colocadores de los aparatos deshumidificadores, llegó a poder del padre Mauricio el presupuesto de obra que le acercó la Fundación Cultural Patrimonium, que preside el arquitecto Gustavo García, quien estuvo en Bolívar hace aproximadamente un mes. El valor de la obra, si se contrata antes del 31 de diciembre del corriente año, no alcanza a los 3 millones de pesos.
Dada la celeridad que requieren las obras, sobre todo por la parte estética más que lo estructural, como lo dejaron en claro los arquitectos cuando la visitaron, el padre Mauricio intentará conseguir el dinero por donaciones de feligreses y así no tener que depender de tiempos políticos.
El cura tiene la firme convicción de que hay en Bolívar gente con ganas de ayudar a la Iglesia y que aportarían para poder realizar esta intervención fundamental. Luego se verá la manera de agradecer, si con una placa en los bancos, como ocurre en otras Parroquias con los benefactores, o de qué otra manera.
Scoltore está convencido que el costo de la obra no es tan elevado como se imaginaba en un principio y no quiere perder tiempo en poder agilizar con los arquitectos de la Fundación Cultural Patrimonium.
Para ello, para el presupuesto que no llega a los 3 millones de pesos, hay un mes y medio de plazo. Los interesados en colaborar, comunicarse con el párroco.
Angel Pesce
