Diario La Mañana. San Carlos de Bolívar +54 9 2314 53 5776

martes, 23 de abril de 2024
10.7 C
San Carlos de Bolívar

Música: Salir de la melancolía, para volver a ser

El ‘odontoguitar’ hace lo que puede

- Publicidad -
- Publicidad -

Tocar con otros “es mucho más lindo y estimulante” que solo y con pistas, lo único que hoy puede un músico en esta Bolívar saturada de pandemia. El ‘odontoguitar’ Ariel Tardivo (es odontólogo, además de eximio violero) remarca que es necesario superar la depresión colectiva que ha provocado el covid y a la propia enfermedad, para recuperar el placer por hacer música. Mientras tanto, practica a diario embarcado en las insondables aguas del jazz, sus predilectas de toda la vida.

El sábado, en el programa Sin Fronteras, estallaste con una versión en solitario de Garota de Ipanema. ¿Estás en plan bossa nova?

– Esa grabación es ‘veterana’. La hice con unas pistas que tengo para estudiar y practicar. Grabé esa y un par de canciones más, incluso una bossa que Jorge Horacio Naya suele usar como separador en su programa. En esta cuarentena toco para mí, no estamos ensayando con la banda (La Destilada Evolution), ni tenemos fechas a la vista.

¿Y qué tocás para vos?

– Tocar es fundamental, porque si no lo hacés la mano se te atrofia, la musculación y los tendones se endurecen, entonces yo todos los días me siento un rato a tocar. Con esas bases, y otras que he bajado de internet ahora. Hago eso hasta que me aburro, un par de horas, para no perder el training.

“Soy bastante malo tocando rock”

¿Ahí aparece el jazz, o incursionás en otros estilos? ¿Lo tuyo sigue siendo el jazz?

– Sí, es lo mío. Soy bastante malo tocando rock, lo toco pero no es mi fuerte ni lo fue nunca. Cuando empecé a estudiar lo pasé de costado, a mí me llevaron para el lado de la bossa nova y la improvisación, y así desemboqué en el jazz. Por supuesto que el rock modificó la vida de distintas generaciones, y en ese sentido me atravesó hasta la glotis, pero nunca fui muy consumidor del estilo. Me interesa también bastante el funk.

Ariel Adrián Tardivo es platense, y se radicó en Bolívar junto a su familia a principios de los dos mil. Durante años fue una suerte de secreto mejor guardado, porque eran pocos los que sabían que tocaba, y casi no se presentaba en público ni integraba bandas. Pero cuando decidió dar ese paso, con su estilo técnicamente sólido y rico en swing causó un alto impacto en el público local, que rápidamente lo proclamó como abanderado del jazz en Bolívar. Hoy sigue sin tocar mucho, pero ya no es un secreto para nadie.

Tu colega Nicolás Holgado me dice que, igual que vos, toca un rato solo todos los días, usa pistas para practicar, saca punteos, pero que le cuesta mucho concebir la música si no es con otro. ¿Te pasa igual?

– Y sí… Para los músicos es así. La pandemia ha dejado mucha depresión, yo además soy trabajador esencial y estoy desde la primera hora involucrado en esta batalla, y eso me genera un estrés adicional. Entonces como no puedo tocar con otros, toco sobre bases. Hoy podés igualmente grabar pistas, agregar bajos, teclados, batería, o incluso a la ‘bata’ la podés armar de manera electrónica, todo vos solo. Pero nada que ver con tocar con alguien, eso es mucho más lindo y estimulante. Con pistas y solo es otra cosa, tocás así porque hoy no se puede de otro modo, pero en un rato perdés el entusiasmo y a otra cosa.

Estudiar, ya que “quien te escucha se merece el máximo respeto”

Es un tiempo propicio para estudiar, practicar en soledad, actividades cero interesantes para una publicación en redes pero que también alimentan a un músico.

– Yo toco la guitarra desde los 12 y tengo 53, y hacía mucho tiempo que no agarraba el metrónomo. Es fundamental la digitación, practicarla, porque si no, no pasa nada, perdés técnica. Hay que practicar. Con el encierro uno puede dedicarse a eso, pero la situación general no estimula. Para estudiar ‘atrás’, como decís, sin que te vea nadie y solo, necesitás también un estímulo, y este es un tiempo difícil. Pero ojalá uno se pudiera enfocar más y estudiar bien, porque quien te escucha se merece el máximo respeto, que en este caso pasa por brindarle la mejor ejecución que puedas. Para mí es un honor mostrar lo mío, uno le agradece al que va a verlo y ese respeto se manifiesta ofreciendo una interpretación de calidad, dentro de lo que uno puede. Y para eso hay que estudiar.

Convengamos que cualquier cosa que uno hace, está teñida de un estado de ánimo general de mucha angustia, máxime en tu caso, que sos trabajador de la Salud.

– Preguntale a cualquier artista, no sólo a un músico, y te va a decir que con la depresión que estamos viviendo, es muy difícil estimularse y crear. Está todo el mundo con depre. Es muy difícil, a mí me cuesta, no he podido salir de ese estado. Igualmente, para mí el mayor estimulante siempre fue que hubiera una fecha para tocar. En ese caso agarro el metrónomo, empiezo a repasar los temas, busco improvisaciones, versiones diferentes de las canciones que esté trabajando, reviso mis bases. Pero ahora no hay nada, y ni siquiera nos podemos juntar a ensayar.

¿Estás pudiendo escuchar música, sólo por escuchar, sin ningún fin ulterior?

– Sí, eso sí. Siempre. Trabajo con música todo el día, incluso. Escucho radios por internet (a la mañana, programa periodísticos enfocados en la política, y el resto de la jornada, ciclos de sólo música). Hay una que pasa jazz de todas las épocas y estilos, lo que se te ocurra. De ahí no me van a sacar (se ríe).

Chino Castro

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

Más Leídas

Edición Impresa

- Publicidad -
- Publicidad -
spot_img
spot_img