Los festejos por la obtención de la Copa América por parte de la Selección Argentina tras 28 años de frustraciones desató el festejo de los bolivarenses que, como en cada acontecimiento importante, se nuclearon en torno al mástil central de la ciudad. El saldo de aquella noche de festejos no fue tan malo por lo epidemiológico, ya que no hubo un gran contagio que se haya notado en el parte diario producto de aquella muchedumbre celebrando sin barbijo en las inmediaciones del Centro Cívico; pero sí produjo la rotura de una de las piedras del basamento del mástil, tal como relató LA MAÑANA hace ya varios días.
El hecho es que una vez roto el basamento, que es de una piedra similar a la que sostiene al monumento a San Martín, distintas áreas del municipio quedaron involucradas en su pronta reparación, porque perder uno de los tres trozos en que se partió esa piedra (producto del salto de los jóvenes que llegaron a lo más alto de la base del mástil) hubiera sido un daño a la historia de la ciudad (el mástil central –no el basamento- fue donado por la Sociedad Italiana a la comunidad de Bolívar en 1928, ocasión del 50° aniversario de la ciudad).
Con ese panorama, uno de los funcionarios más activos del municipio por estos días, Arturo Martín, puso a la gente de su área a trabajar en el pegado de los tres trozos de piedra para que volvieran a su lugar de origen, hecho que ocurrió ayer, quizás el día más frío del año que tuvimos en la ciudad.
El mástil central, como se dijo al principio, ha sido muchas veces epicentro de reuniones para festejos o protestas. Como pocas veces, en estas manifestaciones que tuvieron que ver con la obtención de la Copa América disputada en territorio brasileño, varios jóvenes llegaron a la parte más alta del basamento, algo que debería cuidarse para que este tipo de roturas de algo que tiene casi 100 años entre nosotros no vuelva a suceder.
Angel Pesce
