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jueves, 25 de abril de 2024
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Se celebró el acto por la Memoria, Verdad y Justicia

A 40 años del retorno de la democracia.

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En un año emblemático en cuanto a fechas, a 40 años del retorno de la democracia, se concretó el acto en el Día de la Memoria, Verdad y Justicia, aniversario del inicio de la última dictadura militar en Argentina.

Organizada como siempre por Suteba Bolívar y con el acompañamiento de la Dirección de Políticas de Género y Derechos Humanos, la convocatoria tuvo lugar frente al Monolito de la Memoria, ubicado en una de las ramblas emplazadas en la avenida Cancio, delante del ex Colegio Nacional.

Como primer punto del acto se hizo un repaso por los ‘aniversarios’ que se cumplen este año y su importancia histórica, los 40 años de la reinstauración de la democracia y los 50 de la creación de la CTERA, Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, que tuvo varios centenares de víctimas en esos años oscuros, en manos de los genocidas. También se hizo mención a los nuevos nietos recuperados (131 y 132) y al éxito nacional e internacional de la película ‘Argentina. 1985’. No se olvidó de señalar al fallo que condenó, en la causa Fuentealba II, a los responsables de la represión en la que fue asesinado el docente Carlos Fuentealba en 2007, en Neuquén.

Y en términos de interés netamente local, se recordó que en el mes de febrero, la Sala 2 de La Cámara Nacional de Apelaciones de La Plata confirmó los procesamientos de cinco militares del batallón 601 por el asesinato de los militantes Griselda Esther Betelu y Raúl Alonso, durante un operativo que se llevara adelante en marzo de 1977, en Villa Elisa. 

También se mencionaron situaciones de la actualidad que se consideran “una amenaza” a la democracia. Ello como preámbulo tras lo cual se entonaron las estrofas del Himno Nacional.

Luján Berdesegar, secretaria adjunta de Suteba Bolívar, fue la primera en hacer uso de la palabra. “En 1997, un grupo de docentes de Suteba Bolívar”, dijo haciendo memoria de la trayectoria local en tiempos de democracia recuperada, “llevó adelante el primer Acto por la Memoria. Eran unos pocos, sin embargo eran gigantes en convicciones, tenían claro el compromiso y aporte a la construcción colectiva de la memoria. No necesitaban de invitaciones personalizadas para participar de un compromiso político, histórico y ético, levantando sus banderas de lucha contra la impunidad, por la memoria, la verdad y la justicia”. “Los jóvenes que nacieron en democracia necesitan estar en contacto permanente con la memoria del pasado reciente y la vulneración de los derechos humanos en democracia, fortalecer el sentido, la valoración crítica del pasado y del presente como parte de la construcción de su identidad y de la profundización de la democracia”, agregó.

Graciela Sagardoy fue la encargada de leer un texto anónimo, un poema de cruel belleza y profunda verdad. “Abran los archivos. Por cada vez que escuchamos que esos subversivos están vivos en España, por cada ‘algo habrán hecho’, por cada madre que no pudo enterrar lo más querido, por cada víctima de los vuelos de la muerte, por esos huesos que jamás van a descasar en el fondo de ningún río hasta que no los entreguemos como corresponde a sus familias. Abran los archivos. Que memoria es también desenterrar lo que nos duele, es escarbar en la propia vergüenza para encontrar la verdad”, fueron algunos de sus versos.

Continuando con el proyecto que Suteba impulsara desde el año anterior, ‘Jóvenes con voz’, Cecilia Umpiérrez, de la Escuela Secundaria N° 10, fue la encargada de hablar. “En nombre de todas las madres y abuelas que les faltó un nieto en su mesa, en nombre de todos los jóvenes que entregaron su vida en la lucha por los derechos y la libertad, en nombre de ellos es por quiénes hoy debemos hacer valer nuestras libertades, utilizarlas con responsabilidad y compromiso para crear la sociedad que deseamos”, expresó en un fragmento de su alocución. También habló, a continuación, como representante del ISFDyT N° 27, Julián Mangas, profesor de Educación Primaria.

Un momento de gran emotividad lo constituyó el relato de Liliana Coviella, hija de Horacio Coviella, militante comunista, integrantes de una familia que sufrió en carne propia la persecución en esos años de odio y violencia. El testimonio de sus vivencias, de lo que les tocó padecer en aquellos años de miedo y libertades cercenadas, conmovió a todos los que escucharon en silencio y con respeto.

“Mi padre fue un perseguido político, antes y durante la dictadura de 1976-1983. Afiliado al Partido Comunista Argentino desde los 18 años, hijo de español socialista, no claudicó nunca. Sus ideales continuaron intactos a pesar de la persecución política que sufrió y sufrimos toda nuestra familia. El siguió su lucha más convencido que nunca, que no había que irse del país ni esconderse sino enfrentar la etapa más dura que se venía en la Argentina, y continuar con sus ideales de libertad, de construir una patria soberana, justa, equitativa, solidaria y popular”, destacó.

En otro pasaje de su lectura recordó que el monolito frente al cual se desarrolló el acto “también fue un proyecto escrito por él, de puño y  letra, presentado ante el Concejo Deliberante y aprobado por unanimidad”. “Por eso, cómo no voy a estar orgullosa de mi padre, si nunca claudicó, si siempre fue coherente con sus ideales de defender la democracia… Hoy más que nunca digo ‘Gracias viejo’ porque nos dejaste el mejor legado que se puede dejar a un hijo, no callar ni olvidar. A 40 años de la recuperación de la democracia en nuestro país, seguiré su ejemplo, defender los gobiernos elegidos por el pueblo que tanto nos costó conseguir y seguir manteniendo”, concluyó.

Luego, como en cada acto de la Memoria, se nombró a los detenidos desaparecidos bolivarenses tras lo que se respondió ‘Presente’, y se colocaron ofrendas florales al pie del monolito. Asimismo, alumnos y docentes de la cooperativa escolar EcoArte de la Escuela de Educación Media N° 204, junto a miembros de la Comisión de Asociados y Asociadas del Banco Credicoop, plantaron un árbol (un ceibo) sobre la vereda de la EEM N° 4, en memoria de los desaparecidos locales.

Ya sobre el término del acto fue el turno de los estudiantes de la Escuela Media 4, quiénes estuvieron trabajando en los días previos sobre la fecha. Los profesores Jorgelina Irurzun y Javier Chávez hicieron mención al proyecto, y dos alumnas junto al propio Chávez interpretaron ‘Como la cigarra’, de María Elena Walsh, que todo el público terminó por corear en otro pasaje de profunda emoción.

Maia Acosta le puso más música al cierre del acto y José María Alabart poesía, al interpretar dos poemas de Gustavo Caso Rosendi, poeta y ex combatiente de Malvinas, y uno de José ‘Chino’ Castro.

V.G.

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